Claves de la electrificación de la economía
Más allá de la reducción de emisiones, la transición energética impacta en la calidad del aire, la eficiencia energética, la vulnerabilidad de la economía, el empleo o la innovación
Iberdrola mantiene sus previsiones de invertir 41.000 millones de euros hasta 2026 para acelerar la electrificación
Casi el 45% de la electricidad producida en Europa procede de renovables
España ha adquirido el compromiso de limitar o de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero tanto en el ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, su Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, como en el de la Unión Europea. La Ley del clima Europea crea en el año 2021 el marco jurídico para alcanzar la neutralidad climática de la Unión Europea en 2050. En concreto, establece que la Unión debe aspirar a conseguir un equilibrio entre las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero de todos los sectores de la economía y la absorción de gases de efecto invernadero conseguida por los sumideros dentro de la Unión de aquí a 2050, y a lograr, en su caso, unas emisiones negativas a partir de esa fecha.
Por su parte, La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética asume para España en 2050 y en todo caso, en el más corto plazo posible, el objetivo de neutralidad climática en 2050.
La transición hacia una economía electrificada requiere invertir significativamente en infraestructura, impulsar las tecnologías limpias y renovables, así como disponer de políticas y regulaciones que favorezcan la adopción de tecnologías eléctricas en todos los sectores.
En este ámbito, el Grupo Iberdrola lidera la transición energética hacia un modelo sostenible a través de inversiones en energías renovables, redes inteligentes, almacenamiento de energía a gran escala y transformación digital para ofrecer los más avanzados productos y servicios a sus clientes. Precisamente, durante la celebración de su Capital Markets Day, celebrado este año en Londres, anunció sus previsiones de invertir 41.000 millones de euros y contratar a 10.000 personas hasta 2026 para acelerar la electrificación.
Desde el punto de vista de estas estrategias, Iberdrola apuesta por esta la electrificación subrayando una serie de beneficios clave para el planeta y la sociedad. Estos son algunos de los principales:
Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
La generación y el uso de electricidad a partir de fuentes renovables produce menos emisiones de GEI en comparación con los combustibles fósiles. Esta alternativa, más limpia y sostenible, es especialmente importante en sectores como el transporte y la industria, que son la principal causa de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Mejora de la calidad del aire
Los combustibles fósiles no solo son los principales responsables del cambio climático, sino que también generan unas nocivas partículas que afectan a la salud de los seres humanos y que cada año producen millones de muertes prematuras en el planeta. La Organización de las Naciones Unidas estima que casi toda la población mundial (el 99 %) respira un aire que supera los límites de calidad del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Electrificar permite mejorar el estado de este bien esencial al reducir la dependencia de los combustibles fósiles en actividades como la climatización de los hogares o el transporte.
Mayor eficiencia energética
La electrificación puede generar importantes ahorros de energía gracias a su mayor eficiencia en ámbitos como el hogar, el transporte, la construcción o la industria. Por ejemplo, los motores eléctricos suelen ser más eficientes que los de combustión interna, lo que significa que pueden obtener más energía útil de una cantidad determinada de energía de origen. Esto permite un uso más eficiente de los recursos energéticos y una reducción del consumo total.
Diversificación en la matriz energética
Reducir la dependencia de los combustibles fósiles hace que la economía sea menos vulnerable a los cambios en los precios del petróleo y los riesgos asociados con la extracción y el transporte de este tipo de recursos. Esto se debe a la integración de otras fuentes de energía, las renovables, que generan una mayor flexibilidad en la generación de energía y un impulso al desarrollo de otras tecnologías emergentes.
Oportunidades de inversión y creación de nuevos empleos
La electrificación impulsa el crecimiento económico y la creación de empleo. Este proceso contribuye a fomentar la inversión y la oferta laboral en una gran variedad de sectores, como en el despliegue de nuevos equipos y tecnologías, sistemas de energía renovable, baterías, el despliegue de redes eléctricas o en la educación y formación, debido a la necesaria capacitación profesional y especialización de los trabajadores implicados en habilidades relacionadas con la electrificación.
Promoción de la innovación y el desarrollo tecnológico
El impulso a la electrificación promueve la investigación y el desarrollo de tecnologías de energía limpia, como baterías de alto rendimiento, sistemas de almacenamiento de energía y redes inteligentes. También favorece la digitalización, que proporciona soluciones más eficientes en la distribución eléctrica y una mayor flexibilidad y optimización en el uso de la energía por parte de los consumidores, por ejemplo, gracias a termostatos inteligentes.
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