Estafa Baécula en Bailén: las aseguradoras apoquinaron en otros fraudes similares
Tribunales
Los más de cien afectados reclaman que Allianz devuelva los 3 millones de euros como responsable subsidiaria
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El presunto estafador de Bailén, a un cliente: "Ese dinero [de las pólizas] lo he perdido yo"
Desde primeros de 2021, Juan José A. N., Juanito o Juanín para quienes le conocían en Bailén, está investigado por un supuesto delito de estafa continuada y otro de blanqueo de capitales. En su comparecencia en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Linares el 26 de febrero de aquel año, confesó que, durante aproximadamente una década y desde su oficina particular, Báecula Agente de Seguros, había hecho diversas operaciones monetarias al margen de la empresa para la que trabajaba como mediador exclusivo, Allianz, fruto de lo cual había perdido 3,4 millones de euros de más de cien clientes, la mayoría de ellos, vecinos del pueblo.
La investigación del caso Baécula sigue en marcha y, a medida que pasa el tiempo, los nervios de los afectados van ganando en intensidad. Porque, más allá de que se llegue a condenar o no a Juan José y más allá de dónde esté su dinero o de qué manera lo perdiera el exagente de seguros, su principal pretensión es recuperar sus ahorros.
Aunque Allianz se desmarcara desde un primer momento de la supuesta actividad delictiva del que fue su mediador exclusivo en Bailén, lo cierto es que la compañía alemana ofrecía sus productos a través de anuncios en la oficina bailenense, a la que también le cedía su logotipo, que lucía en grandes letras en la entrada, y sus sellos para suscribir pólizas. Los servicios de Allianz también se ofertan en la página de Facebook de Baécula Agente de Seguros. Las víctimas consideran que todo ello es suficiente para obligar a la multinacional a devolverles sus ahorros como responsable civil subsidiaria de la supuesta estafa. Existen precedentes similares. Y los paralelismos con el caso Baécula son evidentes. Para muestra un botón. O tres.
Aseguradoras condenadas por estafa de sus agentes exclusivos
En junio de 2021, un agente de seguros que trabajaba de forma exclusiva para la prestigiosa compañía Zurich en Boecillo, municipio vallisoletano de unos 4.000 habitantes, confesó haber estafado 195.000 euros a un amigo al que, en 2012, ofreció un fondo de inversión que resultó ser ficticio. Según recoge Europa Press, el mediador, que ya había sido condenado dos veces anteriormente por hechos similares, reconoció en el juicio que parte del dinero lo obtuvo en mano y, el resto, a través de cargos que hacía en la cuenta de la víctima.
La Audiencia Provincial de Valladolid le castigó con tres años de prisión y falló que Zurich tenía que hacer frente al pago del dinero defraudado como responsable civil subsidiaria. Tal y como también publicó Europa Press, la Justicia vallisoletana consideró que los hechos tuvieron lugar "en el marco de la actividad que prestaba el condenado", algo que la aseguradora no detectó "a pesar de que estaba facultada para ello mediante el contrato de agencia”.
El pasado marzo, la Audiencia Provincial de Lleida también condenó a Catalana Occidente a devolver, como responsable civil subsidiaria, los casi 190.000 euros que una agente que trabajó en exclusividad para la compañía entre 2005 y 2019 estafó a sus vecinos de Sant Llorenç de Morunys, un pequeño municipio de apenas 1.000 habitantes. La Audiencia leridana destacó que la mediadora ofrecía seguros con altos intereses a sus clientes. Se amparaba en la confianza que rezumaba su larga trayectoria profesional y en el hecho de que trabajara bajo el sello de una empresa de prestigio. En la fachada de su oficina, en efecto, había un rótulo de Catalana Occidente. Es menester repetirlo: quien acudía a la de Juan José A. N., en Bailén, también podía leer en letras bien grandes, sobre la puerta, antes de entrar: Allianz. Ya no: lo primero que hizo la empresa alemana cuando estalló el escándalo en Bailén fue borrar todo rastro de su marca en el local.
Por último, en octubre de 2019, un agente de seguros de Fuengirola fue declarado culpable de estafar 5,6 millones de euros a casi medio centenar de personas. La sentencia obligaba a la compañía para la que trabajaba, Plus Ultra, a afrontar de forma subsidiaria el pago del dinero defraudado, más intereses, a los afectados.
Cabe recordar que las acusaciones particulares de las víctimas de la estafa de Bailén ya pidieron en su momento que se incluyera a Allianz entre la nómina de investigados en la instrucción del caso porque, aunque la agencia de Juan José, Baécula, llevaba sin presentar cuentas desde 2013, la multinacional alemana renovó su relación comercial con la empresa familiar bailenense en 2019. Sin embargo, la jueza, hasta ahora, ha rechazado la solicitud.
Dos requisitos: condena y declaración de insolvencia
En cualquier caso, para que se diera la posibilidad de que se declarase a Allianz responsable civil subsidiaria del fraude con epicentro en Bailén, tendrían que concurrir dos hechos. En primer lugar, habría de existir una condena penal contra Juan José A. N., circunstancia que se antoja lejana puesto que el caso aún está en plena instrucción y ni siquiera hay fecha para que se celebre un juicio. Pero es que también sería conditio sine qua non para ello que, si se llegara a condenar a Juan José, este se declarara insolvente.
Lo cierto es que, según las pruebas que hoy obran en poder de la Justicia, no es descabellado dar por hecho el cumplimiento de este segundo requisito. El 22 de abril de 2021, dos meses después de mandar al investigado a prisión provisional, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de Linares encargó a la Policía Judicial de la Guardia Civil de Bailén un catálogo patrimonial de Juan José A. N. y otras ocho personas de su entorno investigadas en la causa. En el análisis también se incluyó a la empresa familiar, la agencia Baécula Agente de Seguros, S. L. Los agentes tardaron dos años en recabar todos los datos sobre cuentas bancarias, movimientos de dinero, declaraciones fiscales y propiedades comprendidos entre 2010 y 2020. El pasado 18 de abril entregaron el atestado fruto de su trabajo. Se trata de un documento de más de 1300 páginas repartidas en cuatro tomos.
De acuerdo al amplio informe, a 31 de diciembre de 2020, es decir, poco después de la primera denuncia presentada a Allianz contra el exmediador de seguros y dos meses antes de su detención y puesta en prisión, Juan José A. N. tenía a su nombre nueve cuentas bancarias -seis de ahorro y tres corrientes-. Cinco se habían abierto con un banco, dos con otro distinto y las dos restantes con una tercera entidad. En una de las cuentas figuraban como autorizados, además de él, su mujer, su hija y uno de sus hijos varones, y como titular, la empresa familiar, Baécula Agente de Seguros; en dos, los titulares eran él y su mujer al 50%; en una, como titular rezaba la firma familiar y aparecían como autorizados Juan José A. N. y su hijo; en otra, figuraban como titulares al 50% el presunto estafador y una hermana; en otra, la titular era también su empresa y él aparecía como autorizado, y en tres, Juan José A. N. figuraba como único titular.
Dos de estas tres últimas cuentas tenían saldo: 55,95 euros una y 2,52 euros la otra. En el resto, no había dinero excepto en una, la cuenta de ahorro que compartía con su hermana, que tenía un saldo negativo de -266,29 euros. En resumen: nueve cuentas bancarias con un balance global negativo de -207,82 euros.
Al fin del ejercicio 2020, había, por otro lado, otras nueve cuentas abiertas a nombre de Baécula Agente de Seguros, incluyendo las antes mencionadas. Una de ellas tenía un saldo negativo de un euro y un céntimo. En otra había 10,71 euros y una tercera, 3.398,37 euros. Hay que recordarlo: Juan José A. N. está investigado por estafa continuada de 3,4 millones de euros. ¿El paradero del montante defraudado? Nadie, excepto él, lo sabe. A primeros de 2021, se confesó ante uno de sus clientes, tal y como informó este medio: “He movido unas operaciones que me han salido mal […]. Ese dinero [el de las pólizas de sus más de cien clientes], el problema es que lo he perdido yo”.
Relación comercial entre Juan José A. N. y Allianz
El otro gran quid de la cuestión para responsabilizar a Allianz del fraude de forma subsidiaria reside en determinar el nivel de vinculación laboral entre Juan José A. N. y la aseguradora alemana. Aunque el exagente trabajaba como su mediador exclusivo en Bailén y les unía una relación comercial -ya rota desde enero de 2021-, no era un empleado directo de la empresa.
En el artículo 120.4 del Código Penal se establece que serán “responsables civilmente” aquellas “personas naturales o jurídicas, en los casos de delitos cometidos en los establecimientos de los que sean titulares, cuando por parte de los que los dirijan o administren, o de sus dependientes o empleados, se hayan infringido los reglamentos de policía o las disposiciones de la autoridad que estén relacionados con el hecho punible cometido, de modo que éste no se hubiera producido sin dicha infracción”.
Es necesario detenerse en el inicio del enunciado del artículo: “[…] por parte de los que los dirijan o administren [los establecimientos en los que se hayan cometido los delitos], o de sus dependientes o empleados […]”. Y resulta tan importante releerlo porque ello, el hecho de que Juan José A. N. no fuera ni un dependiente ni un empleado de la famosa aseguradora, es el clavo ardiendo al que se aferra Allianz para argüir que a ellos no les corresponde apoquinar.
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