San Juan, un barrio en medio de la desidia y el abandono: "Es necesaria una intervención urgente"

VECINDAD

La Asociación de Vecinos Torre del Concejo trabaja por mejorar y consolidar el valor cultural de esta barriada del centro histórico de Jaén dominada por la ocupación y el vandalismo

Sus calles y plazas reúnen uno de los mayores conjuntos patrimoniales de la ciudad sin explotar, como los Baños Árabes o el trazado de la antigua Judería

Radiografía de la okupación en el barrio de San Juan: necesidad, mafias e inseguridad

Solar abandonado en la calle Martínez Molina, junto a la parroquia.
Solar abandonado en la calle Martínez Molina, junto a la parroquia. / Esther Garrido

En las sinuosas callejas del antiguo Jaén un conocido poeta sostiene su libreto y recita con voz de bronce. Su verso no alcanza a oírse, casi en un paralelismo de lo que sus vecinos sufren en el día a día de una plaza que permanece marginada del resto de la ciudad. Ante este genio de eminente figura, Almendros Aguilar, se eleva la torre maestra que marca la hora oficial de la capital, también presa de su propio drama: el tiempo pasa sobre sus agujas como pasan los años por sus calles. Será que en su nombre versiona el conocido refrán… San Juan, San Pedro, y el barrio en medio. 

Este arrabal de sabor añejo y empinadas cuestas es una caja de sorpresas, seguramente al nivel de la matrioska rusa, con tantas capas por destapar que nunca lograríamos averiguar su primer estrato. Sin embargo, su riqueza patrimonial pasa inadvertida para los ojos de la ciudadanía ante el lamentable estado de su entorno. En esta dejadez por parte de las instituciones tiene un papel fundamental la asociación vecinal Torre del Concejo. “Nuestra labor primordial es reivindicar que el barrio encuentre servicios e infraestructuras para mejorar la vida de nuestros vecinos”, comenta Martín Paredes Aparicio, a la cabeza de este colectivo.

Estado en el que se encuentran algunos rincones del casco histórico.
Estado en el que se encuentran algunos rincones del casco histórico. / Esther Garrido

Un barrio sin ley ni autoridad

La salud de este barrio se encuentra mermada en las últimas décadas ante los problemas de ocupación de viviendas deshabitadas y el abandono de numerosos solares. “Llevamos doce años reivindicando el arreglo de la calle Alegría, junto con la plaza de Santiago, en la que es necesaria una intervención urgente”. Los problemas de canalización de esta vía ofrecen una estampa prácticamente tercermundista al viandante. “Podría hundirse en cualquier momento”, apunta. No erraban sus vecinos cuando hace unos años colgaban una pancarta de sus fachadas con un mensaje claro: “La calle Alegría da pena”.

Inspiraciones artísticas en viviendas y terrenos abandonados.
Inspiraciones artísticas en viviendas y terrenos abandonados. / Esther Garrido

Los problemas de seguridad e insalubridad se suman a ese abanico de deudas y peticiones entre los jiennenses que frecuentan esta zona del casco antiguo. “Hemos solicitado ya varias veces a las diferentes áreas la instalación de badenes en Martínez Molina y Almendros Aguilar porque se han convertido en autenticas autovías”. En este sentido tiene mucho que ver la nula presencia policial de sus calles, más allá de las rutas cotidianas que realizan en sus vehículos. “Pedimos mayor presencia en el barrio, con patrullas a pie de la policía local y nacional para que los vecinos se sientan seguros”.

El presidente de esta asociación de vecinos tiene claro que no toda esta dejadez responde al trabajo de las autoridades, sino que también es necesario un mayor esfuerzo por parte de la ciudadanía a la hora de corregir ciertos comportamientos incívicos. “Por eso pedimos controles de reciclaje puntuales en centros neurálgicos como la Plaza de Los Rosales, sobre todo por cuestiones de logística en la recogida de basura”.

Miembros de la asociación limpian un solar de la Judería.
Miembros de la asociación limpian un solar de la Judería. / Torre del Concejo

Viviendas okupadas y solares abandonados

El barrio de San Juan reúne en sus calles una infinidad de casas deshabitadas y antiguas casonas de auténtica solera. Sin embargo, lo que debiera de ser un polo de atracción para la emancipación de muchos jóvenes se ha convertido en un jardín de okupas por parte de familias en riesgo de exclusión social. Curiosamente, la mayor parte de estas viviendas prácticamente abandonadas pertenecen a fondos de inversión cuya única pretensión es venderlas.

“Una posible solución que proponemos es que las autoridades hablen con esos fondos para poder alquilar esos inmuebles, incluso con opción a compra”, plantea Paredes. El ya difícil acceso a la vivienda por parte de las nuevas generaciones encuentra continuas barreras como la facilidad de pago o la permanencia en el barrio de origen de muchas familias. “La idea es poder pactar acuerdos con los que combatir la ocupación”. Según avanzamos en este mismo medio hace un año, existen más de medio centenar de viviendas okupadas en San Juan.

Aspecto que presenta el famoso APA-III, junto a la Judería.
Aspecto que presenta el famoso APA-III, junto a la Judería. / Esther Garrido

En este dilema por la propiedad privada entra en juego también el estado en el que se encuentran los solares que enmarcan este distrito histórico de la capital. Terrenos como el APA-III en plena Judería o la plaza de Santiago plantean una dicotomía entre los vecinos, que enfrentan la balanza entre el patrimonio enterrado que esconden estos descampados y la necesidad de emplazamientos para los vehículos. “Pedimos aparcamientos en solares de la periferia que pertenecen al Ayuntamiento, siempre que respeten el entorno donde se actúa”.

Uno de los rincones que la propia demanda vecinal consiguió rescatar del olvido durante la anterior legislatura del Ayuntamiento fue el carmen o jardín de la calle Elvín, cuyas obras de rehabilitación avanzan a buen ritmo. Asimismo, a través de la propia iniciativa social se han arreglado en los últimos meses algunos rincones emblemáticos de la Judería. “Hay que solucionar la utilidad de esos grandes solares para que haya cierta armonía”.

Obras en la calle Elvín, donde ya se aprecian algunos de los muros levantados.
Obras en la calle Elvín, donde ya se aprecian algunos de los muros levantados. / Esther Garrido

Una facultad para revitalizar la zona

En su afán por dar a conocer el casco histórico a través de la cultura, desde Torre del Concejo trabajan de forma incansable para propiciar actividades con la que demostrar la vitalidad del barrio. “Si queremos potenciar Jaén su casco antiguo tiene que estar cuidado, al igual que su gente”, reclama Martín Paredes. En su empeño por la mejora de sus calles y plazas como reclamo turístico plantea alguna idea para el futuro próximo. “Imagina un niño del barrio que ve a jóvenes estudiando en el día a día y no a gente bebiendo cerveza”. 

La posible ubicación de una facultad en esta barriada histórica, en palabras de este jiennense, cubriría una de las deudas históricas no solo para sus vecinos, sino incluso para la propia vida del centro de la capital. “La universidad tiene que ser dinamizadora social y tener visibilidad en el casco histórico”. En esta petición expone como ejemplo lo más parecido a una facultad en sus calles: la Escuela de Arte José Nogué. “Es cuestión de empeño y de hablar con los colectivos implicados, no solo de inversiones”, resuelve.

Las viviendas deshabitadas son uno de los males del barrio.
Las viviendas deshabitadas son uno de los males del barrio. / Esther Garrido

En ese intento porque los niños y niñas de la zona conozcan el valor patrimonial del lugar en el que viven es imprescindible la difusión de la cultura. “Los monumentos tienen que estar abiertos, y para eso tiene que sentarse todo el mundo y negociar”. Conviene apuntar que el barrio de San Juan alberga uno de los mayores atractivos de Jaén: los Baños Árabes, ubicados en el Palacio de Villardompardo.

Sin embargo, a este centro cultural se suma de manera silenciosa toda una colección de joyas por descubrir no solo para el turista que viene de fuera: es el caso del antiguo convento de Santo Domingo y su claustro, el refugio antiaéreo de Santiago, las serpenteantes calles de la Judería, y un largo etcétera. Desde Torre del Concejo tienen claro que su tesoro no envidia a grandes capitales, “pero es necesario un trabajo constante”.

Iglesia de San Juan y Torre del Concejo.
Iglesia de San Juan y Torre del Concejo. / Esther Garrido
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