'Largo y Reposao': así se cuece el que es ya un templo para el mundo costalero de Jaén

JAÉN/Dicen que los buenos platos requieren de cierta paciencia en la cocina. Pero no todo va en la cocción: también es necesaria una buena materia prima para asegurarse un resultado óptimo. Con estos ingredientes y un método digno de las estrellas Michelin, la Tertulia Cofrade 'Largo y Reposao' da sus pasos con el tiento de un palio cruzando el dintel de una puerta más bien ajustada. Sus componentes, cuerpo a tierra, enfrentan lo que a todas luces podría suponer una salida complicada. Sin embargo, en la maestría que da este oficio más propio de la Andalucía occidental, sus componentes se despojan de ese eterno complejo para constituir el que será un templo para el mundo costalero.

El círculo de 'Largo y Reposao' se asienta en la amistad que siembran las cofradías. "Por circunstancias personales somos un grupo numeroso que coincidimos en distintos pasos de toda la provincia, una afición que nos lleva a experimentar y seguir aprendiendo en otras ciudadades", cuenta José Ángel Garrido, uno de los administradores de este colectivo que ya trabaja para convertirse en asociación cultural. Fue allá por 2016 cuando decidieron mostrar desde su propia óptica el trabajo del costal a través de una cuenta de Instagram y un grupo de WhatsApp.

Rápidamente no tardaron en sumarse a esta iniciativa un buen número de cofrades de toda la provincia, desde Linares, Andújar o Torredonjimeno, hasta de fuera de ésta: Sevilla, Dos Hermanas o incluso Huelva. "Pasamos de compartir nuestra vida diaria en cuentas personales a contar la actualidad del costal bajo nuestras vivencias". Con esta premisa y ante la pasión compartida bajo las trabajaderas de distintos puntos de Andalucía, su expansión alcanza hoy toda clase de acentos y hermandades. "La tertulia es conocida en Jerez porque yo pertenezco a una cuadrilla allí, o en Sevilla porque hay personas involucradas en algunos pasos, al igual que ocurre en Córdoba", comenta.

Sin complejos ni temores

Cuando la Semana Santa de Jaén parecía anclarse en modas del pasado, con el nuevo milenio la sombra del costal atemorizaba a las juntas de gobierno que veían con exagerada impostura su llegada a nuestra tierra. Veinte años después de que la primera hermandad rebatiese la semilla de la duda, la realidad hoy es bien diferente, hasta el punto de que muchas cofradías encuentran el éxito acudiendo a esta herramienta. Así mismo lo señala este torrecampeño, que habla de los inicios de la tertulia no con cierto complejo, sino con un fin didáctico y divulgativo para resaltar la figura del costalero. "Había ya una imagen preestablecida con un estereotipo del costalero casi mal visto".

Quizá el dominio del tiempo y la propia manera de transmitir ese sentimiento han logrado relegar a un segundo plano esa imagen desgastada sobre esta manera de portar los pasos. "Es una herramienta que con buen uso y los valores adecuados no tiene por qué ser mala", subraya José Ángel. Lo que él mismo denomina como "el mundo de abajo" supone para muchos, de hecho, una forma de vida que da sentido y razón de ser a este propio colectivo, empezando por su nombre. "En la jerga o el argot del costalero, 'largo y reposao' son dos palabras que se usan habitualmente y el son que solemos llevar en el andar que practicamos".

Lejos de toda duda, este grupo tiene como objetivo claro reunirse varias veces al año en diferentes puntos, además de realizar una tertulia anual donde invitan a personajes relevantes de la Semana Santa andaluza para fomentar y debatir de forma distendida sobre el oficio del costal. Lo que podría limitarse a un tema más propio de Cuaresma ha conseguido contra todo pronóstico asentarse en la sociedad jiennense y germinar en nuevas cuentas cofrades de este tipo. "Estamos en el buen camino y hemos despertado esa afición en mucha gente".

Un lugar de (re)encuentro

Volviendo al símil de la alta cocina, siempre hay un cubierto dispuesto para cada plato. "Cada vez era más frecuente que nos juntásemos en octubre o mayo, sin un lugar establecido, pues quedábamos en bares y lugares que no tenían ese ambiente que necesitábamos". Fruto de esa necesidad y con reuniones de hasta 15 y 20 personas surgió la necesidad de disponer de un lugar común donde el tema central fuese la Semana Santa.

Fue así como algunos componentes decidieron echarse adelante y alquilar un local "por y para el costalero". Tras tres meses de reformas y adecuación de espacio, el número 75 de la calle Millán de Priego abría sus puertas el pasado 29 de agosto con una inauguración que ya augura buenos momentos. "Este lugar para los socios albergará toda clase de eventos cofrades, tertulias, quedadas, exposiciones y hasta alguna igualá", adelanta Garrido.

Si bien se trata de un rincón eminentemente diseñado para su uso privado, desde 'Largo y Reposao' pretenden abrir sus puertas al disfrute de todos aquellos cofrades que quieran sumarse al proyecto. "En noviembre tendremos nuestro evento más importante: la tercera tertulia cofrade que organizamos de forma consecutiva". Aunque aún es pronto para desvelar los invitados a esta cita, solo basta con mirar el cartel de anteriores ediciones, en la que participaron auténticos capataces de renombre, como Rafael Ariza o Rafael Palacios, entre otros muchos.

"A día de hoy hay cierto movimiento, la juventud se está preocupando más por formarse en esta herramienta", mantiene. A diferencia de su generación, definida a merced de constantes cambios entre el martillo y la campana, la proyección de los jóvenes que ahora crecen en las cofradías parte con cierta ventaja. "El fruto lo recogeremos dentro de unos años, ya que las nuevas generaciones están naciendo bajo las trabajaderas".