El botijo: tu aliado en verano para tener siempre agua fresquita y dónde encontrar uno en Jaén

Jaén/En una era donde la tecnología parece dominar cada aspecto de nuestras vidas, es curioso observar cómo ciertos objetos tradicionales no solo sobreviven, sino que continúan siendo relevantes y apreciados. Uno de ellos es el botijo, una creación ancestral que ha mantenido su utilidad a lo largo de los siglos. 

Originario de España, el botijo es un recipiente de barro poroso que, mediante un proceso natural, proporciona agua fresca sin necesidad de refrigeración artificial. Es, por tanto, un objeto que lucha contra el cambio climático, al prescindir del uso de electricidad.

Alfarería jienense

En pueblos como Úbeda y Bailén, los artesanos han perfeccionado el arte de la cerámica a lo largo de generaciones, y el botijo es una de sus creaciones más emblemáticas. En Úbeda, conocida por su cerámica vidriada, los artesanos crean piezas decorativas y utilitarias con técnicas ancestrales. Bailén, por su parte, es famoso por sus productos de barro rojo, especialmente las tradicionales tinajas y botijos. Ambos pueblos combinan historia y creatividad, manteniendo vivo un legado cultural que ha pasado de generación en generación, y adaptando sus técnicas y diseños a las demandas modernas, mientras preservan la autenticidad y calidad de sus obras.

La alfarería en Jaén, además de producir objetos de uso cotidiano, también promueve la preservación de técnicas y diseños tradicionales como el del botijo, aunque encontramos algunas novedades, como el botijo en rosca, con una estética muy diferente a la habitual.

Botijo macetero

A la larga lista de talleres de alfarería artesanal que pueblan la provincia se suma una iniciativa empresarial curiosa. Se trata de Bootijo, la idea de un diseñador jienense para darle el lugar que merece a este producto hecho a mano, ecológico y natural. 

Además de ofrecer una amplia gama de tamaños, incluso un botijo con forma de botella, una de sus creaciones más novedosas es el llamado botijo macetero ecológico, que rescata el agua que resuda el barro por un pitorro colocado abajo para que sirva como agua que riegue la planta que se coloque en el piso inferior.

Quién pensaba que no se podía hacer nada nuevo con algo tan viejo como un botijo estaba completamente equivocado.