El último municipio constituido de Jaén: la lucha de 50 años de Arroyo del Ojanco por su independencia
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Repique de campanas, brindis, abrazos y alegría sembraron Arroyo del Ojanco hace 23 años al conocer la noticia que tantos años llevaban esperando. El municipio había conseguido por fin la independencia, ya no sería una pedanía más dependiente de Beas de Segura y conformó hasta la fecha, el último pueblo de la provincia de Jaén, el número 97 y de la comarca de Sierra de Segura .
Una larga historia que han escrito con puño, letra y esfuerzo los propios vecinos durante décadas con una identidad. Un sentimiento que despertó y que pasó de abuelos a nietos hasta hacerse con el poder de decisión sobre ellos mismos. Sobre este sentimiento sabe bien Pepe Berrio, actual alcalde y quien escribió buena parte del relato: "El pueblo por entonces ya tenía alrededor de 3.000 habitantes. Arroyo del Ojanco dependía de casi todo de Beas de Segura, y son 13 kilómetros de distancia. Entonces es un sentimiento, cuando un hijo se hace mayor porque quiere emanciparse, ¿no? Y eso nos pasó a nosotros", expresa.
Los intentos hasta llegar a lo que es hoy Arroyo del Ojanco no fueron pocos, sin embargo, su incansable paciencia les hizo aguantar hasta dar sus frutos. Durante el franquismo, en 1952, fue el primer intento de independencia, pero el Consejo de Ministros lo rechazó.
En los 80 la olla empezó a ebullir y surgió un movimiento que encabezó el camino a la separación. Un empresario de la entonces pedanía, Ismael Romero, que solía viajar mucho, en uno de esos viajes pararon en un restaurante donde se topó con una celebración de independencia. Tras consultar como lo hicieron a través de un abogado, consiguió el contacto y volvió al Arroyo del Ojanco para, junto con un grupo de amigos, que habían estado en anteriores intentos de independencia, iniciar el proceso.
Ellos movilizaron a los vecinos y sin dudarlo todos los habitantes se volcaron de nuevo. "A partir de ahí, una vez que nos pusimos en contacto con este abogado, él ya ordenó de nuevo los pasos a seguir, lo que teníamos que hacer. Se convoca una Asamblea Ciudadana para informar del proceso, de lo que tenemos que hacer, para conseguir la independencia. Se formó una comisión gestora y nos marcó los pasos", cuenta Berrio.
Recogida de firmas
En esa asamblea se ordenó una recogida de firmas para mostrar apoyo o no a la independencia. El 90% de los vecinos firmaron que sí a la segregación, sí a la independencia de Arroyo del Ojanco. Y ese fue el movimiento base para empezar el proceso de independencia. Los vecinos querían separarse.
Por fin, después de tantos años los habitantes del municipios veían la luz al final de túnel y encontraban una esperanza de lograr el objetivo. "Ya estaban animados porque habíamos encontrado un buen abogado, y claro, a nosotros aquello fue un boom en el pueblo, todo el mundo a la expectativa, todo el mundo pendiente, y cualquier llamada de esta comisión rectora, acudía a todo el pueblo", expresa el alcalde.
No había colores políticos, en aquel momento, en esa comisión que se formó, se nombraron varios voluntarios que salieron y concluyeron, que el único color político que había era la independencia del pueblo. Y todos, incluido el mismo Pepe Berrio, se pusieron a trabajar a las órdenes del abogado.
"Con ese grupo independiente, entonces se llamaba Solución Independiente en la primera fase, todos los vecinos del pueblo votaban a esa candidatura de unidad que había en el pueblo. Y conseguimos dos concejales en el Ayuntamiento de Beas de Segura", cuenta Berrio.
El "juego de malabares" de Beas de Segura
Entonces, comenzaron la lucha interna de nuevo y de forma unida, para que Beas de Segura aceptara su segregación con el partido Agrupación Electoral de Arroyo del Ojanco (AEAO), donde se encontraron con muchos noes hasta que el alcalde de Beas de Segura "en un juego de malabares" expresó su sí a la independencia, pero con una "coletilla" que empleó: "siempre que no se perjudiquen los intereses de Beas Segura". Entonces, al interponer el recurso al Tribunal Supremo dijo que no a la independencia, a pesar de que en el pleno había confiado su sí, según cuenta el actual alcalde.
El 24 de enero de 2001, tras un largo proceso judicial, el Tribunal Supremo dicta sentencia favorable a la segregación. El 29 de junio de ese año la Diputación aprueba la Comisión Gestora y el 7 de julio se constituye esta comisión de Arroyo del Ojanco y se declara al fin la independencia.
Así, se formó el primer Ayuntamiento de Arroyo del Ojanco con una Comisión Gestora, hasta que en 2003 hubo elecciones y el municipio tuvo a una mujer a la cabeza como alcaldesa, Manuela Carrasco, que arrasó en los comicios.
La alegría estaba desatada en el municipio, que alcanzó por fin el sueño de una lucha de generaciones enteras y que había pesado sobre sus hombros muchos obstáculos, hasta que finalmente lograron legitimar su identidad. Todos los vecinos salieron de su casa a la calle para celebrar, con música, cantos, barriles de cerveza, bailes y la satisfacción de haber ganado su lucha.
Himno de independencia: "Se rompieron las cadenas"
Tanto significó este hito que sus lugareños le pusieron letra y música: "Se rompieron las cadenas, que te tenían oprimido, ¡ya eres libre!, ¡ya eres pueblo!, con tesón lo has conseguido. Lograste tu independencia, ahora puedes caminar libre de todas las trabas que te impedían progresar. ¡Viva Arroyo del Ojanco!"
"Es un proceso natural, como cuando una familia crece, pues algunos miembros quieren ser independientes, quieren vivir su vida como todo el mundo y es justo lo que nosotros queríamos, porque éramos un pueblo grande", concluye Berrio.
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