Las priostías y fabricanías ultiman los detalles de sus pasos procesionales
PREPARATIVOS
Las cofradías de Jaén exponen estos días sus imágenes y enseres en la intimidad de los templos.
Comienza el montaje de la carrera oficial en Bernabé Soriano.
La Hermandad de Caridad y Salud presenta su guardia judía para el paso de misterio.
Los tornillos, arandelas y tuercas se aprietan durante esta semana bajo auténticos retablos andantes. El pan de oro, el barniz en caoba o la plata en la orfebrería dan el ultimátum a unas estructuras que, desnudas, apenas son capaces de imaginar el valioso patrimonio que exponen en la calle el día de su procesión. Los equipos de fabricanía, término jaenero por excelencia, pulen los últimos detalles en sus hermandades para que todo esté a punto.
Las primeras cofradías en pasar por la carrera oficial ya se encuentran prácticamente listas. Cera fundida, candelerías completamente erguidas y hasta dolorosas vestidas, como es el caso de la Amargura. “Trabajamos de manera intensa gracias sobre todo a los hermanos, pues entraron los pasos el día 12 y el viernes ya estaban los dos titulares preparados”, señala Carmen Oya, actual Hermana Mayor.
La corporación de El Salvador suele ser una de las primeras en culminar su trabajo para la exposición de su patrimonio días antes de la salida penitencial. Gran parte de ello se debe muy especialmente a la coordinación del equipo de priostía durante todo el año, como confiesa Oya. “Facilita mucho llegar a un montaje y que esté todo ya limpio”.
Sin embargo, el espacio es un hándicap a sortear para muchos. Justo en el centro histórico, en San Ildefonso, se concentran estos días un total de nueve pasos bajo los nervios de sus bóvedas. En un itinerario casi propio de un museo, los parroquianos y visitantes pueden admirar la belleza de los palios a la vez que se pierden en la indudable calidad artística de sus diversos estilos arquitectónicos.
Y si la coordinación entre los priostes de diferentes cofradías ya es compleja, más complicado aún lo tienen los hermanos del Divino Maestro, que deben esperar hasta el Viernes de Dolores para trabajar bajo la carpa de salida que instalan en el patio del colegio. “A partir del sábado empezamos el montaje en cuestión de días”, apunta su Hermano Mayor, Francisco Javier Jiménez. “Es la única posibilidad que tenemos ahora mismo, con las dificultades que supone; sobre todo el año que viene, en el que se sumará al cortejo el paso de palio de la Virgen”.
También el horario más distendido de la catedral, sede de la cofradía de la Buena Muerte, juega un papel importante a la hora de efectuar los trabajos. La agenda de visitas de nuestro principal exponente turístico, por ejemplo, acaba por definir las funciones de la fabricanía en esta señera corporación de la capital.
Con más o menos espacio salen adelante las distintas funciones, si no que se lo pregunten a la hermandad de Peñamefecit, pues los priostes buscan solución a cualquier quebradero de cabeza. La misión es aparentemente sencilla y el modus operandi está ya asimilado: todo debe de estar en orden antes de salir a la calle.
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