La cueva del agua y Santuario de Tíscar: "la Covadonga andaluza"

La naturaleza circundante es uno de los reclamos de este enclave

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La Cueva del Agua de Tíscar es una de las visitas recomendadas en el parque natural.
La Cueva del Agua de Tíscar es una de las visitas recomendadas en el parque natural.

Quesada/Pocos lugares hay tan mágicos y, a la par, todavía tan desconocidos dentro del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas como la Cueva del Agua y el Santuario de Tíscar. Este lugar, considerado por muchos como "la Covadonga andaluza", guarda un paralelismo importante con el famoso santuario asturiano, tanto por su carácter cristiano como por el impresionante entorno natural que lo rodea y que merece la pena visitar.

La Cueva del Agua de Tíscar

La Cueva del Agua, también conocida como "cañón cerrado", ha sido moldeada por la acción constante del arroyo de Tíscar. Este paraje, cargado de simbolismo, es accesible a través de un carril asfaltado que parte de la carretera A-6206, cerca del santuario. Desde el aparcamiento, un camino nos conduce a través de un estrecho túnel artificial que guarda en su interior una pequeña réplica de la Virgen de Tíscar.

El suelo resbaladizo y las escaleras que descienden al interior de la cueva hacen imprescindible toda precaución a la hora de acceder a este enclave natural. A pesar de ello, el esfuerzo es ampliamente recompensado una vez llegas a la propia cueva. Este rincón mágico, que se dice fue sagrado desde tiempos remotos, conserva un aura de misterio que atrae tanto a devotos como a curiosos.

El Santuario de Nuestra Señora de Tíscar

Encumbrado sobre el paisaje rocoso, el Santuario de Nuestra Señora de Tíscar es un punto de peregrinación histórico. Construido sobre los restos de una antigua fortaleza árabe tras su caída en el siglo XIV, este lugar es un símbolo de la transición cultural y religiosa de la región. La actual estructura, que data de los siglos XV y XVI, ha sufrido varias remodelaciones, pero conserva su esencia como morada de la patrona de Quesada.

El Santuario de Nuestra Señora de Tíscar.
El Santuario de Nuestra Señora de Tíscar.

Si tienes ocasión de acceder al propio santuario puedes deleitarte con el arte sacro que aguarda en su interior. Si entras a su huerto, una suerte de espacio aterrazado de grandes dimensiones, contemplarás una sobrecogedora estampa del parque natural que bien podría haber sido localización de alguna película de aventuras como la de la trilogía de El Señor de los Anillos.

Frente al santuario, una fuente grabada con un poema de Antonio Machado rinde homenaje a la Virgen de Tíscar, mientras que la cercana torre del homenaje del castillo de Peña Negra recuerda su pasado militar. Subir por la escalinata metálica hasta los restos del castillo se salda con unas vistas inigualables del entorno y un contacto íntimo con la historia.

Un paralelismo con Covadonga

La comparación con Covadonga no es fortuita. Al igual que el Real Sitio de Covadonga en Asturias, Tíscar es un lugar donde confluyen lo espiritual, lo histórico y lo natural. En Covadonga se celebra la triple época de la Coronación de la Virgen, la creación del Parque Nacional y el nacimiento del Reino de Asturias, mientras que en Tíscar, la historia de resistencia y fe se entrelaza con la majestuosidad de la Sierra de Cazorla. Ambos lugares son santuarios de devoción mariana y puntos de referencia para la identidad cultural de sus habitantes.

Cómo llegar y qué hacer

El acceso a Tíscar es sencillo gracias a la carretera A-6206, que conecta Quesada con Hinojares y Pozo Alcón. Desde esta vía, un carril asfaltado nos acerca tanto al santuario como a la Cueva del Agua. Los visitantes pueden aparcar en las zonas habilitadas y recorrer los alrededores a pie.

Se recomienda acudir para echar la jornada completa, ya que entre las numerosas actividades recomendadas en este enclave destacan las siguientes:

  • Visitar la Atalaya del Infante Don Enrique: esta torre vigía medieval del siglo XIV ofrece una perspectiva panorámica impresionante que no te querrás perder.
  • Conocer el nacimiento del Arroyo de Tíscar: muy cerca del santuario, este paraje natural invita a disfrutar de un día al aire libre en el merendero del Vadillo.
  • Senderismo y observación de fauna: la zona es hábitat de cabras montesas, buitres y águilas, un espectáculo para los amantes de la naturaleza.

Para disfrutar plenamente de la experiencia en la Cueva del Agua y el Santuario de Tíscar, es recomendable llevar calzado adecuado con suela antideslizante, especialmente tras las lluvias.

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