El ritmo de ventas de aceite de oliva conduce a un "stock cero": "Es inédito en este siglo"

La comercialización de aceite de oliva coge ritmo de vértigo. Según los últimos datos de junio, aún provisionales, de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), en los nueve meses de campaña se han vendido 872.000 toneladas del producto jiennense por antonomasia, por lo que ya se han superado las cifras de producción acumulada, que, de acuerdo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se elevan a las 851.400 toneladas. La circunstancia llama aún más la atención si se tiene en cuenta que ese nivel de producción superó en casi un 30% al de la campaña anterior. Las consecuencias de ello no tienen precedentes en los últimos 25 años, según las organizaciones agrarias, que coinciden en prever que el enlace se cosecha será prácticamente nulo y, como mínimo, el más bajo de todo el siglo XXI.

“La comercialización sigue fuerte, el consumidor sigue fiel a la grasa vegetal más sana y saludable”, ha dicho, a través de un comunicado, el secretario general de UPA Jaén y responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA, Cristóbal Cano, que se ha mostrado confiado en que, con la eliminación del IVA, “el consumo en el mercado interno aumente después de una medida acertada con un mensaje claro al situar el aceite de oliva en el segmento de los alimentos de primera necesidad, como un producto insustituible”. Por su parte, el responsable de Aceite de Oliva de COAG, Juan Luis Ávila, ha valorado no sólo las últimas cifras de comercialización que conducen al "inédito stock cero" en este siglo, sino también “el esfuerzo de los consumidores que están siendo fieles a un producto que no sólo es un alimento, sino fuente de salud, base de la dieta mediterránea”.

Fue el 25 de junio cuando el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto-ley para prorrogar medidas anticrisis como la supresión del IVA de alimentos básicos, a los que, en esta ocasión, se añadió el aceite de oliva. La medida entró en vigor este 1 de julio y se mantendrá vigente hasta el 30 de septiembre, aunque, entre octubre y diciembre, el IVA se elevará al 2% ante las previsiones de escasa inflación de los alimentos en el último trimestre del año.

Es la segunda rebaja fiscal que sufre el aceite de oliva desde el 1 de enero de 2023, cuando el Gobierno acordó bajar su IVA del 10% al 5%. El Ejecutivo también anunció en junio su intención de promover una reforma de la ley del IVA para que el aceite de oliva pase a formar parte del grupo de alimentos básicos y que, a partir del 1 de enero de 2025, tribute de forma permanente en el tipo superreducido del 4%.

La información provisional aportada por la AICA y citada por las organizaciones agrarias muestra que la salida media mensual de aceite de oliva al mercado alcanza las 71.000 toneladas. El mes de junio se ha cerrado con 95.000 toneladas vendidas -sumando las importaciones- de las 872.000 de lo que va de campaña. Las existencias en las bodegas de los productores continúan bajando: han pasado de 319.912 toneladas del mes de mayo a 251.521 en junio. En el caso de los envasadores, la repercusión ha sido menor, dado que apenas han sacado al mercado 8.538 toneladas, de acuerdo a COAG.

Al término de junio, las existencias totales de aceite de oliva en Jaén se elevaban a 415.022 toneladas, de las cuales 251.521 se encontraban en las cooperativas y las almazaras, 162.178 en manos de los envasadores y 1.322 en el Patrimonio Comunal Olivarero.

El precio del aceite repercute en el IPC

A partir de ahora, está por ver de qué forma afectará a la comercialización de aceite de oliva la supresión del IVA aplicada desde el 1 de julio. Para Ávila, las cifras de salidas al mercado de junio y las previsiones de stock cero en el enlace de campaña “abre un escenario de posibles subidas del precio” hasta el inicio de la nueva cosecha, entre octubre y noviembre, precisamente cuando se empezará a aplicar un IVA del 2% al producto.

En cualquier caso, más allá de estimaciones, los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este viernes reflejan una subida del 0,4% en junio con respecto al mes anterior. Es una décima más de lo esperado y constituye el sexto incremento mensual consecutivo, tras subir los precios de los paquetes turísticos, de la electricidad, y de los servicios de alojamiento y la restauración.

En contraste, la inflación interanual se ha recortado en dos décimas, hasta el 3,4%, debido al abaratamiento de los carburantes y a que los precios de aceites y grasas han bajado, frente a la subida del año anterior. Ese descenso en también ha repercutido, en su mayor medida, a la caída de la tasa interanual del precio de alimentos y bebidas no alcohólicas hasta el 4,2%, dos décimas menos que en mayo. Es la menor tasa en los últimos dos años y medio, según se ha destacado desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

El departamento dirigido por Carlos Cuerpo ha atribuido el descenso de la inflación en junio hasta el 3,4% a la bajada de los precios de los carburantes y también ha resaltado la “buena” evolución de los precios de los alimentos. Con el descenso del IPC interanual en el sexto mes del año, la inflación pone fin a tres meses consecutivos de ascensos después de las subidas experimentadas en marzo, abril y mayo.

La inflación subyacente -sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- se mantuvo en junio en el 3%, la misma tasa que en mayo y cuatro décimas menos que la del IPC general. Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 3,6%, dos décimas menos que en mayo. La variación mensual fue del 0,4%.