Una leyenda terrorífica: el Padre Canillas del Arco de San Lorenzo
TURISMO OSCURO
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Las calles empedradas de Jaén están impregnadas de misterio y leyendas transmitidas de generación en generación. Entre todas ellas, la leyenda del Padre Canillas del Arco de San Lorenzo destaca como una de las más inquietantes y escalofriantes de todas.
La leyenda del Padre Canillas: un encuentro inesperado
La historia se desarrolla en una noche oscura y gélida de invierno en el barrio de San Juan. Una pareja de enamorados buscaba privacidad en el portal de una antigua casa para despedirse. Después de intercambiar caricias y besos, el joven salió del edificio y, en su camino hacia la Plaza de Santiago, un extraño clérigo emergió de un callejón cercano.
Vestido con una sotana negra y un sombrero de ala ancha, el cura se acercó al joven y le preguntó si era católico y si conocía la celebración de la misa para explicarle después que su monaguillo estaba enfermo y necesitaba ayuda para oficiar la misa en la capilla de la iglesia de San Lorenzo. El joven aceptó la oferta y acompañó al clérigo hacia la parroquia.
Al llegar a la iglesia, el clérigo condujo al joven a la sacristía. Mientras ayudaba al cura a descalzarse, se horrorizó al descubrir que las piernas del clérigo estaban completamente desprovistas de carne, dejando al descubierto solo huesos. Aturdido y aterrorizado, el joven huyó de la iglesia y corrió por las calles de Jaén, necesitado de compartir con alguien su encuentro escalofriante.
Subiendo la gran cuesta que une la capilla con la iglesia de la Merced, allí metió la cabeza en la fuente que hay en la misma plaza, tratando de espantar de su cabeza la imagen que acababa de ver. Todavía atemorizado, se puso a relatar lo que había vivido a un clérigo que pasaba por allí. Y justo al llegar el momento de contar lo de las canillas que había visto con sus propios ojos, el clérigo levantó su sotana y le dijo al mozo… ¡como éstas!, mientras le mostraba los huesos que tenía por piernas, lo que provocó la huidadespavorida del joven a través de la estrecha calle Joaquín Acosta.
El eco del Padre Canillas
Aún hoy, los habitantes de Jaén afirman escuchar los pasos ligeros del Padre Canillas desde el Arco de San Lorenzo hasta la Plaza de la Merced. La presencia inexplicable del Padre Canillas continúa siendo un enigma sin resolver en la ciudad. Las noches de invierno, en particular, están impregnadas con la extraña sensación de que el clérigo fantasmagórico aún camina por las calles empedradas, dejando tras de sí un rastro de misterio y terror.
Visitar Jaén es adentrarse en un mundo donde las leyendas cobran vida, y donde cada callejón tiene una historia que contar. La historia del Padre Canillas es sólo una de las muchas que esperan ser descubiertas en esta ciudad repleta de leyendas y misterios sin resolver.
Y si la historia no es suficiente aliciente para ir, cabe recordar que una visita al Arco de San Lorenzo bien merece la pena. El edificio es el único vestigio en pie de la antigua Iglesia Parroquial de San Lorenzo de Jaén, datada a finales del siglo XIII. Su forma de torreón lo hace aún más especial para la visita. Nada más entrar te encontrarás con una diminuta capilla cuyas paredes todavía conservan para de la solería original. Una parada obligatoria en tu visita a Jaén, pero, eso sí, evita ir de noche. Por si las moscas.
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