Rossini: la bebida más misteriosa de las tascas de Jaén
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Este aperitivo surgió fruto de la casualidad al recibir un pedido erróneo en el histórico bar
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Jaén es bien conocida por ser una ciudad para comer bien, pero también para beber un aperitivo único. Entre sus tascas y bares tradicionales, se esconde un descubrimiento que los jiennenses ya han hecho suyo mientras que los visitantes no pueden dejar de probarlo: el Rossini, un cóctel de vino genuino y exclusivo del Bar La Barra, en la zona de las tascas de Jaén.
El origen del Rossini
Como muchas creaciones memorables, el Rossini surgió por casualidad en el Bar La Barra. Inventada a finales de los años 80, hace ahora 30 años, su fórmula surgió de un pedido equivocado con vino de Jumilla. Como si en un laboratorio estuvieran, se les ocurrió mezclarlo con gaseosa de limón, uva, hielo y una rodaja de naranja y así nació el Rossini en el Bar La Barra. Fue precisamente el inusual color rosa de esta bebida lo que le dio su nombre: Rossini, que ha llegado a ser un nombre familiar en los labios de los jiennenses que la disfrutan.
La receta del Rossini: un secreto compartido
Aunque ya te adelantamos que nunca te va a quedar en casa como en el Bar La Barra, la receta original de este brevaje delicioso lleva vino, gaseosa de limón, licor de melocotón y angostura. Además, se le pone una uva, el hielo y una rodaja de naranja. Esta bebida, apreciada por su sabor único, marida a la perfección con delicias locales como la morcilla y las migas con avíos, lo que la convierte en una elección inigualable para los amantes de la gastronomía jiennense.
El Rossini no solo es una bebida; es una tradición que ha unido a nada menos que tres generaciones de jiennenses. Además, si vienes a Jaén no faltará quien te diga que probarlo es un "must" en tu periplo por las famosas tascas de Jaén.
Bar La Barra: gastronomía e historia viva de Jaén
El Bar La Barra ha sido regentado por los actuales dueños desde 1959, pero su historia tabernera se remonta a principios del siglo XX. Su peculiar decoración y su cocina artesanal lo convierten en uno de los bares más emblemáticos de Jaén. Sus estanterías, repletas de botellas y objetos antiguos, forman un pequeño museo que habla de las artes y costumbres tradicionales de la región. Sus platos de migas con avíos y la característica tapa de morcilla acompañada de chicharrones "de los de verdad" son ampliamente conocidos entre los jiennenses y visitantes que buscan autenticidad en cada bocado.
Si estás buscando una experiencia verdaderamente única en tu visita a Jaén, no puedes perderte la oportunidad de disfrutar de un Rossini en el Bar La Barra. Es el único lugar del mundo donde esta misteriosa y deliciosa bebida es servida. No solo es un aperitivo fresquito, sino que entre sus burbujas encierra un pedazo de historia jiennense que se ha convertido en una seña de identidad de las tascas de la capital jiennense.
Así que ya sabes: si tienes la oportunidad de visitar Jaén, asegúrate de incluir una parada en el Bar La Barra para saborear esta misteriosa delicia local. El Rossini es un vínculo generacional que une a los jiennenses y deja a los visitantes con un recuerdo inolvidable de esta tierra única. ¡Brinda con un Rossini y descubre el sabor auténtico de Jaén!
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