Un poblado fantasma escondido en plena sierra de Jaén
Este asentamiento que llegó a albergar cerca de 3.000 habitantes fue levantado en torno a 1927 para construir una presa
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Andújar/Es fácil en nuestro días encontrar viejas casonas abandonadas en nuestro casco urbano, incluso los cimientos de cortijos en mitad del olivar que un día acogieran a familias enteras bajo su techo. Resulta, sin embargo, mucho más complejo imaginar un poblado entero a merced del olvido: sus calles y plazas, su iglesia e incluso su nombre. Es lo que ocurre con La Lancha, un pequeño núcleo de viviendas con prácticamente cien años de historia que han redescubierto los compañeros del portal Me Pone Viajar a través de una de sus rutas.
Este asentamiento ubicado en pleno parque natural de la Sierra de Andújar se levantó hacia 1927 para construir la presa del río Jándula que existe junto al mismo, cuyas obras concluyeron en el año 1931. Debido a la magnitud de las obras de esta importante infraestructura, este núcleo temporal fue creciendo de forma progresiva hasta alcanzar una población cercana a las 3.000 personas, pues cerca de un millar de trabajadores se habrían instalado en La Lancha en compañía de sus familias mientras se hallaban empleados.
Pasear hoy por sus calles supone toda una experiencia mística, pues su trazado urbano responde al de un pueblo perfectamente consolidado: con su alcantarillado, agua potable y electricidad. Además, cabe mencionar la dotación de edificios importantes para sus vecinos, como un pequeño hospital, cuadras para los animales, un economato y una iglesia que hacía las veces de escuela y teatro.
Un lento declive
Durante su primera década de vida, aún tras la marcha de los obreros, la vida de esta pequeña aldea debió de funcionar con más o menos acierto. Sin embargo, la remota localización de estas viviendas en mitad del paraje serrano y la atracción de la ciudad de Andújar, con una mayor prestación de servicios, provocó que poco a poco fuese siendo deshabitada hasta convertirse prácticamente en un poblado fantasma.
Tan solo hoy sobreviven en su entorno el templo y alguna que otra manzana de casas alrededor. Alguna de ellas, de hecho, es todavía usada como vivienda rural por algún propietario. El último conocimiento sobre habitabilidad que teníamos al respecto se reavivaba con el incendio originado este pasado verano muy próximo a este punto. "Siempre promovemos el cuidado de los sitios que visitamos y de igual manera que si estuviese abandonado os lo pediríamos, por favor, respetad el poblado, sus instalaciones y a las personas que viven allí", pedían los compañeros de Me Pone Viajar en su visita.
Sobre el Salto del Jándula
En cuanto a la gran obra de ingeniería que supuso la presa sobre el río Jándula, construida en tan solo cuatro años, es necesario señalar que hoy en día pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Fue planteada con el objetivo de almacenar el caudal ecológico de agua, producir electricidad y fomentar la pesca en la zona. Su embalse tiene una superficie de 1.230 hectáreas, lo que supone una capacidad de 322 hm3. Por otra parte, la presa consta en su estructura con 83,5 metros de altura sobre el propio cauce del río y una longitud de hasta 240 metros.
A pesar de su declive a lo largo del tiempo, algunas voces han tratado de revitalizar este paraje conocido como Cerro de La Lancha. Es el caso de la tesis doctoral presentada por el arquitecto Nicolás Carbajal en 2015, con "una propuesta arquitectónica que trata de recuperar valores de aquella magnífica obra -presa y embalse- y explora la posibilidad de apuntar otros sugeridos por el lugar y las nuevas necesidades". A través de una intensa labor de investigación, Carbajal conseguía reunir toda una documentación original sobre el trazado de las edificaciones para elaborar con ellas unos dibujos sintéticos sobre la inserción de la presa en el entorno topográfico.
Entre sus intervenciones propuestas, exponía una serie de actuaciones discretas sobre el paisaje con sendas y miradores naturales con los que admirar el paisaje, además de la reconstrucción parcial de la aldea para instalaciones auxiliares con la que divulgar la naturaleza , siempre con la idea de rehabilitar en lugar de construir. Su extenso estudio, cuya consulta puede efectuarse en su propia página web, alberga todo un escaparate para que las instituciones vuelquen sus proyectos futuros.
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