El renacer de un castillo de Jaén que fue clave en la Reconquista: musulmanes y cristianos batallaron por él

Jaén/Campillo de Arenas recibirá algo más de un millón de euros para restaurar y acondicionar los restos de su castillo. Esta subvención financiará un 75 por ciento del coste total de la actuación, en el marco del Programa 2% Cultural a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. En total, la inversión prevista para este proyecto estará cercana al 1,5 millones de euros.

Las ruinas de esta fortaleza, declaradas BIC, fueron compradas por el Ayuntamiento a un particular en el año 2021. El proyecto contempla la estabilización de la ladera mediante contenciones integradas, la restauración y la consolidación de tramos de muralla y la adecuación de acceso y recorrido para la visita interior.

También está prevista la reintegración de volumétrica de las torres, un nuevo mirador en la zona de los aljibe, además de un nuevo camino de acceso peatonal, un nuevo mirador con área de descanso, la reordenación e integración patrimonial de un aparcamiento, la recuperación ambiental con especies autóctonas y la reubicación e integración patrimonial del espacio ermita.

Una fortaleza con historia

Se edificó sobre el siglo XIV, conservando estructuras del siglo IX al XI. Se asienta sobre el cerro del Castillo de Puerta Arenas, en la Sierra de Alta Coloma, entre Granada y Jaén. Fue tempranamente conquistado por los castellanos, en la primera mitad de siglo XIII, formando parte del alfoz de Jaén, hasta que pasó a poder de los nazaríes.

Su importancia radicaba en su localización, desde donde custodiaba los caminos más directos entre los reinos de Jaén y Granada: el paso del río Guadalbullón y el del río Quiebrajano, ambos apenas unos angostos pasillos. En las capitulaciones que sellaban la rendición de Jaén y su paso a manos castellanas de 1246, se estipulaba que el castillo de Arenas quedaba bajo control granadino. Entre esta fortaleza y los castillos más avanzados de Castilla (Pegalajar y La Guardia), quedaron unos 30 kilómetros de territorio que permanecieron durante toda la Baja Edad Media como tierra de nadie.

También cubría la retaguardia de los castillos de Cambil y Alhabar, siendo, por tanto, la llave occidental de Sierra Mágina, por lo que musulmanes y cristianos se lo disputaron continuamente. Aun así, permaneció en poder de los granadinos casi todo el tiempo. En 1280, Alfonso X, con ayuda del Infante Don Sancho, llevó a cabo una acción punitiva contra la Vega de Granada, que repitió un año más tarde, apoyado por los benimerines, y llegando a sitiar Granada. Muhammad II llegó a un acuerdo con el castellano, por el que el Castillo de Arenas pasó a su poder. Pero el dominio cristiano de la fortaleza duró poco, pues en 1282, el Don Sancho lo cedió de nuevo a Muhammad II a cambio de su ayuda frente a su padre, en las llamadas 'Vísperas de Priego'. Según las crónicas de este rey, en 1315 fue reconquistado por Don Pedro, para caer de nuevo en manos musulmanas en 1319, después de la Batalla de Elvira.

En los años 30 del siglo XV, los castellanos consiguieron dominar los pasos del Guadalbullón y del Jandulilla, pero las acciones de Muhammad IX y Muhammad X emprendidas en 1446, devolvieron el Castillo de Arenas a poder granadino. Hasta su conquista definitiva en 1486, el Condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo, llevó a cabo varios intentos de conquistar la fortaleza. En abril de 1462, una vez acabadas las treguas de Enrique IV con Granada, llegó hasta el mismo castillo, donde sus tropas quemaron dos de las cinco puertas que poseía. En noviembre del mismo año, fueron rechazados de nuevo, al igual que en la expedición de septiembre de 1463, al mando de Juan de Navarrete, quien repitió el ataque en noviembre. El último intento, en 1471, fue de mayor envergadura, pero Arenas recibió refuerzos del rey de Granada.

Hubo otras acciones aisladas, como la del Maestre de Calatrava, a quien Fernando el Católico envió con la orden de devolver lo robado y apoderarse de bienes en compensación por lo no devuelto. En 1485, Fernando el Católico emprendió la conquista de la zona Norte del Reino de Granada. La conquista de Cambil y Alhabar el 22 de septiembre, produjo la caída de todo el sector fronterizo de Sierra Mágina. Unos días después, los musulmanes entregaron y abandonaron sin resistencia el Castillo de Arenas, junto con los de Píñar, Iznalloz y Montejícar.

Visita institucional

El subdelegado del Gobierno de España en Jaén, Manuel Fernández, que visitó la localidad para conocer el proyecto, ha destacado la importancia de esta inversión para preservar y poner en valor el patrimonio histórico jiennense. "La recuperación y consolidación de las ruinas de este castillo va a permitir que Campillo de Arenas cuente con un atractivo turístico, cultural e histórico que será único en nuestro territorio", resaltó el subdelegado.

En este sentido, añadió que las actuaciones que se van a desarrollar permitirán "no solo recuperar un emblema del municipio, sino también dinamizar la economía local y fomentar el turismo cultural y de naturaleza en la provincia".

Por su parte, el alcalde, Juan Francisco Figueroa, coincidió en que se trata de "un gran proyecto porque va a abrir nuevas oportunidades y opciones a nuestro municipio". Asimismo, el primer edil agradeció el trabajo realizado por el estudio de arquitectura de Mensuale y la Universidad de Jaén (UJA), que también ha colaborado en su desarrollo.

En la visita al enclave también participó el catedrático de Arqueología de la UJA Juan Carlos Castillo y el arquitecto Sebastián Rueda, además del teniente de alcalde, Juan Cabrera.

El subdelegado indicó que a través del Programa 2% Cultural, "el Gobierno de España reafirma su compromiso con la protección y difusión del patrimonio cultural español y jiennense, demostrando que la inversión en cultura es una inversión en futuro". El programa del 2% Cultural es la principal herramienta de la Administración General del Estado para garantizar la conservación del patrimonio histórico, cultural y artístico de España, priorizando la generación de actividad, creando empleo y regenerando los entornos urbanos o rurales.