Lo que esconde la Parcela C de Marroquíes Bajos: “Sólo hemos visto un 30 por ciento”
Patrimonio
El responsable de la excavación explica para Jaén Hoy el trabajo que queda por hacer
Defiende el número de voluntarios seleccionados para este edición
Marroquíes Bajos sigue arrojando sorpresas en su Campo de Voluntariado, en imágenes
Sonidos de herramientas contra la tierra desafían el calor estival que ya ha desembarcado a lo grande en la capital del Santo Reino. Bajo lonas de tela más propias de Egipto que de Jaén trabajan una decena de voluntarios que se suman a una larga lista de personas que de forma desinteresada y, durante los últimos cinco años, han puesto su granito de arena para que el Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos sea una realidad.
Trabajan todos ellos en la Parcela C y bajo la atenta supervisión de María Carmen Pérez y Juan Luis Martínez, arqueólogos responsables de una excavación que cuenta con el apoyo de la empresa Calderón. Martínez es quien atiende a Jaén Hoy para confirmar que este año se va a trabajar en dos sondeos, “uno al sur de la parcela y otro al noroeste y ambos contienen resto de época islámica, califal concretamente, que a su vez está sobre restos romanos”.
Describe de este modo el aprovechamiento de infraestructuras y materiales que se ha hecho de civilización en civilización en esta zona que bien podría resumir la historia de la capital. No han sido pocas las críticas que ha habido este año hacia este Campo de Voluntariado que va a contar con la mitad de voluntarios que en otras ocasiones pero, al contrario de lo apuntado por fuentes del propio Ayuntamiento de Jaén, Juan Luis Martínez defiende que “se han ocupado todas las plazas que hemos puesto a disposición, no el 50 por ciento”.
En un primer momento se anunció que serían 40 las vacantes disponibles y posteriormente se explicó que se habían presentado 20 voluntarios, algo que Martínez desmiente. “Ha habido muchísimas solicitudes pero este año estamos dos arqueólogos únicamente, mientras que en otras ediciones ha habido cuatro, por lo que nos iba a ser imposible supervisar de una manera correcta el trabajo de más voluntarios. Tenemos trabajando a las personas que hemos querido tener y además este número va a posibilitar que, aquellos que quieran proseguir en el segundo turno de excavación, vayan a poder hacerlo”, argumenta este arqueólogo que también ha puesto el valor que se continúe con un proyecto que viene dando “una visibilidad formidable a la parcela”.
También ha roto una lanza en favor de sus voluntarios de los que afirma que “se lo toman muy en serio”, aunque también manda deberes a las administraciones pues aclara que “hace falta trabajar en esta parcela también cuando no hay campo de voluntariado”. Y es que, como ocurre con todos los proyectos, será la voluntad política la que determine el ritmo al que se avance este Parque Arqueológico de Marroquíes Bajo para el que se proyectó una valla especial (ya instalada), pasarelas, un centro de interpretación, paneles informativos y hasta reconstrucciones en 3D de algunas de las infraestructuras que se esconden en el subsuelo.
De valor para la ciudad
“Esto no es campamento de verano porque esta es mi profesión y tenemos una importante responsabilidad arqueológica”, apunta Juan Luis Martínez. Y es que a pesar de que en el lugar se ya han destapado obras hidráulicas romanas, como un pozo o una piscina; talleres de tejas de época árabe, construcciones del Calcolítico o enterramientos tardorromanos, tienen claro los expertos que todavía queda muchísimo más por descubrir.
Estima el responsable de la excavación que hasta ahora conocemos, aproximadamente, el 30 por ciento de lo que esconde la Parcela C de Marroquíes Bajos, aunque también aclara que tampoco se trata de levantarlo todo. La estrategia para poner en valor esta parcela pasa por realizar diferentes sondeos durante los próximos años en distintas zonas de la misma y conocer qué restos se existen y, después, evaluar cuáles han de ser rescatados y debidamente conservados para poder ser visitados por el público.
“Me jubilaré y no veré esto terminado, no sólo por el tiempo que quede por excavar sino porque las posibilidades de sondear que hay son inmensas. Esto pretende ser un parque arqueológico de entidad y tenemos que cuidar de que el conocimiento se divulgue de una forma científica”, apostilla Juan Luis Martínez sobre el trabajo que queda por hacer en una parcela en la que, mientras hablamos, siguen doblando el lomo unos voluntarios que escarban en la historia de Jaén.
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