El plan para que Rus recupere su patrimonio romano: “Los restos son de incalculable valor”
Patrimonio
Un mosaico romano de 200 metros cuadrados y 20 siglos de historia reposa bajo una zona agrícola cercana a la localidad ruseña
Las aguas del Giribaile ocultan los restos de una segunda villa romana, de carácter rural, que la sequía ha sacado a la luz
Ruta para conocer algunas de las murallas más interesantes de la provincia de Jaén
Francisco, un vecino ya mayor de la localidad de Rus supo desde hace muchos años que en la zona del Altillo, escondido bajo tierra, “había algo”. Los trabajos agrícolas en el lugar, a un kilómetro del pueblo, dejaron a la luz unas piedras de colores que juntas conformaban unas formas geométricas que no podían haberse unido al azar y fue cuando este ruseño decidió ponerse en contacto con su paisano arqueólogo Fabián Valcárcel. Este, junto a Emilio Sánchez, no tardaron en comprobar que lo que hay en el subsuelo de esta zona agrícola es una antigua construcción romana. Unas conclusiones que presentaron a la Universidad de Jaén.
Es aquí donde entra en escena José Luis Serrano, codirector junto a Marcos Soto de las excavaciones que se realizaron en el lugar. “Primero realizamos labores de micro-prospección superficial y prospección con georradar, técnicas no intrusivas. Después, en una segunda fase, se realizaron algunos sondeos”, narra este arqueólogo para Jaén Hoy. Lo que se halló en 2021 dejó con la boca abierta a sus descubridores pues ahora sabemos que bajo el Altillo duerme una antigua villa romana, ocupada entre los siglos I y V (aunque muchas construcciones datan del VI) y que cuenta con al menos un mosaico que estiman que puede tener unos 200 metros cuadrados. De hecho, fuentes de la investigación afirman que “constituye uno de los mosaicos más grandes de Andalucía y probablemente del sur de España”. “Se cree que este mosaico no es el único, pues la vivienda dispone de varias dependencias más, a pesar de que éste corresponde a la sala principal. Se espera que cuando se proceda a la excavación, aparezcan incluso escenas figurativas o que representen al dueño de la casa”, añaden.
Dicho mosaico es el hallazgo más espectacular pero no el único pues se han encontrado hay un molino de aceite de grandes dimensiones y, junto a esta antigua almazara, una zona de enterramientos, una necrópolis ya tardía en la que se siguió el rito funerario cristiano, con los cuerpos orientados al este. Además también se sabe que fue una vivienda de gran importancia para el desarrollo de esta zona por el complejo de cinco hornos conectados. “Las personas que allí vivieron no se dedicaban a autoabastecerse de vasijas, tejas o ladrillos, sino que allí se elaboraron materiales de construcción para otras villas romanas u otros centros de producción, lo que denota la existencia de un negocio”, aclara Rocío Beltrán, concejala de Patrimonio de Rus.
El plan para recuperar la villa
José Luis Serrano declara que “el Ayuntamiento de Rus ha hecho un esfuerzo enorme” al financiar los trabajos que se han hecho hasta ahora en el lugar y desde el Consistorio afirman que la cosa no va a quedar así. El plan para recuperar y poner en valor estos restos pasa por la declaración de los mismos como Bien de Interés Cultural, un proceso que ya se ha iniciado y que, según aseguran a Jaén Hoy fuentes de la Junta de Andalucía, avanza a buen ritmo “aunque es un proceso complejo”. El siguiente paso que dará el Ayuntamiento será el de comprar el terreno privado bajo el que se encuentran los restos, para después solicitar el ‘2% Cultural’ con el que esperan obtener la financiación necesaria para acometer un gran proyecto que podría transformar para siempre la vida de Rus.
Y es que defiende el arqueólogo y profesor de la UJA José Luis Serrano que “el interés es enorme y el impacto sería grandísimo”. “En Rus hay elementos históricos importantísimos y hay que tener en cuenta la ubicación del pueblo, a un minuto de la autovía y entre Castulo y las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza. La villa de Rus puede ser un alto en la ruta, un complemento excepcional para el turismo de la zona”, detalla este experto, quien también sabe de primero que esta no es la única villa romana que existe en el subsuelo del término municipal de Rus.
Un tesoro oculto bajo las aguas del Giribaile
La sequía que padece la provincia de Jaén, agudizada en los últimos tres años, dejó al descubierto los restos de una segunda villa, esta vez en la zona de Valcuenda. El lugar, en circunstancias normales, estaría inundado por las aguas del embalse del Giribaile, que han retrocedido dejando a luz, tras décadas de silencioso y perenne trabajo de excavación, lo que en su día fue una vivienda agrícola que contó con un almazara que usó un sistema de poleas que se activan con fuerza humana. Apareció un segundo molino de aceite, posterior, a la afueras de la villa, por lo que se sabe que los habitantes de esta casa optaron posteriormente por separar la zona residencial de la productiva. “Hay que entender Valcuenda como una especie de granja o cortijo, donde se producía aceite, vino, había animales… En definitiva, eran autosuficientes”, apuntalan desde el Ayuntamiento.
Será mucho más complicado recuperar estos restos que, tras las lluvias de los últimos meses, volverán a dormir bajo el suave oleaje del Giribaile, preservando para siempre el pasado romano de la localidad de Rus.
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