El charco del aceite: un oasis en forma de piscina natural para el verano
Es una de las atracciones naturales más visitadas durante los meses de verano
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Las playas de Jaén: naturaleza, agua y bienestar para los días más calurosos del verano
Jaén/Ubicado en el corazón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el Charco del Aceite es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza que cobra especialmente vida en los meses de verano, ofreciendo un plan gratuito de baños frescos con el agua más fría de la sierra. Este rincón escondido de la provincia de Jaén, a pocos kilómetros de la localidad de Orcera, Villacarrillo o de Villanueva del Arzobispo, se ha convertido en un refugio para quienes buscan la tranquilidad y la belleza de los paisajes naturales.
El Charco del Aceite es una piscina natural formada por las aguas cristalinas del río Guadalimar. Su nombre, según la leyenda, proviene de la apariencia aceitosa que adquiere el agua en ciertas épocas del año debido a los reflejos del sol. Cuenta la leyenda que una vez un burro transportaba aceite en grandes cántaros y uno de ellos se rompió y cayó al río. Sea como fuere su verdadero origen, el espacio, rodeado de frondosa vegetación, se caracteriza por su biodiversidad, con bosques de pinos, encinas y fresnos que brindan sombra y frescor a los visitantes durante los calurosos meses de verano.
El Charco del Aceite es un destino ideal para quienes disfrutan de actividades al aire libre. Es un lugar perfecto para darse un baño en sus refrescantes aguas, practicar senderismo por las rutas cercanas o simplemente relajarse y disfrutar de un picnic en la naturaleza. Además, su entorno permite el avistamiento de aves rapaces y otros animales salvajes, haciendo de la visita una experiencia completa para los amantes de la fauna y la flora.