Las precarias condiciones de los MIR en Andalucía: "El 90% de mis guardias han sido catastróficas"

La falta de profesionales en la sanidad durante la temporada estival es una realidad que se repite cada año. La última fórmula ideada por el SAS para cubrir ese déficit ha sido ofrecer a 369 Médicos Internos Residentes de Medicina de Familia que terminan su formación en septiembre concluir ese proceso directamente en el que será su puesto de trabajo. La propia consejera de Salud, Catalina García, apunta que esta medida entra dentro de la Ley: estos MIR pasarán a estar contratados por larga duración y cubriendo plazas vacantes. Podrán apuntarse de forma completamente voluntaria y recibirán también un complemento excepcional en puestos difíciles de cubrir.

Este examen especializado para que los médicos puedan adquirir su plaza plantea un contrato de formación con más sombras que luces en muchos casos. "En realidad, trabajas como cualquier adjunto", señala Cristina Sánchez, almeriense residente de Medicina del Trabajo en Jaén. La vocación de estos jóvenes, diluida en un sistema sobreexplotado, genera ciertas dudas sobre su efectividad a largo plazo. "El panorama desde que yo empecé hace tres años ha cambiado mucho, a peor".

En su experiencia habla, además, de una sobrecarga por parte de los compañeros responsables en los servicios de urgencias. "En una guardia de urgencias no levantas cabeza hasta que haces la primera parada, a veces no tienes hueco ni para ir al baño", asegura. Ante la creciente saturación de trabajo, la falta de profesionales sanitarios acaba por repercutir directamente en los pacientes: "Estamos tranquilos porque ninguna decisión repercute a efectos legales, pero si estás saturado no puedes preguntar a tu adjunto, que está igual que tú o encargándose de otras prioridades más importantes".

Según avanza el SAS, el plan de verano prevé hasta 37.320 contrataciones autorizadas para cubrir las vacaciones de los sanitarios, un 3,15% más que el año pasado. En el caso concreto de la provincia de Jaén se realizarán 2.817 contrataciones: 2.530 derivadas a hospitales y 287 en atención primaria, siendo julio el mes que estima una mayor incorporación. "Una de las razones de esta saturación es que hay poca educación sanitaria: la gente no sabe diferenciar una urgencia a la atención de su médico de cabecera", explica Sánchez. Y con esa carencia de profesionales, las salas de espera a menudo superan el aforo recomendado. "El 90% de mis guardias han sido catastróficas, y eso te hace sentir mal como trabajadora".

Una atención impersonal para los pacientes

La situación, no obstante, responde a una idéntica falta de organización por parte de las administraciones fuera de la comunidad andaluza. "Las condiciones de los MIR no son las ideales, trabajas por encima de lo que el contrato requiere y con responsabilidades que no te corresponden", apunta Mari Ángeles Duro. Esta jiennense que figura como residente de Medicina Interna en Soria habla de una sobrecarga también en las zonas rurales: "Pueden llegar hasta 60 pacientes en una mañana, con 5 o 10 minutos para cada uno".

En el ámbito de la medicina familiar y comunitaria demandan además unas condiciones dignas no solo para los trabajadores, sino también para los propios usuarios que acuden a la sanidad. "Llega un momento en el que no haces medicina real, porque hay demasiada sobrecarga", resuelve Duro. En esa diferencia notable en el trato a los pacientes entra en juego la nula inmediatez de la sanidad. José Luis Caballero, de Jódar y residente de medicina interna en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, señala una de las razones más evidentes: "Si no hay cita en la atención primaria, la gente acaba acudiendo a urgencias y termina por sobrecargar al personal".

Ante esta situación habitual, son ya muchas las personas que optan por la atención hospitalaria lejos del ámbito rural, en el sistema privado, o incluso fuera de España. "No podemos abusar de los recursos que tenemos", añade el galduriense. Y precisamente en esa apuesta por los MIR voluntarios, los jóvenes residentes tachan esta acción de "inoportuna" ante la necesidad de doblar esfuerzos para suplir el déficit de profesionales sanitarios ya formados. "Estan contratando a médicos sin especialidad, como si fuese cuestión de contratar personal sea como sea".