El milagro de la tormenta: la leyenda que dio origen a la Feria Real de Porcuna

A menudo atendemos a las celebraciones que han pasado de generación en generación sin indagar realmente en sus orígenes. Muchas de las tradiciones que hoy se mantienen en nuestros pueblos y ciudades responden a unas circunstancias o hechos históricos determinados. Es el caso de la Feria Real de Porcuna, que se celebra esta primera semana de septiembre gracias a un suceso que marcó un antes y un después en este pequeño pueblo y que el joven artista Luis Pérez ha querido reflejar en su última obra, un óleo que anuncia dicho acontecimiento.

Cuentan las crónicas antiguas que estas conocidas fiestas deben su sentido a un suceso extraordinario que tuvo lugar el 4 de septiembre de 1749. En una jornada desapacible para los vecinos del municipio debió de cernirse una terrible tormenta sobre las calles y plazas del pueblo, al parecer con "un abundante aparato eléctrico" que amenazaba la destrucción total del pueblo. Ante ese temor inminente de padecer en el temporal, un grupo de parroquianos desesperados buscó refugio en la iglesia de San Benito.

Fue allí mismo ante la presencia de las imágenes del monje benedictino y la Virgen de la Soledad donde los feligreses imploraron protección para salir indemnes. En medio de esta incertidumbre descrita en las crónicas, la tradición asegura que, en un momento dado, ambas tallas se esfumaron de la vista de los presentes para volver a aparecer algo más tarde "con los pies manchados de barro".

La tormenta cesó al instante ante la atónita mirada de los fieles, que vieron en este hecho un milagro de intervención divina. Desde entonces, 275 años después, la devoción hacia el patrón de la localidad persiste y acrecienta la leyenda que da pie a esta conmemoración que se repite cada año en los primeros días de septiembre. Así, son muchos los devotos que acuden hasta la iglesia de San Benito para ver procesionar estas imágenes por las calles de Porcuna en recuerdo de aquel milagroso hecho.

Una programación completa

En esa efervescencia de religiosidad popular que vive Porcuna estos días, el Ayuntamiento ha diseñado un programa de actividades variado y completo dirigido a todas las edades. El encendido del alumbrado oficial marcará el inicio de unas fiestas que se extenderán desde el viernes 30 de agosto hasta el próximo miércoles 4 de septiembre, en el que los actos religiosos tomarán el verdadero protagonismo de la feria.

En el amplio repertorio de actos convocados por la concejalía de Festejos, destacan de una manera especial el concurso de caballistas y el gran desfile de gigantes y cabezudos, dos elementos que son santo y seña de la feria porcunense. En cuanto al temor de nuevas tormentas, parece que los vecinos de este pueblo gozan de cierta protección para celebrar por todo lo alto este cierre del verano sin malos augurios.