La huella de los masones en Jaén: “La logia Andrés de Vandelvira está en proceso de crecimiento”

Fue en el año 2011, tras haberse prácticamente extinguido la actividad masónica en Jaén desde el Franquismo, cuando un grupo de masones, iniciados en la logia Ginés de los Ríos de Granada, decidieron que había llegado el momento de levantar columnas en Jaén. Es así como llaman alegóricamente a la constitución de una logia en la que los hermanos son los pilares de un templo en construcción y en la que se progresa a través de la reflexión y la introspección. Con un café en la mano, en un céntrico establecimiento de Jaén capital, lo explica para Jaén Hoy el venerable maestro de la logia Andrés de Vandelvira, la única reconocida por la Gran Logia de España en Jaén.

“Actualmente somos 15 los hermanos activos pero es raro el mes que no tenemos dos o tres llamadas de interesados. Muchos se ponen en contacto por simple curiosidad y son muy pocos los que llegan a terminar el proceso de iniciación. Yo siempre digo que la puerta de entrada a la masonería es muy pequeña y la de salida muy grande”, relata este jiennense que pide mantener su anonimato. ¿Y cuál es ese proceso de iniciación? Pues todo empieza con la petición de uno mismo de formar parte de una determinada logia.

Cómo se accede

“Si hay un interés real se les pide un pequeño curriculum y se le pide que explique los motivos por los que quiere pertenecer a la logia. Es ahí cuando varios hermanos examinan la idoneidad o no de iniciar el proceso de aplomaciones”, argumenta el venerable maestro. Estas aclamaciones son unas entrevistas personales en las que los varios hermanos analizan si el aspirante a entrar en la logia es “un hombre de buenas costumbres”, una persona libre tanto en lo personal como en lo económico, y una persona creyente en cualquier religión, porque en el rito francés, que es el que practica la logia Andrés de Vandelvira, creen en un ‘Gran Arquitecto’ que todo lo creó.

Una vez que el candidato a iniciarse ha pasado estas entrevistas, los hermanos emiten un informe que luego la logia tendrá que aprobar en una de sus tenidas. “Es como se llaman nuestras reuniones. Las tenemos una vez al mes y están estructuradas por la ritualística. Es donde diferenciamos el mundo profano del sagrado y por eso hay unas formas de abrir y de cerrar”, explica este masón jiennense añadiendo que lo diferencia a un rito de otro son los rituales que tienen lugar en las tenidas.

Rituales y tenidas

“La Gran Logia de España tiene que aceptar los ritos que se pueden celebrar dentro de sus jurisdicción, que son los encargados de que los rituales que se hacen dentro del rito francés sean lo más uniformes y adecuados posibles. Nosotros trabajamos con los mismos manuales que se trabajaba en 1785, los ritos son prácticamente iguales, sólo hay algunos cambios que se han hecho por adaptación temporal”, añade el venerable maestro, aunque no desvela en qué consisten algunos de estos ritos.

Y lejos de la imagen que se ha podido dar en muchas obras cinematográficas o literarias basadas en leyendas, estas tenidas nada tienen de oscuro o terrorífico. Acuden todos con el rostro descubierto, con una espada que les hace ser iguales (en la antigüedad la espada era un símbolo de poder adquisitivo), un mandil masónico que varía en función del grado y una banda que portan los maestros, no los aprendices.

Una jerarquía estructurada

Al igual que en cualquier tipo de institución, las logias masónicas cuentan con una jerarquía en la que existen principalmente tres niveles: aprendiz, compañero y maestro. “Esos tres grados ya engloban toda la masonería pero luego están los órdenes de conocimiento, cuatro que son los que dicta el Gran Capítulo Francés, hasta que se llega a Caballero Rosa Cruz”, aclara el venerable maestro de la logia jiennense.

Dentro de esos grados hay puestos con funciones específicas dentro de una logia. Así, por ejemplo, encontramos que el venerable maestro es el encargado de “coordinar todo y llevar a buen puerto los trabajos”; el primer vigilante se encarga de ayudar en el gobierno de la logia y velar por la formación de los hermanos, “que son la columna del sur”; mientras que el segundo volante se ocupa de la instrucción de “la columna del norte”: los aprendices.

También está la figura del secretario y del orador, que es quien vigila que se cumplan las leyes masónicas y el encargado de comunicarse con el venerable maestro. Además hay un tesorero y un maestro de ceremonias bajo cuya responsabilidad recae la ritualística de la logia y que cuenta con la ayuda de un segundo maestro de ceremonias. “Tenemos un hermano hospitalario que se encarga de atender las necesidades que pueda tener un hermano en concreto o de las acciones solidarias que se emprendan desde la logia”, clarifica el maestro masón.

¿En qué consiste ser masón?

Pero más allá del cargo que puedan ocupar dentro de la logia, todos tienen que realizar un trabajo personal que es el que les hace avanzar dentro de la masonería. “Se trata de buscar la mejora continua de todos y cada uno de los hermanos, sin distinción alguna”, dice el venerable maestro. Y esto lo hacen a través del análisis de símbolos, que en cada grado son distintos, y sobre los que tras un análisis exhaustivo y proceso filosófico deben hacer una exposición, ya sea escrita u oral o de cualquier manera que el hermano desee. Una exposición que no podrá ser contradicha por ninguno de los demás masones pues “la interpretación que cada uno hace de los símbolos es propia y única y lo importante es que la aplique en su vida cotidiana”.

“Hay lecturas, bibliografía, etcétera, pero eres tú el que tienes que interpretar el símbolo y ahí es donde empieza la construcción de cada uno. Lo que se trata es que cada uno vaya construyendo su templo interior y se vaya mejorando a sí mismo a través de la reflexión y el trabajo personal. Cada uno dedica el tiempo que puede o que estima oportuno”, añade el responsable durante este año de la logia de Jaén. “Cada interpretación dependerá de la cultura, la educación o las circunstancias de cada uno y todas las interpretaciones son respetables. Eso es lo enriquecedor”, detalla.

Las interpretaciones resultantes son distintas porque también lo es el perfil de los masones jiennenses y es que en la logia hay músicos, deportistas, empresarios, abogados, políticos, economistas u operarios, entre otros. “Las personas que buscan un elitismo se desechan de la masonería y no pueden acceder a nuestra logia aquellos que tengan antecedentes penales”, explica el venerable maestro adjuntando que la logia Andrés de Vandelvira cuenta con una sede en un edificio céntrico de Jaén capital.

Y termina, como lo hace su taza de café, diciendo el venerable maestro que la logia de Jaén está “en un proceso de crecimiento”. “Llegamos a tener más de 20 hermanos y algunos se fueron por unos motivos u otros. El mes pasado hicimos una iniciación y el mes que viene haremos otra. El taller se encuentra en una situación bastante buena”, resume sobre la única logia incluida en la masonería regular que hay en la provincia. Y es importante este matiz porque no hay una sola forma de entender la masonería al igual que no hay una única logia en la provincia, pero de este tema ya hablamos la próxima semana en Jaén Hoy.