Arrancan las obras para rehabilitar la plaza de San Bartolomé en Jaén capital

Jaén/Arrancan las obras para rehabilitar la plaza de San Bartolomé, en pleno casco histórico de Jaén capital. Según apuntan desde el Ayuntamiento, estos trabajos responden a una “demanda histórica de los vecinos de la zona” y por eso técnicos del Consistorio y el concejal de Conservación e Infraestructuras Municipales, Antonio Losa, mantuvieron una reunión con la Asociación de Vecinos Arcos del Consuelo y familias residentes en la zona para delimitar las líneas a seguir en esta actuación.

De este modo, los trabajos se van a centrar en sustituir la fuente que hay actualmente inutilizada de hierro fundido por una de piedra así como cambiar las farolas actuales por otras de estilo isabelino, para “mantener la esencia de una plaza tan emblemática”. Tanto la nueva fuente como las farolas son elementos que se guardan en Mantenimiento Urbano de anteriores intervenciones en otras zonas del casco histórico.

Así lo ha explicado el propio Losa a Jaén Hoy, añadiendo además que se va a sustituir el pavimento de la plaza “que está muy desgastado y tiene multitud de materiales”. En este apartado, los técnicos van a tratar de recuperar el máximo volumen de piedra posible y el suelo del cantón pasará a ser una composición de figuras realizadas con dicha piedra y con un granito similar al que ya hay en la plaza San Juan de Dios. “La prioridad va a ser que esta plaza mantenga su esencia”, ha afirmado un concejal que también ha explicado que en las farolas se van a incorporar focos para iluminar la iglesia de San Bartolomé.

También se va a trabajar para restaurar en la medida de lo posible la gran fuente ornamental que preside el centro de la plaza y desde el Ayuntamiento ya explican que el picapedrero municipal ya ha estado en el lugar estudiando las posibilidades. A esto habrá que sumar la colocación de al menos dos bancos bajo los naranjos y una mejora en la accesibilidad, prácticamente nula ahora, de la plaza.

Está previsto que la actuación cuente con un presupuesto cercano a los 80.000 euros, que tenga una duración aproximada de un mes y que sea una “intervención discreta que cumpla con toda la normativa del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI)”.