Descubre el monumento natural Cueva del Agua de Tíscar

A pocos kilómetros del municipio de Quesada, en el cruce de caminos que conecta las aldeas de Don Pedro y Belerda se encuentra Tíscar, un lugar que alberga uno de los monumentos naturales más impresionantes de Jaén: la Cueva del Agua.

El camino a la Cueva del Agua de Tíscar

Para llegar a la Cueva del Agua, toma la carretera A-6206, también conocida como la carretera de Tíscar, que enlaza Quesada con Hinojares y Pozo Alcón. Esta pintoresca vía te llevará a través de un túnel excavado en un imponente paredón rocoso que sostiene el Santuario y el Castillo de Peña Negra. Justo bajo este monumento natural se encuentra la famosa Cueva del Agua. Para acceder a ella, sigue un carril asfaltado que parte de la A-6206, aproximadamente a unos 300 metros del Santuario.

Si has tenido la oportunidad de visitar Covadonga en Asturias, encontrarás sorprendentes similitudes estéticas, místicas e históricas entre ese lugar y la Cueva del Agua de Tíscar. Se dice que, en la Cueva Dominica del Valle de Cangas, Don Pelayo comenzó la guerra contra los musulmanes en tiempos remotos. Algunos incluso se refieren a este asombroso rincón como la ‘Covadonga Andaluza’. Según la tradición, aquí se manifestó la Virgen de Tíscar, cuya imagen se elevó en estatus después de la caída de la fortaleza árabe en el siglo XIV. Aunque la Cueva del Agua es menos majestuosa que su homóloga asturiana, su encanto es innegable.

Una historia de devoción antigua

El sitio donde se encuentra la Cueva del Agua de Tíscar ha sido considerado sagrado desde tiempos inmemoriales. La tradición habla de una aparición en la cueva, que en realidad es un cañón cerrado esculpido por el Arroyo de Tíscar. Incluso durante la época en que los árabes mantenían una plaza que consideraban inexpugnable sobre la cueva, ya era venerada. La actual morada de Nuestra Señora, que data de los siglos XV o XVI con remodelaciones posteriores, se erigió sobre la planta principal de la fortaleza mora.

Frente a la entrada de la ermita, encontrarás una fuente con un poema de Antonio Machado dedicado a la patrona de Quesada. Aunque del antiguo fortín solo queda la majestuosa torre del homenaje, con el escudo de armas de Pedro I del siglo XI incrustado en el sillarejo, aún se puede apreciar el recinto amurallado del patio de armas, que se alza sobre un collado de difícil acceso en Peña Negra. Esta espectacular pared vertical es frecuentada por cabras monteses, buitres y águilas. Para llegar hasta allí desde el santuario, puedes utilizar una escalinata metálica.

Descubriendo la Cueva del Agua

Para visitar la Cueva del Agua, sigue el carril asfaltado que parte de la A-6206, cerca del santuario. A unos 300 metros de éste, encontrarás algunos aparcamientos. Desde aquí, unas escaleras te llevarán a través de un estrecho túnel, donde tendrás que agacharte para pasar. Este túnel alberga una acequia que transporta agua a las huertas cercanas. A medida que atraviesas esta oquedad artificial, el camino te ofrecerá varias alternativas para visitar este mágico lugar.

En el interior de la cueva, sobre una pequeña oquedad en la pared, descubrirás una réplica de la Virgen. Los lugareños devotos consideran que esta es su morada original, y a menudo dejan ofrendas. Para tu seguridad, se recomienda llevar calzado con suela antideslizante y ser precavido, ya que el suelo y las escaleras pueden ser resbaladizos en ocasiones.

Mientras conoces Tíscar y la Cueva del Agua, te recomendamos visitar el nacimiento del Arroyo de Tíscar y el merendero del Vadillo de Tíscar, que se encuentra muy cerca del santuario. Estos lugares te ofrecen una oportunidad adicional para conectarte con la naturaleza y disfrutar de la serenidad que ofrece este impresionante lugar.

Tíscar, con su Cueva del Agua, es un verdadero tesoro en Jaén que combina historia, espiritualidad y belleza natural. No dudes en incluirlo en tu lista de destinos a visitar en la provincia y disfruta de la riqueza de este lugar mágico que parece suspendido en el tiempo.