Sin fecha para el estudio de viabilidad de las Termas de Jabalcuz
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El Bien de Interés Cultural de Jaén capital lleva 45 años abandonado a la espera de una reforma integral
Así fueron y así se encuentran las Termas de Jabalcuz, en imágenes
Luces de colores han iluminado los Jardines de Jabalcuz que se ha llenado de música y alegría este fin de semana por las fiestas del barrio. Una buena multitud se ha acercado alrededor de la fuente para bailar y charlar. A tan solo 10 minutos a pie hace más de 50 años el trasiego de coches y personas era continuo por la vía construida en 1781 para unir la ciudad en unas Termas que han formado parte de la historia de miles de jiennenses que han pasado por allí. Ahora, el único sonido que se escucha allí es el del ruido de la música de los jardines.
Atravesando el asfalto rodeado de árboles y con la montaña de Jabalcuz de fondo, un vallado rojo protege el edificio o lo que queda de él, por el que durante un siglo bajaron a bañarse en sus aguas termales, que afloran a gran velocidad por las fallas del monte tras recogerlas las lluvias. edificio se yergue como un esqueleto sobre la vegetación salvaje, la pintura que un día fue resplandeciente deja el cemento visto, el letrero verde "Termás de Jabalcuz" cada vez es más difuso. Desde su abandono, en 1979, sólo en 2015 se llevó acometió un arreglo de la estructura para evitar el derrumbe.
Fue tan sólo hace dos meses cuando el ex consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, se comprometió con el alcalde de Jaén, Agustín González, a realizar de manera "inminente" un estudio de viabilidad. Sin embargo, según informan desde la Delegación de Medio Ambiente en Jaén, a este periódico aún no hay fecha para este estudio, ni ninguna información más al respecto de la que anunció Fernández- Pacheco.
La recuperación de este conjunto entraba dentro de las 100+1 medidas firmado entre el PP y Jaén Merece Más con la implantación de un camping, puesta en valor de la pared de escalada y vías ferratas, recuperación de jardines e infraestructuras comerciales y de servicios existentes. Sin embargo, poco puede hacer este Ayuntamiento sin la intervención de la Junta de Andalucía, que conserva la titularidad y fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008.
Aunque actualmente la titularidad sea pública no siempre fue así, tal y comoo explica Pedro Palomeque, descendiente de la familia que regentó los baños durante casi un siglo en la época de "esplendor", antes de "donarlo" a S.A. Aguas Jabalcuz . El origen de estos baños se remonta cuando se documentó la presencia de aguas termales a inicios del siglo XVII.
Fue en 1781 el consistorio decidió unirlos a la ciudad de Jaén mediante un camino carretero que supondría el inicio de diversas actuaciones por parte de los cabildos municipal y catedralicio. El deán Martínez de Mazas, principal impulsor de la urbanización de la zona, ordenaría la construcción de una plazoleta con casas para los bañistas y una ermita dedicada a los Santos Cosme y Damián.
Según la investigadora MaríaTeresa López Arandia, las primeras noticias de las aguas termales de Jabalcuz se remontan a un acta capitular de 1594, en la que el cabildo municipal solicita sea estudiado el proyecto para la construcción de unos baños. En 1600 se redacta una nueva acta en la que se asignan importantes partidas económicas para la compra de terrenos, que desde ese año y hasta 1870 serán de propiedad municipal.
Sin embargo, el desarrollo de la zona con edificios y vías se inicia en 1781 cuando el Ayuntamiento construye un amplio camino carretero que une la ciudad al paraje desde la glorieta Lola Torres, bajo la dirección del caballero veinticuatro Fernando María del Prado. Dicho camino, que correspondía con una antigua cañada real, transitaba desde el salto de agua denominado ojo de buey. En esta misma iniciativa, la administración local ampliaría los antiguos baños con un edificio independiente para mujeres, quedando el primitivo, que los textos citan como de mampostería de buena fábrica y cubierta abovedada, para los hombres.
El gran cambio a partir de 1840 cuando el municipio, propietario del baño y edificios de la plaza principal, agrega al balneario de dirección médica y lo adapta dos años después al régimen sanitario nacional. Hace así ser reformadas sus instalaciones y los nuevos proyectos fueron planteados según el gusto del romanticismo decimonónico. Se erige también una residencia para médico y bañero en la plaza principal y, junto al camino a su paso por la Casería de Jerez, una hilera de casas para bañistas y un nuevo baño que van a recibir la misma denominación que se conoce hoy.
En 1870 se subasta públicamente el balneario, que contaba con dos edificios: el de los baños y el de la casa del médico-director y el bañero, posteriormente habilitado para casino. La adjudicación fue concedida al empresario Manuel Fernández Villalta. En 1884 se reforma y acondiciona en su totalidad el edificio balneario, que en buena medida corresponde a lo que se conoce hoy: de mampostería con la planta en forma de U.
La distribución del eidifcio era de la siguiente maneral: la planta baja destinada a baños y las superiores a hotel. Así, originalmente su fachada principal presentaba la planta inferior con aplacado de piedra y la superior con ladrillo visto. Mediante una pasarela, conectaba la planta primera de hospedería con un edificio próximo, destinado a casino y servicio de correos y telégrafos, de exclusivo funcionamiento en los meses de verano. Esta nueva imagen que lucía permitó que en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, sus aguas mineromedicinales recibieran la medalla de plata.
Las décadas de 1930 y 1940 pueden considerarse las de mayor esplendor del conjunto, especialmente para la sociedad burguesa de las provincias cercanas. Igualmente, durante la Guerra Civil, se instaló en el paraje una colonia refugio para escolares y en diciembre de 1937 se habilitó una escuela rural.
A partir de estas décadas la actividad va decayendo, auque se mantiene, enfocada casi exclusivamente a bañistas de Jaén y provincia, que acuden a comer en los ventorrillos, y de veraneo en las diferentes casas de alquiler. Así hasta el fallecimiento en 1972 de la marquesa de Blanco-Hermoso, Ana Josefa Mariscal y Tirado, familia de Pedro Palomeque y residente en la casería de Nuestro Padre Jesús. Se sucedieron algunos proyectos de reforma que, aunque escasos, que alargaron durante años la vida del balneario. En 1982, sus herederos, conscientes del evidente declive, definitivamente procedieron a su venta a una empresa promotora.
A partir de entonces, la historia se cuenta con la lucha no solo de los vecinos de Jabalcuz sino de todo el conjunto jiennense de la ciudad y alrededores por recuperar un emblema de la ciudad que tantas historias guardó sobre sus aguas y entre sus paredes y árboles en la plaza de recreo. Este año se han cumplido 45 desde que están cerrados, pero la esperanza por recuperarlos continúa intacta a pesar de su evidente abandono.
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