Tres pueblos de Jaén entre los diez más felices de Andalucía

Todavía hoy resuena en el imaginario colectivo aquella letra de 'La Oreja de Van Gogh' en la que un último vals entonaba una triste sentencia: "La felicidad es un maquillaje de sonrisa amable". En ese caso, y por escudarnos en algo, el grupo musical hablaba de ausencias. Sea como fuere, los jiennenses podemos presumir de llevar una vida más o menos feliz, o al menos esa es una de las conclusiones a las que han llegado un grupo de estudiantes del IES Francisco Rodríguez Marín, en Osuna.

Partiendo de una hipótesis clara, la búsqueda de la felicidad ha sido el ámbito a explorar en el 12º concurso escolar 'Andalucía en un mapa'. "Si alguna persona se tuviera que venir a vivir a Andalucía y, para elegir localidad de residencia sólo contara con datos estadísticos oficiales, ¿qué localidad le ofrecería las mejores ventajas desde el punto de vista de la calidad de vida?", planteaban.

A pesar de la subjetividad del concepto, el objetivo de este estudio ha sido principalmente medir la calidad de vida de las 111 localidades más pobladas de Andalucía de acuerdo con estadísticas oficiales. Para extraer estos parámetros distribuidos en hasta 40 variables diferentes se han recogido datos procedentes de fuentes oficiales como el IECA (SIMA y fichas municipales) y el propio Ministerio del Interior. Agrupadas en nueve categorías que la UNESCO considera prioritarias para medir la calidad de vida de una población, este mapa de la felicidad atiende al promedio de salud, de bienes y de empleo, entre otros índices.

Ante este estudio acotado, los resultados son concluyentes: hasta tres pueblos de la provincia de Jaén aparecen entre los diez que mayor rango de felicidad presentan. El podio, coronado por el municipio cordobés de Pozoblanco, suma un cómputo global de hasta 177 teniendo en cuenta su censo poblacional de 17.000 habitantes, según los registros oficiales de 2022. Aún con estos resultados sobre la mesa, desde el instituto de Osuna ya anuncian la ampliación de este mapa a la totalidad de localidades de Andalucía.

Alcalá la Real, Baeza y Martos, en el podio

Hasta tres pueblos jiennenses, ciudades en términos demográficos, coronan esta escala de felicidad. Y si algo tienen en común estos tres es su rico y extenso patrimonio cultural, además de otras muchas ventajas que propician una economía activa: la presencia de industria, por ejemplo, o el incremento del turismo en el caso del casco histórico baezano. El primero de ellos, Alcalá la Real, aglutina una suma global de 175 puntos en las variables estudiadas por este equipo. Así, sus más de 21.000 habitantes ostentan la medalla de plata en esta lista de vecinos felices.

Algo más alejada, la ciudad Patrimonio de la Humanidad incorpora a su escaparate, ya de por sí atractivo, una alegría compartida en sus calles. ¿Serán los siglos de historia que atesora o su gastronomía? Algo parecido ocurre en Martos, la localidad más poblada de las tres, y con un importante índice de felicidad. Un detalle a tener en cuenta es el hecho de que en ninguno de ellos existe una tasa de desempleo importante, lo que indica sin duda alguna uno de los mayores alicientes para una buena calidad de vida.

Jaén, líder en seguridad

La capital jiennense sale bastante airosa en términos de felicidad: de hecho, se trata de la primera en aparecer en la lista de las ocho provincias andaluzas. La ciudad de Jaén, en el puesto número 12 del ranking, ostenta una suma global de 166, lo que la sitúa por encima de la media. Es difícil establecer cuáles son los criterios que más alegría aportan a sus vecinos: quién sabe si los bienes patrimoniales o presumir de una buena salud.

Lo cierto es que de entre todas las categorías de variables analizadas, la provincia de Jaén ocupa la primera posición en el ámbito de la seguridad, seguida de Córdoba y Granada. Si vivir con cierta tranquilidad es uno de los requisitos primordiales para la hipótesis planteada por estos jóvenes, el mar de olivos y sus más de 90 localidades son una zona ideal para el desorrollo pleno de las familias, tal y como resuelven los informes consultados. Sea por esta u otra razón, lo que sí está claro es que los jiennenses no están dispuestos a pasar la vida de otra manera que no sea sonriendo.