Santa Catalina ya se encuentra en Jaén a la espera de recibir a sus devotos con un besamanos

COFRADÍAS

La cofradía de la patrona de la ciudad prepara la celebración de una nueva romería con el traslado de la imagen hasta el castillo el próximo 25 de noviembre

A las hermandades con caseta en el recinto ferial de Jaén les salen las cuentas

Santa Catalina junto a sus anderos en una de sus romerías.
Santa Catalina junto a sus anderos en una de sus romerías. / José M. Anguita

Jaén/Regia en su pedestal, con sus atributos perfectamente distinguibles y cabizbaja. La imagen de Santa Catalina de Alejandría ya se encuentra en cercanía de los fieles de su ciudad, sobre la que ostenta su protección desde el que rey Fernando III 'El Santo' viese en esta mártir cristiana toda una intervención divina para su gloriosa conquista. Con más o menos convencimiento de este hecho histórico, lo cierto es que esta venerada santa ha recibido culto desde entonces en la capital del Santo Reino, pese a que muchos jiennenses aún a día de hoy ignoren su patronazgo sobre Jaén. Aunque ese es otro tema.

La cofradía de Santa Catalina ha tomado un nuevo cariz desde que Francisco J. Castro tomase las riendas de la corporación en octubre de 2022, intervenida durante varios años atrás por el Obispado ante la precaria situación que la sostenía. Con una perspectiva clara del trabajo desarrollado en los últimos años, queda claro que este mandato ha supuesto todo un revulsivo para reavivar la actividad y, por qué no decirlo, la devoción de sus cofrades. El propio Hermano Mayor confirma el crecimiento en la nómina de hermanos: "de prácticamente 35 cofrades, este año, por lo pronto, rozamos los 190".

El mal del que se aquejan muchas cofradías de gloria es que, al contrario que las de penitencia, no reciben la misma atención por parte del público jiennense. Aun así, Castro espera incrementar ese interés ante la cercanía de una nueva romería. Afortunadamente, su junta de gobierno se encuentra inmersa en una infinidad de proyectos con los que mejorar su patrimonio. "Económicamente la cofradía es un mundo a día de hoy", expresa. Y una buena prueba de ello ha sido la nueva puerta costeada en la parroquia de La Inmaculada y San Pedro Pascual junto a las otras dos hermandades con la que comparte sede canónica.

Castro insiste en cómo la cofradía, desde el año 64, ha tenido que adaptarse ante la inexistencia de esa misma puerta. En este sentido, expone como ejemplo la problemática común a la hora de efectuar su salida: primero, trasladando la imagen hasta las andas en el patio, para después terminar colocando las flores en un retraso prolongado. "Hay ilusión porque desde hace muchos años la cofradía la necesitaba y creo está más que merecido poder estrenarla".

Santa Catalina, cara a cara

Desde el pasado jueves, la iglesia de La Inmaculada y San Pedro Pascual acoge la presencia de esta santa cuya vinculación con nuestra historia roza las ocho centurias. Basta con acudir a las crónicas antiguas para comprobar que el fervor en torno a esta imagen hagiográfica fue tremendo. Se sabe, de hecho, que "muchos de los que participaron en la conquista de Jaén procedían del monasterio de Santa Catalina del Sinaí", donde se encuentran enterrados sus restos y fueron instruidos estos jiennenses.

En aras de acercar la devoción de su titular a los vecinos de Jaén, la hermandad expondrá por segundo año consecutivo a la patrona en solemne besamanos con motivo de la festividad de Todos los Santos. A estos cultos se sumarán, ya a mediados de noviembre, el triduo y la posterior veneración como antesala a la romería. La propia presentación de la talla, con un exquisito gusto en la incorporación de encajes y otras alhajas, ya ha supuesto todo un atractivo para el público jiennense en los últimos meses.

Sin embargo, su Hermano Mayor aclara cómo en ese empeño por mejorar el boato cultual dependen en muchos casos de que otras cofradías les cedan parte de su patrimonio. "La hermandad está trabajando para adquirir una estructura propia para los cultos", adelanta. No obstante, no se trata del único proyecto a corto plazo planteado por sus cofrades: al margen de la restauración tan necesaria que demanda la talla, la intención es adquirir una rueda y una palma del martirio en orfebrería.

Uno de los estrenos que podrá admirarse próximamente será la toca bordada y diseñada por Miguel Ángel Calderón y Juan Carlos Hidalgo, cuyo coste ha siso sufragado íntegramente a través de donaciones. "La imagen ya empieza a tener un patrimonio reseñable". Incluso, la Asociación de Mujeres Encajeras 'Jaén, mar de olivos', trabajan ya en un encaje de bolillos que ofrecerán devotamente a la patrona jiennense.

Conexión con Malta

Muchas son las novedades que presentará la romería este año bajo un lema claro y conciso: 'Jaén, al cerro de Santa Catalina', una invitación que ha logrado alcanzar otras costas lejanas. "Hace un año me escribió el secretario de Santa Catalina de Żejtun, porque tenían conocimiento de la cofradía de Jaén y habían escrito un texto en referencia a nosotros muy acertado a pesar de la distancia", cuenta Francisco J. Castro. De esta primera conexión surgió pronto un estrecho vínculo con la banda municipal de dicha ciudad maltesa: "Surgió por parte de ellos la propuesta de acompañarnos el próximo año y realizar un hermanamiento con una banda jiennense".

Este mes de noviembre, al menos 25 personas de la corporación maltesa estarán presentes durante los actos principales en honor a Santa Catalina con la intención de afianzar estos lazos. En un claro gesto de cordialidad, uno de los músicos ha querido donar a la corporación jiennense un 'pavaljun', colgadura típica de Malta durante las procesiones religiosas. "Al final de lo que se trata es de compartir la trascendencia de esta devoción en el Mediterráneo", concluye el Hermano Mayor.

Apenas un mes nos separa de la gran cita que marca el calendario de estos cofrades con sede compartida entre el barrio de La Glorieta y la fortaleza que ostenta el nombre de su única inquilina. La mártir de Alejandría retornará a su capilla en el castillo de cara al 25 de noviembre con motivo de la romería en su honor, una cita que se mantiene indemne en el patrimonio cultural de Jaén. Las sardinas asadas y el frío ya casi invernal pondrán el escenario a una jornada que se abre paso con audacia y serenidad, un camino que busca recuperar la gloria de tiempos pretéritos.

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