Conoce las técnicas antiguas de molienda para hacer harina en el Molino Museo de Valdepeñas de Jaén

Valdepeñas de Jaén/La harina es un alimento básico que se sigue utilizando desde hace siglos en cualquier mesa que se precie. Con esa premisa, Valdepeñas de Jaén destaca como destino turístico gracias al Molino Museo Santa Ana, una parada obligada en cualquier ruta de museos relacionados con la gastronomía, ya que permite conocer de primera mano el proceso tradicional de molienda de harina y el funcionamiento de los molinos hidráulicos que abundaban en la Sierra Sur.

El Molino Museo Santa Ana

El Molino Santa Ana es el primer molino conocido en la localidad de Valdepeñas de Jaén. Se trata de un molino harinero tradicional de rodezno, un tipo de rueda hidráulica que ha estado en funcionamiento desde su construcción el 15 de agosto de 1540. Este molino se distingue por haber continuado operando durante más de cuatro siglos hasta su cierre en 1979, momento en que se transformó en un museo.

El molino fue recuperado por Juanín LeClerque, quien llegó a Valdepeñas en 1539. Su familia se dedicó a las labores del molino hasta 1904, cuando la actividad fue decayendo debido a la competencia de nuevas tecnologías. Sin embargo, el edificio, y sobre todo su maquinaria, se conservan intactos, lo que ha permitido que se convierta en un lugar emblemático para aquellos interesados en el patrimonio industrial y agrario andaluz.

La importancia del agua en la Sierra Sur

Uno de los aspectos más fascinantes del Molino Santa Ana es la estrecha relación que guarda con el uso del agua como fuente de energía. Tras la conquista de Granada, los sistemas de acequias y canales que habían dejado los árabes en la Sierra Sur se aprovecharon para la construcción de infraestructuras hidráulicas. Durante siglos, los molinos hidráulicos fueron fundamentales en la economía local, pues utilizaban la fuerza del agua para mover las grandes ruedas de piedra que trituraban el grano.

En Valdepeñas de Jaén, a finales del siglo XIX, se contabilizaban numerosos molinos, algunos de los más conocidos eran el Molino del Estanquillo, la Fuente de los Chorros, el Molinillo, el Veredón y el de Chircales. Aunque muchos de ellos han desaparecido o están en desuso, el Molino Santa Ana ha resistido el paso del tiempo, siendo testigo de la importancia del agua en la historia de la comarca.

La actividad del molino a lo largo de los siglos

En 1921, Jacinto Parra Martínez, un molinero del municipio, adquirió el Molino Santa Ana. La familia Parra ha mantenido su vínculo con este lugar desde entonces. Bajo su gestión, el molino continuó operando hasta 1979, cuando finalmente cesó su actividad debido a su bajo rendimiento en comparación con los métodos industriales que se imponían.

En la actualidad, el Molino Santa Ana ha sido convertido en un museo que ofrece una visita completa para los visitantes. El museo no solo conserva la maquinaria original, sino que también ofrece un recorrido por el proceso de fabricación de la harina en el periodo preindustrial, cuando todo el sistema era movido por la fuerza del agua.

Qué ver durante la visita

Una de las zonas más interesantes del Molino Museo es la que alberga la maquinaria que permitía su funcionamiento. El edificio se organiza alrededor de dos cárcavos, que son los huecos en la roca donde giran los rodeznos, las ruedas hidráulicas que impulsaban el molino. Encima de los cárcavos se encuentra la sala de molienda, donde los visitantes pueden observar las piedras que trituraban el grano. Además, el museo cuenta con una sala de limpia, en la que se exhibe la maquinaria que se utilizaba para limpiar y lavar el trigo antes de ser molido.

Cómo llegar al Molino Museo Santa Ana

El Molino Museo Santa Ana se encuentra en la calle Molino Santa Ana, 29, en Valdepeñas de Jaén. Para los interesados en visitar este lugar histórico, se recomienda contactar previamente con el museo para obtener información sobre los horarios de visita. Los números de contacto son: 953 310 044, 953 310 798 y 953 310 111.