Jaén, final de vía para un tren esquivo con la provincia

Transportes

La falta de infraestructuras en la provincia es común a todos los sectores pero es más evidente en una red ferroviaria casi olvidada

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Apenas se invierte en infraestructuras.
Apenas se invierte en infraestructuras. / Gabriel Fernández.

La sensación de abandono es común entre los jiennenses en lo que a infraestructuras se refiere. El sentimiento general es de olvido institucional y hace dos años, tras la decisión del Ministerio de Defensa de llevarse el Plan Colce (para el que Jaén parecía el destino ideal) a Córdoba, esa reivindicación se desbordó, resultando en dos marchas históricas con miles de coches abarrotando la autovía A-4 y la capital y en caceroladas que retumbaron en las calles desiertas por el toque de queda.

Los movimientos sociales provocaron también que la plataforma ciudadana Jaén Merece Más tornase en partido político y en las últimas elecciones municipales llegó a obtener 9.372 votos. Esa sensación de hartazgo con las partidas presupuestarias de Jaén está avalada por el informe que recientemente presentó la Federación de Empresarios de la Construcción Andaluces (Fadeco) sobre las infraestructuras que son vitales para el desarrollo de Andalucía.

Dicha federación incluye en este listado infraestructuras necesarias inconclusa A-32 que debe conectar Jaén con el Levante, las eternas conducciones de la presa de Siles, o la falta de una red eléctrica lo suficientemente potente para acoger a empresas que precisen alta potencia. Pero si hay un sector en el que se evidencia la falta histórica de apuesta institucional por las infraestructuras jiennenses es el ferroviario. En este ámbito, el informe de Fadeco apunta que “Jaén es una provincia olvidada, muy falta de infraestructuras a pesar de tener una ubicación geográfica privilegiada siendo la puerta de Andalucía”.

Problemas evidentes con el tren en Jaén

“Los servicios públicos no se pueden medir por su rentabilidad, sino por el servicio que se presta a los ciudadanos. No se pueden suprimir servicios ni eliminar líneas por baja cantidad de usuarios, cuando también sería necesario decir que los trenes son muy antiguos, la frecuencia horaria muy mala, los tiempos de viaje excesivamente largos y la puntualidad de los mismos brilla por su ausencia”, añaden desde Fadeco.

Una reflexión que comparte el secretario de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Jaén, Luis Marín. Este jiennense, tercera generación en una familia de maquinistas y amantes del ferrocarril, defiende que es “incongruente e injusto que en las líneas de alta velocidad entre Madrid o Barcelona se subvencionen los precios y aquí no”. “Es un trato discriminatorio y vejatorio con los usuarios, por ejemplo, del trayecto Jaén - Madrid. Europa subvenciona este medio de transporte y esos billetes deberían costar alrededor de cinco euros. Eso sería de verdad luchar contra la España vaciada”, reivindica.

En opinión de Luis Marín, la apuesta por la alta velocidad “beneficiará a las clases sociales altas, porque tendrá un coste muy alto y no vertebrará el territorio”. De hecho, al igual que ocurre en el informe de Fadeco, el secretario de la Asociación de Amigos del Ferrocarril fecha en 1992, con la construcción de la conexión por AVE entre Madrid y Sevilla pasando por Brazatortas, el inicio de la “debacle” del ferrocarril en la provincia de Jaén. Aclara, con añoranza, que por la provincia de Jaén llegaron a circular 264 trenes al día, más de 60 de ellos de viajeros. Actualmente son 12 las circulaciones de pasajeros que recorren a diario las vías jiennenses.

Luis Marín asevera que la discriminación que sufre la provincia en este ámbito “no es un problema tecnológico”, pues alega que las vías jiennenses se podrían adaptar a los nuevos trenes.

“El problema es exclusivamente político. Históricamente, los representantes políticos de Jaén no han sido lo suficientemente reivindicativos frente a sus jefes por miedo a perder sus puestos. El tren ha caído en Jaén por un interés egoísta, por inacción política y por un interés a favor de los beneficios económicos que proporciona el consumo de combustible de los vehículos”, sentencia Marín, quien acusa a los gobiernos nacionales de realizar desde hace décadas cierto trilerismo presupuestario en detrimento del ferrocarril jiennense.

Desequilibrio territorial

Miguel Ángel Rodríguez es otro amante del ferrocarril y además presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril. Define la situación en la provincia como una “parálisis debida a que hace años que no se mejoran las infraestructuras de la provincia, lo que hace que los trenes no puedan circular en ella a su máxima velocidad al igual que hacen en otros territorios”.

El presidente aclara que “mejorando las catenarias y las vías” se podría conseguir que “el trayecto entre Jaén y Madrid se hiciese en dos horas y no en las cuatro que ocupa actualmente”. Y además defiende que la ausencia de estas infraestructuras es un lastre para la provincia porque si se atiende “a polos de desarrollo de otras ciudades vemos que tienen unas posibilidades de transporte de ferrocarril que están a años luz de las de Jaén”.

Así explica que es “fundamental”, por ejemplo, “la conexión con Motril para que Jaén pueda ser puerto seco, lo que generaría muchos puestos de trabajo y además serviría para el desarrollo del mismo puerto granadino”. “Es como si una empresa que necesita un gran consumo eléctrico quiere instalarse en Jaén pero resulta que no hay línea de alta tensión que se la suministre. Pues se acaba yendo a otro sitio”, sintetiza sobre una situación habitual en el ferrocarril jiennense pero que bien podría extrapolarse a otros sectores.

La implantación del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (Cetedex) es un primer paso para solventar la carencia de infraestructuras que viene padeciendo la provincia y se mira como expectación con la esperanza de que ejerza de imán para otras muchas inversiones en el futuro.

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