Sendero del Santuario: una visita que merece la pena más allá de la romería de la Cabeza

El Parque Natural de Sierra Morena, casa del lince ibérico, ofrece rincones que bien merecen una escapada en cualquier época del año. Ahora, con la primavera, a no ser que tengas alergia, es una época ideal para subir hasta el Cerro del Cabezo, al Santuario de la Virgen de la Cabeza. Además, tras haber pasado la celebración de la romería, que congrega a miles de personas de todo el país en unos pocos días, la visita será más tranquila, ideal para disfrutar del entorno, lleno de naturaleza y belleza para la vista y los sentidos.

Un recorrido por el sendero

En este entorno agreste, a unos treinta kilómetros de la localidad de Andújar, se encuentra el sendero del Santuario, con una longitud total de 3 kilómetros, que puede recorrerse en aproximadamente 46 minutos. El punto de partida se encuentra junto a la carretera A-6177, doscientos metros antes del último cruce que lleva al santuario. Al seguir este camino, nos adentramos en un paisaje típico del monte mediterráneo, con dehesas de encinas y alcornoques que proporcionan sombra y belleza al recorrido.

Puntos de interés

A lo largo del sendero, se pueden apreciar diversos puntos de interés, cada uno con su propio encanto, como el monte mediterráneo y las dehesas, espacio para disfrutar de la flora autóctona, dominada por encinas y alcornoques. Otra parada recomendada es en el Cortijo La Huerta de los Frailes, un lugar histórico que recuerda el pasado y presente religioso de este enclave. El agua también es protagonista con el Arroyo del Membrillar, que ofrece vistas panorámicas del valle del río Jándula. Y como no podría ser de otra manera, el propio Santuario de la Virgen de la Cabeza, destino final del sendero, ubicado en el cerro del Cabezo, con diversas instalaciones y servicios para los visitantes.

Ruta por el Santuario

Partiendo desde Andújar por la carretera A-6177, hacia el santuario, el inicio del sendero se encuentra a treinta kilómetros de la ciudad. Desde este punto, comenzamos el ascenso al cerro del Cabezo, un promontorio visible a menos de un kilómetro en línea recta y a unos cincuenta metros de desnivel. El sendero nos lleva inicialmente hacia el suroeste, hasta un cruce a unos trescientos metros donde debemos girar a la derecha.

Pronto llegamos al Cortijo La Huerta de los Frailes, que antaño servía a los religiosos que custodiaban el santuario. Rodeando este edificio, continuamos hacia el suroeste por unos doscientos metros hasta un nuevo cruce donde tomamos un desvío a la derecha. El camino pasa bajo un tendido eléctrico y cruza el Arroyo del Membrillar, un punto desde donde se pueden admirar las vistas del valle del río Jándula.

A medida que nos acercamos a las faldas del cerro del Cabezo, comenzamos a ver las estructuras urbanizadas ligadas al santuario y la famosa romería, que se celebra el último domingo de abril. Continuando por la carretera asfaltada, tomamos un desvío a la izquierda para recorrer unos cincuenta metros con precaución, hasta llegar a la empedrada calle del Santuario. Esta calle, con una pendiente considerable de unos trescientos metros, nos lleva directamente al santuario.