Empieza la rehabilitación del IES Santa Catalina de Alejandría de Jaén con el traslado de parte de sus estudiantes

Jaén/En el Instituto de Educación Secundaria (IES) Santa Catalina de Alejandría, de Jaén estudian unos 900 alumnos repartidos entre Secundaria Obligatoria, Bachillerato y dos ciclos formativos de Grado Superior. El edificio, construido en los años 60, se ubica en la avenida Ruiz Jiménez y será sometido a una rehabilitación integral para reducir el consumo de energía y arreglar problemas de goteras y filtraciones.

Así lo anuncia la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE), que ya ha comenzado las obras y cuentan con un presupuesto de 4.513.719,64 euros.

Su objetivo principal es la rehabilitación del centro, así como lograr una reducción mayor al 30 por ciento en el consumo de energía primaria no renovable. Además, se potenciará la economía circular en todas las fases de la intervención, según ha informado este miércoles la el Gobierno andaluz.

Debido a la envergadura de las obras ha obligado al traslado de parte del alumnado. En concreto, el de Bachillerato está reubicado en el CEIP Muñoz Garnica y el de ciclos formativos, en el CEIP San José de Calasanz, mientras que los estudiantes de Secundaria permanece en el IES Santa Catalina, según han precisado a Europa Press desde la Junta.

¿En qué consisten las obras?

Las obras, que tienen un plazo de ejecución de 22 meses, supondrán la sustitución de las carpinterías de las ventanas por otras de mayor eficiencia energética y con lamas para la protección solar de los espacios docentes. Además, en la fachada se incorporarán paneles SATE (sistema de aislamiento térmico por el exterior), contribuyendo ambas cosas a la mejora de la inercia térmica de la envolvente.

Por otra parte, se sustituirá una cubierta inclinada de 2.575 metros cuadrados con problemas de goteras y filtraciones y se mejorará la envolvente del aula-taller, ubicada en la antigua capilla. La actuación incluirá, asimismo, la sustitución del sistema de calefacción, evitando los combustibles fósiles; la instalación de un sistema de bioclimatización mediante refrigeración adiabática en los espacios que lo requieran y la colocación de placas solares fotovoltaicas para el autoconsumo eléctrico del centro.

También se reemplazarán todas las luminarias por otras nuevas con menor consumo energético; los núcleos de aseos serán objeto de una reforma integral, garantizándose la eficiencia en materia de agua, y se actualizarán las medidas de seguridad contraincendios y la instalación eléctrica, incluyendo dispositivos de control energético.

Finalmente, se diagnosticarán y solucionarán las patologías que afectan al edificio del gimnasio y las aulas de ciclos formativos, en el que se renovará su fachada, mejorando su eficiencia energética, y se facilitará su accesibilidad y comunicación con el resto de edificios, al encontrarse en un nivel inferior y carecer de accesos adaptados. Se eliminarán, igualmente, otras barreras arquitectónicas existentes en el recinto del instituto, para lo cual se colocarán pasarelas, salvaescaleras o rampas.

Organización del edificio

Esta obra está recogida en el Plan de Infraestructuras Educativas de la Consejería de Desarrollo Educativo y FP, que ejecuta la APAE, y está cofinanciada con fondos europeos Next Generation EU, asignados al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), dentro del Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos (Pirep) del Gobierno de España.

El instituto organiza en varias edificaciones: un edificio principal de tres plantas que se destina a aulario; cuatro alas perpendiculares a esta construcción en las que se localizan el resto de dependencias, administración, servicios, antigua capilla, salón de actos, aulario y talleres; una edificación, paralela a la principal, que alberga el gimnasio y las aulas para ciclos formativos, y un edificio independiente donde está la biblioteca.

Un requisito imprescindible de esta actuación, al formar parte del programa Pirep, será garantizar que al menos el 70 por ciento de los residuos que se generen en su ejecución sean reutilizados, reciclados y recuperados. A su vez, la producción de los mismos deberá limitarse en los procesos de construcción y demolición, empleando para ello técnicas que apoyen la circularidad.