Los frescos de Julio Romero en Porcuna: de salvarlos en la guerra civil a la lucha por declararlos de Interés Cultural
Provincia
Un porcunés se empeñó en proteger una de las obras a base de una capa de pigmentos y cola
Esta es la iglesia, que antes pudo ser sinagoga judía, más desconocida de Jaén
Porcuna/A punto estuvo de desaparecer en Porcuna un tesoro artístico del pintor Julio Romero de Torres. El artista cordobés regaló al pueblo de Jaén algunas de sus mejores obras en la iglesia de piedra de la Asunción que se yergue imponente en el centro del pueblo como el punto más alto.
Son en total cinco obras, la mayoría de ellos frescos, un privilegio que guarda el pueblo, ya que el pintor no cuenta con muchos de estos en dependencias religiosas. "La iglesia es una maravilla construida en piedra, pero lo importantes es la singularidad de los frescos de Julio Romero de Torres que les da una profundidad y una belleza totalmente singular", expresa el alcalde de Porcuna, Miguel Antonio Moreno.
Las pinturas que se esconden tras los muros de la parroquia y que han persistido a más de un siglo de historia son la Asunción de la Virgen en la bóveda del altar mayor; el mural de la Santa Cena que representa donde Jesús instituye la Santa Eucaristía en una de las capillas del crucero; la Sagrada Familia, que se encuentra paralela en la otra capilla; un óleo sobre lienzo de San Juan Bautista en oración que durante la guerra civil se creyó perdido y se encontró entre viejos papeles en las cámaras de la iglesia y que según Moreno, está muy bien valorado económicamente; en las pechinas de las bóvedas del crucero habitan cuatro lienzos de los cuatro evangelistas y no fue hasta 2017 cuando se descubrió que la autoría eran de Julio Romero de Torres.
Hasta en dos ocasiones fueron escondidas y tapadas algunas de ellas y casi no ven la luz a día de hoy. El mural de la Santa Cena no fue del agrado del sacerdote y de algunos feligreses por las características con las que dibujaba el pintor cordobés y las creencias de aquella época. Ordenaron entonces que se tapara con un gran retablo, posteriormente, con la llegada de la guerra civil se retiró el retablo y el mural se intentó destruir, pero gracias al empeño del porcunense Andrés Cabezas, consiguió salvar la obra de la mejor manera que pudo con una capa de pigmentos y cola.
Aunque la guerra terminó, el mural volvió a ocultarse con un nuevo retablo. No fue hasta 1974 cuando se retiró definitivamente dejando en evidencia los daños sufridos por los huecos hechos para la colocación de este retablo. En ese momento comenzó su restauración realizada por el hijo de Julio Romero, Rafael Romero, que resultó "poco afortunada". "Ya no la restauró con ese arte y percepción que hacía su padre", cuenta el alcalde.
¿Qué unió el cordobés a Porcuna?
Quien convenció a Julio Romero de Torres a embellecer la parroquia de la Asunción fue un buen amigo, natural de Porcuna, que vivía en Córdoba, Julián Gallo. "Los frescos se realizaron cuando se acabaron las obras en 1904 y este le pidió que viniera a su pueblo a pintar la parroquia, ya que se estaban acabando las obras", explica Moreno. El artista no dudó en venir hasta Jaén y como agradecimiento, su amigo le regaló una mascota que se volvió inseparable del cordobés, el galgo 'Pacheco', que además tiene un monumento en el pueblo, en el parque canino de Paseo de Jesús.
Ha sido este mes de noviembre por el 150 aniversario del nacimiento de Julio Romero cuando el Ayuntamiento de Porcuna ha tomado la iniciativa de que se declaren estas obras Bien de Interés Cultural (BIC). La esperanza está puesta en esta solicitud enviada a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para proteger y poner en valor estas obras artísticas.
"Si existiera una categoría superior monumental en la ley de patrimonio se le tendría que conceder porque todos los visitantes que deciden como destino visitar las pinturas de Julio Romero de Torres la verdad que se quedan impresionados. Todas son bonitas pero lo que es la Asunción de la Virgen en el altar mayor es algo sensacional, es algo único en todos los murales que tiene Romero de Torres pintados. De hecho la iglesia de la Asunción de Porcuna está considerada como uno de los museos del pintor", enfatiza Moreno.
La restauración pendiente
Además, el Ayuntamiento ha solicitado un proyecto también a Cultura para que se vuelvan a restaurar, sin embargo, la Junta explica que esto compete al propietario (en este caso la Diócesis), aunque ha ofrecido colaboración, por ejemplo, a través de las ayudas al arte sacro. Así lo indicaron a Europa Press desde la Delegación Territorial de Cultura y Deporte después de que el alcalde, pidiera, además, la intervención autonómica para su recuperación, especialmente necesaria en los murales de la Sagrada Familia y la Santa Cena.
"En cuanto a una posible restauración de dichas pinturas, y dado que no son de titularidad de la Junta, debe ser la entidad, organismo o administración competente quien la acometa. Para ello, tienen a su disposición las ayudas al arte sacro puestas", afirmó. Unas subvenciones "que, por ejemplo, no han sido solicitadas para este caso en ninguna de las dos convocatorias" (2022 y 2023), según la Delegación de Cultura, desde la que se ha recordado que "han supuesto una inversión de 625.000 euros en la provincia de Jaén para diez actuaciones".
Entre ellas, ha aludido a intervenciones en lienzos, retablos y esculturas en lugares como las catedrales de Baeza y Jaén o la Iglesia de la Encarnación de Bailén, entre otras. En todo caso, el Gobierno andaluz asegura que "mantiene su compromiso con la puesta en valor del patrimonio y el arte sacro", parte "fundamental" de la historia, la tradición y la cultura de Jaén y Andalucía, "además de suponer un importante bien" para su proyección turística y económica.
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