Un alojamiento sobrenatural en Jaén: descubre la historia de los dos fantasmas del Parador de Turismo

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El Parador de Jaén se encuentra en el Cerro de Santa Catalina, junto al castillo.
El Parador de Jaén se encuentra en el Cerro de Santa Catalina, junto al castillo.

Jaén/El mismísimo Iker Jiménez quiso comprobarlo en persona, y es que hace ya muchos años que deambula de boca en boca la leyenda de los fantasmas del Parador de Jaén, cuyo rastro se puede observar, según las investigaciones del periodista y de otras personalidades del mundo paranormal, en presencias extrañas, ruidos a medianoche y sorpresas algo desagradables.

La habitación del pánico

Cuentan los que hablan de ello que hay una habitación especialmente maldita dentro del Parador de Jaén (por lo que no tienes que preocuparte en absoluto de dormir en cualquier otra, es un sitio seguro y recomendable por su calidad y vistas a la ciudad). Se trata de la habitación número 22, en la que Iker Jiménez pasó una desapacible noche: “tuve un sueño lúcido en el que se me aparecía una pequeña de unos cuatro años junto a la cama, el mismo que tuvo mi compañero de investigación”, aseguró en Cuatro el famoso periodista. También se comenta que la habitación maldita podría ser la 401.

El fantasma del Parador de Jaén

Aunque hay quien afirma que son dos y no uno el fantasma que mora las dependencias del Parador de Jaén, la leyenda que ha llegado a nuestros días habla de una mujer atormentada cuya alma sigue vagando por esta habitación maldita. Se trata de la que fue amante de Miguel Lucas de Iranzo, condestable de Jaén, cuyo nombre respondía a Jasmina, una mujer árabe de ojos verdes que vivía en uno de los aposentos del Castillo de Jaén.

Se dice que su relación despertaba la envidia de muchos nobles, tanto por el asunto amoroso en sí como por las consideraciones que el condestable tenía para con los que entonces eran enemigos de los cristianos: árabes, gitanos y judíos, por lo que, ante una salida del Condestable Iranzo, aprovecharon para entrar en la habitación de su querida y darle muerte.

Embarazada como estaba, fue violada y quemada viva. De este violento pasaje quedaron posos: los lamentos y llantos que dicen pueden escucharse junto a las almenas de la fortaleza, esperando a su amado. Una visión que se dice, experimentó el propio guarda del castillo en 1960. Otro suceso paranormal es el que se ha dado cuando, al tomar una fotografía del Condestable Iranzo en el Parador, el resultado es una imagen velada, que muchos relacionan con el espíritu de su querida Jasmina.

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