El atlas celular humano
Pablo de Rojas, el falso obispo de Jaén que encabeza un nuevo cisma en la Iglesia Católica
SOCIEDAD
El líder de la Pía Unión de San Pablo Apóstol cuenta con el apoyo de las monjas clarisas de Belorado y Orduña, quienes tachan de herejes a los sucesores del Concilio Vaticano II
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Ya lo dice el refrán: a Dios rogando y con el mazo dando. Ni siquiera en la casa del Señor hay sitio para la paz y la concordia cuando se trata de tomar el mando de una de las mayores instituciones del mundo. El nuevo cisma de la Iglesia Católica tiene nombre y apellidos: Pablo de Rojas Sánchez-Franco, un supuesto prelado ultraconservador que ya fue excomulgado en 2019 por el obispo de Bilbao, Mario Iceta, hoy arzobispo de Burgos. Su apoyo al vietnamita monseñor Thuc, responsable de las ordenaciones fraudulentas en el Palmar de Troya, supuso el detonante para desligar sus funciones de la doctrina católica que lidera el Papa Francisco.
Fundador de la Pía Unión de San Pablo Apóstol, De Rojas ha encontrado entre las monjas clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña (Vizcaya) un apoyo fundamental para reconocer en su figura a un obispo legítimo de esta particular Iglesia escindida. De acuerdo con una tesis sedevacantista, estas monjas y su líder manifiestan no reconocer a ningún pontífice de Pío XII en adelante, calificando de “herejes usurpadores” al resto de Papas. En esta filosofía particular, el falso obispo de las clarisas declara que aquellos sacramentos recibidos fuera de su Pía Unión no serían válidos a ojos de Dios.
Con las cartas sobre la mesa y toda una jerarquía sectaria bajo las baldosas de esta institución constituida en el Registro Nacional de Asociaciones, Pablo de Rojas señala bajo su tutela “la verdadera Iglesia de Cristo”. Lo cierto es que este religioso de raíces jiennenses guarda una estrecha relación con el movimiento franquista desde sus orígenes: ya su abuelo fue gobernador civil de Jaén y jefe provincial del Movimiento Nacional, desde 1948 a 1955, además de presidente de la Cámara de Comercio de Linares.
Según relata él mismo en su biografía publicada en la web de su fundación, nació en el seno de una familia linarense de reconocido prestigio dedicada a la orfebrería y compraventa de inmuebles, con cierta relevancia en el franquismo. Tanto es así que se refiere al dictador en algunas ocasiones como “nuestro invicto caudillo”.
De Rojas, alma mater de la Pía Unión
Nacido en 1981 en la sierra de Cazorla, vivió junto a su familia en Linares hasta su marcha a Madrid para ingresar como cura. Formado en un colegio del Opus Dei, ha seguido la liturgia tridentina desde sus inicios en una parroquia del círculo lefevrista. Este hilo del ultratradicionalismo continúa tras su paso por el seminario de Cuenca y su acercamiento a la propaganda de Clemente Domínguez y su supuesta sede en el Palmar de Troya. Con todo y con eso, se declara doctor en Derecho y licenciado en Filosofía por la UNED, carreras que añade a su currículum junto a los hilarantes títulos de duque imperial, príncipe elector del Sacro Imperio Romano Germánico y cinco veces Grande de España.
Esta Pía Unión que reconoce como obispo legítimo a este jiennense emigrado afirma regirse por unos estatutos dados por Monseñor Escrivá de Balaguer a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y al Opus Dei, un reglamento elaborado con anterioridad al que aprobase Juan Pablo II. Por su parte, las monjas sumisas a De Rojas tienen clara su predilección por este líder de la nueva Iglesia alejada del Concilio Vaticano II en lo que ellas califican de “persecución institucional”.
El quebradero de cabeza para el actual arzobispo de Burgos, Mario Iceta, es realmente arduo hasta para informar a la Santa Sede. A través de un comunicado oficial ha expuesto la compleja situación en la que esta comunidad de religiosas se encuentra a día de hoy, con un fraudulento contrato de compra-venta de sus inmuebles. Además, en dicha nota "se exhorta a todos los fieles que se abstengan de participar en ningún acto litúrgico" realizado en cualquier de los dos monasterios. De momento estas clarisas de la Pía Unión han encontrado el trasfondo de su vocación: estar en misa y repicando.
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