Polémica en Andújar por la Ley de Memoria Democrática: "El santuario no se toca"

Andújar/La polémica está servida una vez más con la exaltación y pervivencia de símbolos y personajes vinculados al franquismo en el espacio religioso y civil. El cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática ya ha llevado a varios templos de Andalucía a corregir estas circunstancias: sonado fue el caso de la hermandad de La Macarena y la exhumación de los restos de Queipo de Llano de su basílica en una demanda tan colectiva como necesaria para muchos sevillanos.

Ahora el caso llega hasta las cumbres de Sierra Morena con unas actuaciones que bien podrían cambiar el paisaje que conocemos del santuario de la Virgen de la Cabeza, una de las imágenes marianas más veneradas de la comunidad andaluza.

Desde Vox Andújar se sienten como los protagonistas de 'El santuario no se rinde', aquella película de 1949 en la que su director, Arturo Ruiz, narraba lo que a su parecer debió de ser todo un conflicto bélico dedicado a salvaguardar el templo del Cabezo. Teniendo en cuenta los tintes ideológicos que puede tener una narrativa de este calibre y la supeditación a la censura de la época, estaríamos ante un producto cinematográfico ciertamente "partidista".

Sea como fuere, su historia se mantiene en el imaginario de muchos iliturgitanos que evocan esos aciagos días en los que el país se sumía en una guerra civil sin ganadores ni vencedores. El primer impulso a estas medidas que tratan de "limpiar" la memoria democrática de los españoles llegaba el pasado mes de mayo, concretamente con la Proposición No de Ley presentada por la formación Por Andalucía para la retirada de todo un repertorio de símbolos con un claro posicionamiento a favor del bando nacional.

Dicha propuesta fue apoyada entonces tanto por el PSOE como por el PP, una decisión que critican en Vox Andújar por responder a una "particular visión de la historia" por parte de la izquierda en lo que a su juicio busca "reabrir heridas ya cerradas y generar división en lugar de cohesionar a la ciudadanía". 

Un catálogo de monumentos "a los caídos"

De acuerdo con la petición de Por Andalucía llevada al Parlamento, el compendio de símbolos franquistas que se reparten por el entorno del santuario de La Morenita es bastante amplio. Todo empezaría con la exhumación del capitán Cortés, militar al mando durante el asedio al templo cuyos restos se encuentran depositados en una cripta bajo la misma edificación. A este personaje se suman una larga lista de fallecidos durante el bombardeo en lo que se conoce como el cementerio de los "Héroes del Santuario".

El repertorio prosigue con uno de los iconos más emblemáticos de este paraje: el monumento de la Virgen de la Paz o del Silencio realizado por el escultor González Orea a mediados de los 60. Dicha efigie hace alusión a los caídos durante el conflicto y sostiene la Cruz Laureada de San Fernando, condecoración que les fue entregada a estos ciudadanos a título póstumo durante la dictadura para resaltar su papel como mártires.

De igual manera ocurre con la enorme Cruz de los Caídos realizada en forja y ubicada en el lateral norte de la basílica, así como con el conocido monolito de granito coronado por un águila imperial que recibe a los visitantes y devotos con toda una narración alusiva a este acontecimiento. Todos estos hitos y monumentos dominan los alrededores de este templo mariano ante el desconocimiento generalizado de la población, motivo por el que las distintas formaciones políticas del Parlamento andaluz presentaban su apoyo casi de manera unánime.

No ocurría del mismo modo con los militantes de Vox, que denuncian estos hechos varios meses después y subrayan a su vez el planteamiento para cambiar el nombre de dos colegios públicos de la ciudad de Andújar. "Ya puestos a destruir, seguimos con el absurdo y derribamos los numerosos pantanos y las viviendas sociales construidas en aquella época, no vaya a ser les traiga malos recuerdos", expresan.

Su campaña en redes sociales bajo el lema #ElSantuarioNoSeToca ya ha causado cierto revuelo entre algunos ciudadanos al conocer la noticia. De llevarse a cabo estas medidas en los próximos meses estaríamos ante un notable cambio en el entorno de este lugar de eminente devoción católica. Eso sí, nada de ello interferirá siquiera en el culto a la Virgen de la Cabeza ni a la oración de sus devotos.