Recomendaciones si vas a los restaurantes con los nuevos Soletes de la Guía Repsol
COMER EN JAÉN
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Que Jaén es una ciudad para comérsela no admite discusión a poco que nos demos un paseo por cualquiera de sus barrios: bares y restaurantes de todo tipo y, sobre todo, para todos los bolsillos, pueblan las aceras de la ciudad del Santo Reino. La gastronomía es un bien cultural propio de los jienenses, que comparten con los visitantes en cada bocado, plato y propuesta culinaria diferente a las que puedan encontrar en el resto de Andalucía.
De ahí que esta semana la ciudad haya amanecido con otra buena nueva en el sector: la adjudicación de los afamados ‘Soletes Repsol’ a ocho bares y tascas de la ciudad. Acompáñanos de paseo por todas ellas para que la próxima vez que pongas un pie en estos templos de la buena mesa sepas qué pedir para salir con el mejor sabor de boca.
Bares de las tascas de Jaén con Soletes Repsol
Comenzamos nuestro periplo culinario por Jaén en una de las zonas con más historia de la ciudad: las tascas. Si no las conoces aún, ya te adelantamos que es una visita obligada para cualquiera que venga a Jaén, ya sea por un día o una semana entera. Adentrarse en sus estrechas calles llenas de propuestas para comer platos típicos de Jaén es un “must” que no puedes dejar pasar.
En el número 8 de la mítica calle Bernardo López nos encontramos con la ‘Taberna La Manchega’, una de las tascas más antiguas de la ciudad. De raciones generosas y cocina andaluza y jaenera, aquí encontrarás dos clásicos de la tierra con el pan como protagonista. Hablamos del bocadillo ‘Lío’ o ‘Líos’, que fue creado por la desaparecida tasca ‘Los Amigos’ y que difícilmente podrás encontrar en otros bares de la ciudad. ¿Su secreto? Ser a la vez un plato sencillo pero efectivo en cuanto a la mezcla de ingredientes: anchoas, alcachofas y mayonesa es el triplete ganador de esta creación 100% de Jaén. Por supuesto, su delicioso pan es uno de los fuertes para elegirlo en cualquier ocasión. Y hablando de pan, pero esta vez frito, no dejes pasar la oportunidad de probar ‘El Recluta’, una tapa a base de anchoas y tomate en rodajas con base de panaceite frito. Otras viandas recomendables en esta tasca son el lomo de orza, las migas y, como habrás imaginado, una extensa carta de bocadillos que saciarán el apetito más voraz. A destacar también su ambiente andaluz, con mesas y barriles dispuestos para la algarabía general, además de su salón de comidas en el sótano del bar, ideal para celebrar los buenos momentos de la vida en familia o con amigos.
Para los que disfruten de la casquería a la hora de comer, existe un bar con nombre propio al que acuden asiduos de este tipo de manjares: el ‘Bar Montana’, ubicado en la calle Cerón número 2. Criadillas fritas, callos, manitas de cerdo y orejitas son algunos de sus bocados más codiciados. Pero también puedes optar por papas con dos de sus salsas más clásicas: alioli o bravas. Entrar en este bar es sacar billete a un viaje al pasado: su barra metálica y la decoración hablan de tiempos remotos, pero que han sabido envejecer con solera, siendo otro de los alicientes para no dejar pasar la oportunidad de ir y probar algún plato de su tradicional carta.
En la paralela a la calle Bernardo López continuamos nuestra andanza para llegar a otro de los bares clásicos de las tascas de Jaén: ‘El Gorrión’. Lejos de lo que muchos creen, no es esta la tasca más antigua, pero sí una de las más longevas, ya que fue fundada en 1888. Cuenta la leyenda, que puedes leer in situ o incluso llevarte impresa como recuerdo que la historia del jamón momificado que exhiben orgullosos en su vitrina tuvo que ver con una princesa llegada de tierras remotas. Otro de sus encantos es que verás a los trabajadores tomar la comanda en la propia barra, con una tiza, como a la vieja usanza. Detalles que marcan la diferencia, además de su deliciosa carta. Si eres amante del queso no puedes irte sin probar la combinación ganadora: queso y vino del bueno. Porque están para repetir. Además, en la Guía Repsol han destacado otros platos como sus conservas, la sangre encebollada, el bacalao salado con rábano, algo muy de Jaén, o los alcaparrones, también propio de la tierra.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar de nuevo a la calle Cerón, esta vez al número 7, para terminar este minitourgastronómico por las tascas de Jaén con Soletes Repsol, y lo hacemos en la ‘Taberna La Barra’. Aunque no destacaron (imaginamos que por no haberlo probado) los deliciosos Rossinis (una mezcla de vermú, sifón y algún ingrediente secreto más), sí que dieron buena cuenta de las excelentes migas con avíos y los chicharricos. Por aportar algo más: la morcilla en caldereta o la carrillada ibérica son otros platos que no te arrepentirás para pedir. A ese encanto culinario y único se une el propio local, una especie de museo de reliquias y recuerdos donde podrás ver desde la primera botella de gaseosa o los primeros ‘biscúter’ de cerveza Alcázar (quintos de diseño antiguo) hasta otras piezas de exposición: radios antiguas, el primer modelo de móvil en el mercado y una colección de recortes de prensa que han dado buena cuenta de la singularidad del lugar.
Bares del Centro de Jaén con Soletes Repsol
En la conocida como Plaza del Pósito encontrarás un localpequeño pero igualmente acogedor, haciendo esquina. Se trata del ‘Bar Fígaro’, con más de cincuenta años de historia: otra de las paradas obligatorias para los amantes de la casquería, cuyo menú incluye sesos, riñones, blanquillas y criadillas, que no debes dejar de regar con un buen vino.
Justo arriba, frente a la imponente CatedraldeJaén y junto al Palacio de la Diputación provincial de Jaén se sitúa otro de los bares con nuevo Solete Repsol. Aunque de creación más contemporánea, la ‘Taberna Panaceite’ ya ha pasado a formar parte de la historia gastronómicajiennense. Aunque tiene bastantes platos calientes a tu disposición, es el lugar para tomar embutidos de buena calidad, la típica ensalada de bacalao y habas jaeneras y cómo no, el propio “panaceite”: pan con aceite de oliva virgen extra, aceitunas y bacalao.
Bares de San Ildefonso con Soletes Repsol
Del centro de la ciudad andamos unos pocos minutos, por la amplia calle Bernabé Soriano, que entre los jiennenses es mejor conocida como “La Carrera” para bajar un poco hasta llegar a otro de los barrios cuya visita merece siempre la pena: San Ildefonso. Allí nos esperan un par de destinos gastronómicos que acaban de celebrar su Solete de otoño 2023. Comenzamos por la ‘Taberna El Hortelano’, en la calle Teodoro Calvache número 25, donde salivarás al ver los enormes gajos de sus patatones fritos conalioli: una delicia de dioses. Además, en la Guía Repsol han dado buena cuenta de sus chacinas y de los violetes: un plato típico de Porcuna que gracias a esta taberna ha llegado a la capital y que no es otra cosa que una suerte de san jacobo con carne picada que se come en pequeños bocaditos.
Justo al lado, en el número 23, tienes la última parada en San Ildefonso para disfrutar en ‘Casa Domingo’ de unas cebolletasfritas de campeonato. Otras opciones aplaudidas son su excelente ensaladillarusa o las berenjenas fritas con miel. Y para los más carnívoros, es obligatorio pedir su famosa carne de la suegra.
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