La protectora Abyda de Jaén pide ayuda: "Necesitamos un albañil que pueda arreglarnos los patios"

Jaén/La Asociación para el Bienestar y la Defensa de los Animales de Jaén se encuentra completamente desesperada después de varios días. Los estragos causados en sus instalaciones durante el último temporal son devastadores en algunos casos, con una buena parte de sus salas inundadas y parte de sus materiales dañados. La situación está provocando que muchos de los animales que son acogidos en esta protectora local se vean directamente afectados, como es el caso del módulo de canes.

"Algunos de los patios no tienen caída o la tienen mal hecha y nuestros perros se están mojando", lamentan desde la asociación. Tal es el panorama que solicitan ayuda profesional para que un albañil trate de subsanar los desperfectos ante la próxima aparición de nuevas precipitaciones. Por otro lado, también el módulo dedicado a los gatos se encontraba totalmente anegado hace unos días. Al parecer, "los canalones no son lo suficientemente grandes para recoger todo el agua del tejado".

A pesar de que Abyda es una protectora joven, los desperfectos de sus instalaciones se acumulan y empeoran conforme transcurren los meses y los distintos agentes meteorológicos actúan. Por el momento, piden colaboración ciudadana a través de las redes sociales para tratar de enmendar la situación lo antes posible, de manera que sus perros y gatos acogidos se encuentren en unas condiciones de habitabilidad óptimas. "Vamos a pedir presupuesto para cambiarlos, porque el agua ya entra a las habitaciones de los gatos", señalan.

Ante los constante mensajes de apoyo recibidos, desde Abyda aseguran que el problema tiene su origen en el diseño del tejado y el canalón, hecho por el que el arquitecto no se hace responsable. "El problema es que nosotras somos voluntarias y no tenemos tiempo de denunciar: no nos queda tiempo, ni fuerzas". Por este motivo, la propia asociación trató de solucionarlo con la instalación de unos canalones a ambos lados del módulo. "Entendemos que esto no se diseñó bien y ahora pagamos las consecuencias".

El quebradero de cabeza constante con cada nueva tormenta sufrida alcanza ya una inversión de 7.000 euros en toda clase de arreglos en las instalaciones. Al trabajo que ya de por sí desempeñan estos animales, a menudo abandonados, se suma por tanto una desesperación sin respuestas. "No podéis imaginaros el malestar que nos genera ver el dineral que nos ha costado el refugio, estar pagando un préstamos bancario y que nuestros animales se mojen cuando llueve".