Los municipios con mayor tasa de natalidad tienen una población inferior a los cinco mil habitantes

Jaén/Hay pueblos pequeños de Jaén en los que en sus calles todavía quedan niños correteando, dando patadas al balón y jugando. Más allá de las ciudades y aunque las poblaciones de la provincia no cuenta con un gran número de habitantes, esta estampa parece más propia de cuando las fotos todavía se hacían con cámaras digitales. Aun así, hay esperanza y un dato sorprendente que deja el Instituto Nacional de Estadística (INE) es que los cuatro municipios con mayor tasa de nacimientos en relación con su población son Navas de San Juan, Montizón, Santisteban del Puerto y Larva.

Las cuatro poblaciones tienen un número inferior de habitantes a los 5.000. Navas de San Juan con una población de 4.440 habitantes y tiene una tasa de natalidad es de 10,3 nacimientos por cada mil habitantes según los últimos datos de 2022, una evolución que ha sido positiva desde 2016 cuando la tasa era de 6,71; en año 2018 fue de 8,05; y en el 2021 de 7,16.

En el caso de Montizón que cuenta con 1.745 habitantes, su tasa de natalidad es de 10,59 nacimientos por cada mil habitantes. El pequeño municipio situado al norte de la provincia y próximo a Santisteban del Puerto y Navas de San Juan venía de un año con una natalidad muy baja, 1,83 nacimientos por cada mil habitantes en 2021; en el año 2020 fue de 7,70; en el 2019, 6,38; en el 2018, 4,66.

Con respecto a Santisteban del Puerto tiene una tasa de natalidad de 10,15 nacimientos por cada mil habitantes y su población es de 4.442 ciudadanos. Se sitúa en la comarca de El Condado junto a los dos anteriores y su natalidad también ha aumentado cada año. En 2021 era de 7,16 nacimientos por cada mil habitantes; en el año 2020 de 6,72; en el año 2019 de 8,05 y en el año 2018 de 7,30. Aunque la mayor tasa de nacimientos fue en el año 2010 con 11,16 nacimientos por cada mil habitantes.

El boom de nacimientos se lo lleva Larva que además es uno de los pueblos más pequeños de Jaén, tiene 448 habitantes según los últimos datos del INE y la tasa de natalidad en 2022 fue de 10,89 nacimientos por cada mil habitantes. Un importante aumento de los nacimientos después de que en 2021 la tasa fuera de 4,28; en el año anterior fue de 8,44 y en 2019 de 2,12. Aunque su mejor año fue en 2013 con 14,13 nacimientos por cada mil habitantes.

Estos cuatro municipios superan la tasa de nacimientos de las ciudades más pobladas de la provincia jiennense, como son Jaén capital, que registra 6,7 nacimientos por cada mil habitantes; Linares con 6,94 alumbramientos; Andújar con 6,58; Úbeda con 6,58 nacimientos por cada mil habitantes o Bailén con 5,81. Todos ellos se encuentran muy próximos a la media de la provincia que es de 6,83 alumbramientos por cada mil habitantes, aunque sí que se encuentran por debajo de la media de Andalucía que es de 7,33 nacimientos por cada mil ciudadanos.

Por otro lado, se encuentran los pueblos en el que es más probable encontrarse con personas mayores que con bebés en los carritos o niños, puesto que su tasa de natalidad es ínfima. De hecho, por ejemplo en Santiago de Calatrava aunque no hay datos de 2022, en 2021 la tasa era de 4,48 nacimientos por cada mil habitantes y en el año 2019 solo nacieron dos niños. En Albanchez de Mágina la situación es similar, la tasa es de 1.01 alumbramientos por cada mil habitantes, en 2021 y 2020 nacieron cinco niños cada año, en 2019, cuatro y en 2018, dos.

Villarrodrigo con una población de 315 habitantes tiene unos datos de natalidad alarmantes desde 2016. A partir de ese año hasta 2022 solo han nacido tres niños en cuestión de siete años y su tasa de natalidad fue de 0 hace dos años. Otros pueblos de Jaén con una tasa de natalidad inferior a 4 son Castillo de Locubín, Noalejo, Cabra del Santo Cristo, Cazorla y Lahiguera.

Causas caída natalidad

El retraso en la maternidad se hace patente en el número de nacimientos de madres de 40 o más años, que ha crecido un 38% en 10 años de acuerdo con datos del INE, uno de los factores que influyen en la caída de la natalidad es el creciente retraso en la edad media de las mujeres para tener su primer hijo. Según una encuesta realizada por IVI, posibles soluciones para ello serían la conciliación y estabilidad económica, concienciación sobre la infertilidad y colaboración público-privada

La tasa de natalidad cae por debajo del nivel necesario para mantener la población estable, con todas las consecuencias socioeconómicas que ello implica. El invierno demográfico ha pasado de ser un término sociológico a toda una realidad social en el país.

En este sentido, según el último informe presentado recientemente por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) junto con el Ministerio de Sanidad, en 2022 nacieron unos 39.500 bebés, un millar menos que el año anterior. Una cifra que contrasta con el creciente número de nacimientos gracias a técnicas de reproducción asistida, que se sitúa ya en un 12%, el mayor porcentaje registrado hasta la fecha.