Jaecoo 7, un SUV C concebido para todos los públicos

Tras el éxito obtenido con el desembarco de Omoda que con su, por el momento, único Omoda 5 ya ha conseguido en España casi 5.000 matriculaciones y colocar a la marca la 27 en el ranking general -y 22 en el de ventas a particulares-, la filial de Chery en España lanza Jaecoo.

El posicionamiento de la firma es algo más complejo que el de Omoda en tanto que tiene en su enfoque componentes de pretendido carácter premium e, incluso, hace gala de una mayor vocación tecnológica. También aspira, gracias a la disponibilidad de la tracción total que se liga a uno de los dos niveles de equipamiento, a aportar un carácter más campero frente a la inclinación más urbana de Omoda.

Por el momento, -el año que viene llegará otro más, algo más corto, del que hablamos más adelante, así como otro más grande, el Jaecoo 8 de 4,82 m-, esta nueva marca irrumpe en el mercado con un SUV C con carrocería de 4,50 m de largo con precios muy rompedores y, como veremos, algo más que eso.

Si es tracción delantera, Select; total, Exclusive

Su gama dispone hoy de un motor de gasolina, si bien el Jaecoo 7 con el sistema híbrido enchufable llegará en 2025, un 1.6 litros de inyección directa de gasolina y sobrealimentado con un turbo que, a todos los efectos, es igual al que usa el Omoda 5. Rinde, por tanto, 145 CV de potencia y 275 Nm de par máximo.

Está asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete marchas fabricada por Getrag que entrega el empuje, bien a través de las ruedas delanteras; bien de las cuatro con la intermediación de un embargue multidisco situado en el eje trasero.

Si el Jaecoo 7 tiene tracción 4x2 se liga al acabado Select, cuyo precio de tarifa -antes de descuentos y promociones-es de 33.900 euros; y si es de cuatro ruedas motrices lo hace al nivel Exclusive, en cuyo caso cuesta 4.000 euros más.

El aspecto del Jaecoo 7 es muy rotundo. Lo es visto de frente, con una parrilla de gran tamaño compuesta por láminas verticales y flanqueada por un buen número de elementos ópticos -todos con leds, aunque los faros principales no son de tipo matricial-. Lateralmente tiene gran peso de la superficie de chapa -las ventanillas traseras se nos antojan pequeñas en relación al tamaño del resto de la puerta- y cuenta con tiradores retráctiles que emergen cuando son necesarios; mientras que la parte posterior los pilotos, como los faros principales, transmiten la sensación de estar compuestos por pixeles y quedan unidos por una tira de leds. Un spoiler remata un portón con un cristal de altura reducida.

Las llantas, siempre de 19" -reciben neumáticos 235/50 R19-, tienen un diseño muy llamativo, pues los radios están unidos por piezas que pretenden facilitar la penetración aerodinámica, aunque esta cuestión no parezca ser uno de las que más ha preocupado a los diseñadores de Jaecoo, dado ese frontal tan vertical y, por supuesto, también la altura de la carrocería: con 1,68 m es 10 cm mayor que la del Omoda 5, por buscar una referencia sin salir de la casa.

Todos los rivales del Jaecoo 7

De hecho, de los SUV de longitud de carrocería parecida -excluidos los coupés- no hay ninguno exceptuando el Land Rover Defender, que sea claramente más alto que el Jaecoo 7, que con los CX-5 de Mazda, Tivoli de KGM, Tiguan de Volkswagen, XC440 de Volvo, C5 Aircross de Citroën o Tucson de Hyundai está entre los coches semejantes que pasan de los 1,65 m de altura. Otras alternativas al recién llegado, también con motores de gasolina y más "bajitos" podrían ser los Nissan Qashqai, Audi Q3, BMW X1, Kia Sportage, Renault Austral, Cupra Terramar...

De utilizar el motor de gasolina de potencia parecida y la tracción total como factores discriminantes, sólo el SUV de Nissan ofrece una opción parecida, al igual que ocurre con los de Hyundai y Kia, así como el Audi. Salvo el Qasqhai, todos ellos son más costosos que el Jaecoo.

Si lo que elegimos es la tracción delantera, sólo tiene precios menores el Austral de Renault o, nuevamente, el Qasqhai de Nissan ambos con el añadido de que sus motores son microhíbridos -tienen la etiqueta Eco, por tanto-, pero con menor equipamiento de serie que el Jaecoo 7 Select 4x2.

Y es que, en este sentido, el flamante modelo de origen chino dispone de serie en esta versión básica de un climatizador bizonal, la pantalla multimedia vertical de 13,2", cámaras que ofrecen una visión de 540º -perimetral, cenital, eliminación de la carrocería, etc-, asientos delanteros calefactados, techo panorámico en el que la mitad de él es practicable, portón motorizado o docena y media de ayudas a la conducción entre la que está un intrusivo sistema de centrado en el carril, incluso sin excesiva proximidad al límite del mismo.

En el Exclusive y, por tanto, 4x4, se añade una pantalla aún de mayor tamaño, de 14,8", el head-up display, ocho altavoces para el equipo de sonido de Sony, asiento para el conductor con regulación lumbar y memoria, así como refrigerados los dos delanteros y calefacción para los dos laterales traseros o el volante, entre otros elementos. Ambos acabados también incluyen en su precio la pintura metalizada, aunque si se opta por el techo en color negro, sólo para el Exclusive, su precio es de 500 euros.

Un espacio ni grande ni pequeño

En términos de espacio habitable, nuestras mediciones corroboran la primera impresión de discrección. Así estamos ante un coche de anchura correcta, pero nada destacable frente a la competencia, al igual que ocurre con la cota vertical, definida ésta por la cubierta del techo panorámico. La cota que más brillante nos ha parecido es la longitudinal, con un espacio en el que es perfectamente posible que cuatro adultos de amplia talla -por ejemplo, 180 cm- puedan ir cómodos encontrando suficientes centímetros para sus rodillas. Asimismo, no tendrán problemas de acceso, pues las puertas abren con amplitud y el suelo atrás es prácticamente plano: el túnel de la transmisión, que lo hay, apenas emerge tres centímetros del piso.

En cuanto al maletero, Jaecoo atribuye a la versión 4x2 un total de 424 litros y a la 4x4, 340, volúmenes discretos. Esta última versión es la que hemos podido medir, encontrando un máximo de 375. Esto es con los respaldos traseros en la posición más vertical posible -tienen tres puntos de ajuste en este sentido-, mientras que dándoles el máximo confort a los ocupantes el volumen de carga se reduce a 362.

El piso del maletero enrasa con un plano de carga que está a 77,5 cm del suelo y, bajo el mismo, encontramos una rueda de repuesto de galleta que, por el espacio aún disponible, podría llevar una tan grande como las otras cuatro y aún sobraría algún centímetro.

Los asientos delanteros son muy amplios y con regulaciones eléctricas es fácil encontrarse a gusto, aunque pediríamos un poco más de apoyo para la parte superior de la espalda para redondear ese confort, pues el volante se mueve suficientemente en altura y profundidad. En ese puesto de conducción, no obstante, nos gustaría que Jaecoo reconsiderará el perfil de plástico que rodea al retrovisor interior, por endeble e, incluso, porque desvirtúa la imagen del espejo.

También nos gustaría que la puerta del conductor dispusiera de un tirador vertical más próximo a las bisagras, como la del acompañante, de modo que no nos exija tener que estirarnos, tomando una posición muy forzada, para alcanzar el hueco que asir para cerrarla si está totalmente abierta. Quizá, simplemente, con practicar un hueco bajo el perfil de plástico que simula el metal junto a los mandos de retrovisores y ventanillas, bastaría.

Para la instrumentación, Jaecoo recurre a una pantalla sin visera que, durante nuestra conducción, no nos ha supuesto problemas de visibilidad. Ahora bien, la información es abundante, alguna se ofrece con carácteres más bien pequeños y la navegación a través de esa pantalla -los mandos, en los radios del volante- exige a veces perseverancia para activar la función deseada.

Nos gusta, eso sí, la idea de mostrar en el centro de la pantalla una animación con nuestra posición y la del resto de coches que se localizan con los distintos sensores a partir de los que trabajan las ayudas a la conducción, aunque la situación de esos otros vehículos respecto al carril no es muy precisa e, incluso, viajando por carreteras de un carril por sentido recibimos una imagen que parece corresponderse con una de varios.

La pantalla central, enorme en el caso del acabado Exclusive, tiene un sistema operativo propio desarrollado por la marca y que, en general, es muy vistoso, pero un poco apabullante por las posibilidades de configuración de sistemas que, por otro lado, no ofrecen unas sensaciones suficiente distintas entre unos ajustes y otros. Es el caso de, por ejemplo, una función que, sobre el papel, evita que al frenar para detenernos el eje delantero se hunda más o menos; pero hay más como otra que, también en teoría, aporta mayor o menor sensibilidad en el pedal del freno que, en cualquier caso, nos parece siempre igual y muy meritoria.

Hemos encontrado, igualmente, que a veces la pantalla se mostraba algo reacia a responder, si bien nos aclararon que podía ser necesario mantener unos instantes la presión sobre la pestaña correspondiente para lograrlo. En todo caso, si sabes manejar un teléfono móvil, es fácil adaptarte a usarla.

No hay mandos físicos para el climatizador pero, al menos, el ajuste de la temperatura y del ventilador está siempre presente en esa pantalla para facilitar la tarea, al igual que unos cuantos atajos.

Esta pantalla -como también la de menor tamaño- es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricamente. Esto, junto a una superficie de carga inalámbrica bajo la misma de 50 W, hace que podamos prescindir de cables, aunque sí hay varias conexiones USB distribuidos por el habitáculo. Por ejemplo, atrás, debajo de la salida de aire en la que acaba el apoyacodos central y de los mandos de los asientos calefactables, encontramos una de tipo C y otro B.

Nos ha gustado encontrar varios espacios de gran tamaño, como la bandeja que está bajo la consola en la que se sitúa el mando del cambio. Tras éste aparecen algunos botones que rodean el mando giratorio con el que se pueden elegir entre siete modos de conducción, aunque desde la pantalla también es posible hacerlo. Hay cuatro específicos para la conducción off-road, así como para circular por nieve, pero los que afectan a las situaciones más habituales, el discurrir por carretera, son Eco, Normal y Sport. Donde más se nota uno u otro es en la respuesta del motor al acelerador, aunque desde el ajuste no es instantáneo.

El cambio tiene un llamativo pomo que, en su lateral izquierdo, permite seleccionar el modo M, es decir, el modo manual con la elección, a partir de ahí, de las marchas empujando o tirando del mismo: no, no hay levas en el volante. En general, funciona bien, pero nos ha parecido algo brusca la conexión de su embrague en las salidas, por citar alguna situación, de un peaje o una rotonda.

La dirección no enamora

Hemos tenido la oportunidad de probar este último dándole un uso muy variado: por vías rápidas, seguidas de carretera de montaña y, asimismo, en un recorrido off-road sin grandes complicaciones, pero que ha puesto a prueba la tracción a las cuatro ruedas, esencialmente, así como el trabajo de la electrónica asociada a ella.

Tras él, el elemento del chasis que entendemos que necesita una revisión es la dirección -2,8 vueltas entre topes-, con una precisión mejorable. Nada preocupante, pero sí imprescindible para que este Jaecoo 7 esté donde pretende la marca y, más aún, cuando permite disfrutar de la conducción que sí propician los bien contenidos los movimientos de tan alta carrocería en curva. Su tendencia natural en éstas es a abrir las trayectorias, lo que se consigue una vez que se supera el límite de agarre de sus neumáticos, que no es elevadísimo, pero las reacciones se perciben progresivas.

En autopista nos ha llamado la atención lo bien insonorizado que está, de modo que es posible circular a velocidades cercanas a la máxima sin gran pérdida de confort. En este sentido, y a modo de anécdota, el desprendimiento de un perfil lateral del parabrisas, provocó puntualmente un incremento del ruido aerodinámico que, tras parar para ajustarlo, desapareció para recuperar ese ambiente de tranquilidad. A éste contribuyen los cristales laminados en las dos ventanillas delanteras.

Este es el terreno favorito del Jaecco 7 también por la prestación que ofrece su motor, pues en las vías rápidas se desempeña bien a velocidad constante, pudiendo rodar por encima de 140 km/h con soltura. A 120 km/h su consumo medio ronda unos 9-10 l/100 km.

En carreteras en las que abundan las curvas o pendientes en contra, los 145 CV se nos antojan justitos para una conducción dinámica. Una pista de ello es que esta versión de tracción total acelera de 0 a 100 km/h en 12 segundos, un 10 por ciento más que la 4x2. Eso sí, uno u otro prometen consumos  medios homologados no muy elevados para motores sin electrificación alguna: 7,5 l/100 km el de tracción delantera y 8 para el total, este valor muy próximo al que conseguimos al término de nuestra ruta: 8,5 l/100 km.