Andrea Pezzin, presidente de Tubba: "Hay un exceso en la oferta de viviendas turísticas en Úbeda y Baeza"

La fiebre de los Airbnb llega con fuerza a uno de los mayores escaparates turísticos de la provincia de Jaén. Tanto Úbeda como Baeza acumulan ya una extensa lista de viviendas destinadas al alquiler vacacional en toda clase de portales inmobiliarios. Desde su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace ya 20 años, el sector turístico ha apreciado un notable cambio en la exposición de ambas localidades de cara al visitante.

Andrea Pezzin, presidente de la Asociación para el Desarrollo Turístico (Tubba) de estas dos ciudades es contundente: "Hay un exceso en la oferta de viviendas turísticas". Tan solo basta con bucear durante unos minutos entre las publicaciones ofertadas en Airbnb para comprobar que la colección se extiende, incluso, en otras localidades cercanas como Sabiote o Canena. "El hecho de que se aprovechen de esa reputación no es nada nuevo", sostiene este empresario del turismo. "Ahora hablamos de alojamiento extrahotelero, pero desde que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad muchos municipios aprovecharon ese tirón".

Tal y como él mismo señala, que muchas de ellas se encuentren a 30 minutos en coche no significa un impedimento mayor para que los turistas que vienen a visitar el conjunto renacentista decidan alojarse en los alrededores. "Esto se ha traducido en que toda la comarca se beneficie al fin y al cabo". Sin embargo, más allá de lo que pueda parecer, esto podría convertirse en un problema a corto o medio plazo.

En palabras de Pezzin, esta proliferación de viviendas turísticas "necesitan y requieren una regulación urgente", pues compara la situación con multitud de destinos asolados por esta denominada competencia desleal para las hoteleros. "El asunto aquí no es tan alarmante, pero debe de haber un toque de atención en vista a los errores cometidos en otras ciudades donde no se ha sabido regular este tema y lo están haciendo tarde y mal", resuelve.

"No quiero que se desvirtúe su identidad"

Este italiano de nacimiento pero jiennense de adopción lleva cerca de 30 años involucrado en la vida social, económica y empresarial de la zona, por lo que no duda a la hora de afirmar que "quizá estemos a tiempo" de buscar una solución a este problema. Llegó a este rincón de La Loma por pura casualidad y llegó a desarrollar una empresa fundamental "viendo la belleza patrimonial en un momento en el que nadie estaba haciendo nada en términos de gestión del patrimonio".

Además de ocupar la presidencia de Tubba, es a su vez fundador de Artificis en 1994 o Seturja, entre otros colectivos. Y lejos de lo que se pudiera pensar de él como empresario, a Andrea le preocupa la situación: "No quiero que se desvirtúe la identidad de Úbeda y Baeza". En este sentido, no duda siquiera en señalar también un exceso de oferta en los servicios y habla de cierta "indecendencia del concepto free tours", un rastro a analizar para el propio el sector turístico.

"Debemos conservar esa personalidad, ser originales, y diferentes: todos los negocios aquí son de pequeños empresarios, familiares, con productos locales y eso nos hace sostenibles, como tanto defendemos ahora". Con la mirada puesta en el turismo, parece que el dilema del siglo XXI sea encontrar el equilibrio y el orden que evite, en cualquier caso, malvenderse o explotarse en demasía.