La Catedral de Jaén en imágenes: un templo lleno de arte
El edificio renacentista tuvo varias fases de construcción
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Jaén/La Catedral de Jaén, considerada una de las obras más destacadas del Renacimiento español, es el símbolo magnánimo de la Diócesis de Jaén. Su historia se remonta a la conquista de la ciudad en 1246, cuando el obispo de Córdoba, Don Gutierre, consagró la antigua mezquita mayor, convirtiéndola en el primer templo cristiano de la diócesis bajo la advocación de la Asunción de la Virgen.
Este primer templo permaneció hasta 1368, cuando el obispo Don Nicolás de Biedma decidió derribarlo y comenzar la construcción de una catedral gótica con cinco naves y un claustro. Sin embargo, a finales del siglo XV, debido a la poca solidez de la construcción, Don Luis Osorio inició una nueva obra gótica.
El verdadero impulso a la catedral llegó con la intervención del cardenal Esteban Gabriel Merino en el siglo XVI. Gracias a su influencia en la curia romana, logró obtener del papa Clemente VII un breve que permitió la recolección de fondos mediante indulgencias para la edificación de un nuevo templo.
Fue entonces cuando el arquitecto Andrés de Vandelvira, una de las figuras más destacadas de la arquitectura renacentista, asumió la dirección de las obras a partir de 1551. Vandelvira introdujo importantes innovaciones, como la eliminación de la girola gótica, lo que dio lugar a una planta de tipo salón, algo muy moderno para la época.
A lo largo de los siglos XVI al XVIII, varios arquitectos continuaron el proyecto de Vandelvira, siendo Alonso Barba uno de los principales discípulos que contribuyó a su culminación. Aunque la decoración fue barroquizada en etapas posteriores, la catedral mantuvo la esencia renacentista que la ha convertido en un referente del arte sacro en España.