La recuperación del bebé lince ibérico tras ser operado del cráneo

Tan sólo dos horas después de ser operado, el bebé lince ibérico de apenas 445 días de vida del Centro de Cría de La Olivilla se puso a corretear por la sala de la clínica veterinaria Anicura Jaén Norte Clínica de La Carolina. Como si no hubiera atravesado una operación única en el mundo que le salvó la vida el cachorro, que aún no tiene nombre, comenzó a curiosear alrededor suyo ante la atenta mirada de quienes le habían operado durante tres horas.

A pesar de una intervención difícil, en el que los veterinarios Luis Muñoz, Jorge Llinás y Ana Espinosa le reconstruyeron el cráneo con una prótesis semiflexible con base de polipropileno y titanio para garantizar una buena calidad de vida del cachorro, el lince ibérico de un kilogramo de peso mostró una gran fortaleza y capacidad de recuperación. Había llegado en estado crítico, con un traumatismo con el cráneo aplastado y roto. El cachorro tenía sintomatología nerviosa grave, temblores, convulsiones, la cara hinchada y no podía abrir los ojos ni comer, aunque todavía consciente.

Fue una llamada del centro de la Centro de Cría la que les advirtió del accidente solicitando un diagnóstico. El cachorro se estaba peleando con su hermano y en un intento de la madre de separarlos, mordió excesivamente a uno de ellos, y por el otro bebé, desafortunadamente, no pudieron hacer nada por su vida. Los veterinarios realizaron un TC que comprobó que el estado del cráneo comprometía el cerebro y la vida del lince ibérico.

Bajo cuidados intensivos

Ahora, se encuentra bajo cuidados intensivos del centro de cría con una evolución favorable y bajo el control también durante dos semanas de Anicura Jaén Norte Clínica. Una vez recuperado al 100%, se dejará en libertad. "En estos momentos está llevando una vida más o menos normal, está previsto que pueda crecer y desarrollarse sin ningún problema", explicó el cirujano, Luis Muñoz.

El experto aseguró que los accidentes por peleas no son algo inusual. Lo conoce bien porque durante 14 años ha trabajado como veterinario en el centro La Olivilla. "El comportamiento de matarse entre hermanos para que sobreviva uno es un comportamiento normal entre los carnívoros, especialmente entre los felinos salvajes, tienen una pelea cuando nacen hasta intentar matarse", cuenta Muñoz, quien destaca la resistencia de esta especie.