Quartulo: el ‘niño minero’ de un pueblo de Jaén que se exhibe en Madrid
Patrimonio
Se trata de una estela con casi 2.000 años de antigüedad en la que se despide a un menor de cuatro años
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Jaén/En el Museo Arqueológico Nacional se custodia una pieza patrimonial de un grandísimo valor que fue hallada en la provincia de Jaén. Su descubrimiento vino a confirmar que al sur de la provincia romana de la Bética también se llegó a emplear a los niños como mineros en aquellas zonas de más difícil acceso, aquellas a las que un adulto, por su corpulencia, no podía llegar.
Hablamos de la esquela grabada en piedra ‘niño minero’ que se encontró en una zona ubicada entre las localidades de Baños de la Encina (pertenece a este término municipal) y Vilches. El descubrimiento data de la época de los emperadores Antoninos, entre los años 96 y 192 después de Cristo.
En aquella época los niños esclavos eran comunes en las minas, ya que se consideraban útiles para gatear por espacios estrechos. Solían llevar cestos para acarrear material, tal y como se observa en la estela que fue encontrada en Baños de la Encina y que ahora se exhibe en el museo con sede en Madrid.
Según describen en esta propia entidad, bajo una hornacina se representa a un niño vestido con túnica corta, ‘sagum’, lleva en su mano derecha un pico para extraer mineral y en su mano izquierda una cesta para transportarlo. En la inscripción se puede leer: “Qartulus/anoru(m) IIII si/[tibi] tera le / Quartulo, que vivió cuatro años. Que la tierra te sea leve”. Es una estela funeraria en la que se representa a un niño que trabajó en una mina de la provincia hispano-romana de la Bética.
Se sabe por las fuentes clásicas que los fenicios conocieron y comercializaron los metales procedentes de la Península y cuando los romanos, poco después del 218 a. C. comenzaron a fundar ciudades y crear provincias, se interesaron por las riquezas metalíferas de Hispania. A partir de este momento, Roma tuvo que perfeccionar las técnicas de extracción y manufactura para sacar el mayor rendimiento posible del metal y explotar intensivamente las minas hispanas hasta el siglo IV. Ya a mediados del siglo II a. C., la explotación de los metales es una prioridad para Roma en Hispania.
En las zonas mineras, especialmente sur y sureste, las poblaciones indígenas se urbanizan y se crean lazos militares, políticos y sociales entre los pueblos autóctonos (turdetanos, bastetanos o contestatanos) y los conquistadores romanos. La explotación de las minas será posteriormente administrada por la Casa Imperial, si bien esta hizo algunas concesiones para la explotación de algunas minas a particulares.
Además, afirman desde el Museo Arqueológico Nacional que el trabajo en estas minas, duro y agotador, era llevado a cabo por trabajadores asalariados, siervos domésticos, esclavos y condenados. La estela del niño minero encontrada en Baños de la Encina es uno de los numerosos testimonios arqueológicos que se conservan sobre la minería romana en Hispania.
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