Fue un coche monoplaza y ahora es la forma en la que llaman a los quintos de cerveza en Jaén

Jaén/Hay palabras que traspasan su propio significado por el uso popular que de ella se hace. Es el caso de "biscúter", un vocablo que pasó de definir un diminuto automóvil fabricado por Autonacional S.A. en la España de mediados del siglo XX a dar sentido al botellín de cerveza más pequeño dentro del vocabulario jaenero, conocido también como "quinto". De todo ello dan fe en los dos libros publicados por Jaén Retro, que repasan los conceptos, palabras, lugares y personajes que destacaron y todavía lo hacen en la provincia de Jaén.

La idea inicial del Biscúter proviene de Francia, donde el diseñador de aviones Gabriel Voisin creó un prototipo denominado "Bi-scooter", aludiendo a su tamaño comparable al de dos scooters. Sin embargo, este vehículo no despertó interés en el mercado francés. Fue en España, un país ansioso por soluciones de movilidad asequibles, donde el proyecto halló un terreno fértil. En un contexto de aislamiento internacional y escasez de recursos derivados de la posguerra, fue una solución práctica para las necesidades de movilidad del país. Voisin vendió la licencia a la empresa Autonacional S.A., que comenzó su producción en Barcelona en 1953.

Un coche mítico que marcó una época

El Biscúter representaba la simplicidad en su máxima expresión. Carecía de puertas, ventanas y marcha atrás. Su motor Hispano Villiers de un cilindro y 197 cc desarrollaba 9 CV, lo suficiente para alcanzar velocidades modestas con un consumo reducido. El vehículo se distinguía por su tracción delantera y su carrocería de aluminio, aunque posteriormente se utilizó acero debido a la escasez de materiales.

Durante sus años de producción, el Biscúter gozó de una considerable popularidad, especialmente entre aquellos que buscaban un medio de transporte funcional y económico. No obstante, el lanzamiento del SEAT 600 en 1957 marcó el inicio del declive del Biscúter. Este modelo más amplio y potente resultó mucho más atractivo para los consumidores españoles. La producción del Biscúter cesó a principios de la década de 1960, tras fabricar aproximadamente 12.000 unidades.

De coche a botellín: el "biscúter" de Jaén

En la provincia de Jaén, el término "biscúter" adquirió un significado completamente distinto. Lejos de referirse al microcoche, esta palabra se emplea para designar el formato más pequeño de cerveza, conocido en otras zonas como "quinto" o "botellín". Esta curiosa asociación surge de la similitud entre el reducido tamaño del vehículo y el del envase de 200 ml, popularizado por marcas como la cerveza Alcázar, un referente cervecero en Jaén.

El uso del término "biscúter" para referirse a la cerveza se consolidó durante la Transición Española, una época en la que los bares y tascas de Jaén eran lugares de encuentro y socialización. El botellín de Alcázar, con su formato ágil y cómodo, se convirtió en un acompañante ideal para las tapas y las conversaciones de barra.

En Jaén, pedir un "biscúter" no es solo una forma de solicitar una cerveza pequeña; es también una manifestación de la identidad local. Este término, que evoca un pasado marcado por la austeridad y la creatividad, se ha mantenido vivo en el habla cotidiana, conectando generaciones en torno a un buen trago frío acompañado de las famosas tapas jienenses.

El biscúter es un recordatorio de cómo los objetos y conceptos pueden transformarse y adquirir nuevos significados con el paso del tiempo. Lo que comenzó como un vehículo destinado a resolver problemas de movilidad, hoy en día se recuerda no solo como un icono del ingenio técnico, sino también como una curiosa expresión cultural que vive en las costumbres de Jaén.