El Gobierno descarta al aceite sirio como ‘amenaza’ para Jaén y España

Política

En respuesta a una pregunta escrita de Vox en el Congreso, el Ejecutivo asegura que las importaciones del producto del país de Oriente Medio sólo representan un 2% de la llegada de aceite extranjero y que cumplen todos los controles de calidad

Satisfacción entre los agricultores por las ventas de aceite de oliva en febrero

Garrafa de aceite de oliva sobre aceitunas en una almazara.
Garrafa de aceite de oliva sobre aceitunas en una almazara. / Europa Press

Jaén/El Gobierno de España espanta los fantasmas invocados por Vox y asegura que la importación de aceite de oliva procedente de Siria no supone ninguna amenaza a la producción de oro líquido con sello nacional. Por un lado, señala que el aceite del país de Oriente Próximo apenas representa el 2% de las llegadas de ese producto a España –“Siria no se encuentra entre nuestros principales socios comerciales, como pueden ser Túnez o Portugal”, apunta el Ejecutivo-; por otro, descarta que el producto sirio importado sea perjudicial para la salud y que no cumpla con las “exigencias fitosanitarias” impuestas por la Unión Europea, que son las mismas “para los productos importados y para los productos originarios de dentro de la Unión”.

En el Ejecutivo responden así a tres preguntas escritas registradas por Vox en el Congreso de los Diputados. Según el partido de Santiago Abascal, en 2022, España había importado aceite de oliva de Siria por valor de 55 millones de euros, cifra que constituyó el 33% de las importaciones procedentes del país de Oriente Próximo. En base a ello, cuatro diputados del grupo parlamentario -entre ellos, el tosiriano Francisco José Alcaraz- pidieron al Gobierno información sobre cómo afectaban esos datos al aceite español, sobre las “exigencias fitosanitarias” al aceite sirio y sobre las medidas gubernamentales que hay en marcha para “proteger la producción nacional de aceite frente a las importaciones”.

“Independientemente de los productos fitosanitarios registrados en cualquier país tercero, todas las producciones agrícolas que se importan a la Unión Europea deben cumplir los requisitos establecidos en el Reglamento 396/2005, con respecto a los límites máximos de residuos”, recuerdan desde Moncloa. Esos límites, insiste el Gobierno, “se fijan a nivel europeo, de acuerdo con los estándares de seguridad alimentaria de la Unión Europea”, y su cumplimiento “es obligatorio tanto para las producciones interiores de la Unión Europea como de las mercancías importadas”.

Esa norma se complementa con la legislación europea en materia de controles oficiales, establecida por el Reglamento (UE) 2017/625, que “integra en un único marco legislativo las normas aplicables a los controles oficiales de las mercancías realizados en la Unión Europea para comprobar el cumplimiento de la legislación de la Unión relativa a la cadena agroalimentaria”. Con ello “se garantiza que todos los productos que se introducen en la Unión Europea procedentes de terceros países, con independencia de su origen, cumplen la legislación aplicable en la Unión, en particular, las normas para proteger la salud humana”.

"Control exigente" para proteger el aceite de oliva español

“El control cada vez más exigente que se lleva a cabo por parte del Gobierno de España es una herramienta de apoyo hacia los grandes valores agroalimentarios de nuestro país, entre los que se encuentra el aceite de oliva español. Esto supone una constante lucha por valorizar la calidad de nuestros aceites, principalmente hacia los aceites de oliva virgen extra, apreciados nacional e internacionalmente”, reza la respuesta a Vox.

Más allá de ello, en Moncloa destacan que la “vocación” de España respecto a la producción de aceite de oliva es “claramente exportadora” en tanto en cuanto acumula el 40% de la producción mundial, lo cual lo convierte en el “principal productor y comercializador mundial”, con “una balanza comercial muy positiva”.

Satisfacción por la comercialización de aceite en Jaén

Recientemente, la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) cifró en más de 135.000 las toneladas de aceite de oliva comercializadas durante el pasado febrero. Además, la producción alcanzó casi los 1,4 millones de toneladas, de las que 1,12 toneladas se han obtenido en Andalucía y 551.936, en Jaén. Asaja, Upa y Coag valoraron las “buenas salidas” de oro líquido al mercado.

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