Un pregón para exaltar la entrega de los cofrades y poner en valor la ciudad

La semana de pasión comienza tradicionalmente con el domingo previo al de Ramos, un margen de siete días que para los cofrades abre la senda directa a lo que está por venir. Es una jornada en la que las medallas ya salen de sus cajones mientras que los hábitos nazarenos comienzan a desempolvarse en sus perchas, a la espera de un tiempo tan cercano que se cuenta en las horas muertas que marca el reloj de la torre norte de nuestra catedral. Y como cada Domingo de Pasión a las 12 del mediodía, puntual a esta cita, el Teatro Infanta Leonor acogió un año más el pregón y anuncio de la Semana Santa de Jaén, a cargo esta vez de Juan Luis Plaza.

Si hay un acontecimiento marcado en rojo en el calendario cofrade, con permiso del “acto de la llamá” en la puerta de Belén y San Roque, es sin duda el pregón. Se trata de una cita de corte eminentemente serio y regio, puede que hasta clásico. De hecho, es tan fiel a sí mismo que antes de entrar en materia rinde honor a las preces del obispo, que inauguró el acto con el debido rezo del Ángelus. Y a continuación, a modo de aperitivo, la banda municipal quiso interpretar dos marchas desde el foso: “La Virgen de los Dolores”, de José Sapena, y “Virgen de la Estrella”, de Pedro Gámez.

Después de algo menos de 365 días desde que Antonio Mesa fuese el pregonero de la Semana Santa, la ciudad volvía a acoger los tonos cuaresmales que vaticinan la historia más veces contada. Fue el turno de pasar el testigo a su sucesor con una presentación en la que no faltaron elogios a su persona, tanto en lo personal como en lo profesional. Tal y como destacó en su breve reseña biográfica, Juan Luis Plaza entraba de lleno en el año 1998 en la Hermandad de la Estrella, corporación a la que se habría mantenido vinculado desde entonces y donde hoy ocupa el cargo de vice Hermano Mayor.

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga y colaborando en distintos medios de comunicación, Plaza ha compaginado su trabajo como funcionario en el Gabinete de Comunicación de la Diputación Provincial con las distintas vocalías que ha ejercido durante las últimas dos décadas en varias Juntas de Gobierno de la hermandad de La Alcantarilla.

Si bien no se trata de un novato en la exaltación de lo cofrade, pues ya realizó el pregón del tiempo de gloria del año 2010, hacerlo de una manera oficiosa no es nada baladí en el caso del periodista. Entre sus múltiples vocaciones cabe señalar que Juan Luis ha sido y es alma mater del proyecto de divulgación cofrade Pasión en Jaén, una plataforma de comunicación independiente en la que actúa como portavoz de la actualidad de las hermandades de nuestra tierra.

“Despierta, Jaén, de tu letargo, que ya se acaba la espera; después de un invierno largo, huelen tus calles a primavera”. Así de contundente comenzaba su proclama el periodista, dispuesto desde el atril a desglosar y desengranar los más recónditos rincones de esta rica tradición. Y entre tanta meditación, aprovechó para reivindicar y hacer valer el compromiso de los cofrades por sus hermandades.

Tampoco faltó la autocrítica, tanto en lo bueno como en lo malo, en ese servicio a la comunidad que se demanda en las cofradías con el propósito de construir un proyecto de Iglesia común. “Más dar y menos pedir”, recalcó. Y por ello mismo Plaza también quiso hacer hincapié en el valor de todas y cada una de las figuras que componen los cortejos: desde el nazareno, en su anonimato; a la mantilla, en su recogimiento; o el costalero, en su entrega y esfuerzo.

Con un recorrido en forma de poema por las distintas cofradías de la ciudad y sus barrios, el periodista aludió a ese complejo de inferioridad que azota desde todas las esferas a los jiennenses, también en el terreno de la religiosidad popular. La estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, la actuación de las bandas en el interior de los templos o los pregones junto a sus imágenes titulares fueron algunos de los eternos proyectos a mejorar que quiso señalar. Todo ello para culminar con un aliento a los cofrades de Jaén para seguir preservando por encima de todo la esencia de este encuentro con nuestras raíces.

Tras una larga ovación desde el patio de butacas, Francisco Sierra – presidente de la Agrupación de Cofradías- tomó el atril para agradecer y otorgar el debido reconocimiento al pregonero, así como al alcalde de la ciudad, que igualmente quiso invitar a los presentes a vivir con armonía los siete días de pasión en las calles antes de cerrar el acto con el Himno a Jaén.

Aunque, sin duda, el auténtico detonante para un acto cargado de sensaciones y revulsivos para el público cofradiero tuvo lugar con la última intervención del obispo, SebastiánChico. Su anuncio no fue otro que la confirmación de la ya conocida magna procesión que se celebrará en 2025 con motivo del Jubileo Universal por el 2025 aniversario de la Encarnación de Jesucristo.

Bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”, el prelado apuntó a uno de los acontecimientos centrales para este jubileo: una procesión magna que tendrá lugar el sábado 4 de octubre de 2025 y en la que se recogerán los 20 misterios del Santo Rosario manifestados en hasta una veintena de imágenes devocionales llegadas desde toda la provincia.

Por lo pronto, el sueño de la espera parece agotarse mientras se dibujan nuevas fechas en el calendario. En apenas unos días Jaén despertará de su letargo y será entonces cuando, en palabras de este pregonero, “la ciudad bulla por dentro porque intuye que la miran”.