El equipo de Jaén que lucha contra el cáncer: "Hemos trabajado con fármacos que pueden evitar que aparezca la enfermedad"

Jaén/En la provincia de Jaén se diagnostican cada año unos 3.000 casos de cáncer, según la Consejería de Salud y en torno al 10% de estos pacientes participan en los estudios clínicos. Detrás de cada paciente hay un equipo humano que da lo mejor de sí cada día por encontrar tratamientos y fármacos que mejoren su vida e incluso impidan la aparición de esta enfermedad.

Hoy es el Día mundial de la investigación contra el cáncer, pero la rutina del equipo que forman la Unidad de Investigación en el Hospital de Jaén sigue siendo la misma desde hace más de veinte años, implicados tanto en el estudio de investigación previa a que la enfermedad aparezca como en los estudios con pacientes con tumores, donde destacan los ensayos clínicos.

Fue el año pasado cuando se incorporó la Unidad de Investigación para facilitar la accesibilidad y comodidad a pacientes, usuarios y profesionale. Consta de una consulta de Oncología, otra de Enfermería, de Farmacia, una sala de trabajo para monitores y una zona específica en el Hospital de Día para la administración de tratamiento y monitorización de pacientes que participen en estos estudios, que se suman al laboratorio y a la zona de trabajo de coordinadoras de investigación. Allí se encuentran 19 oncólogos, más ocho residentes, así como cuatro enfermeros, cinco coordinadores de investigación, biólogos, farmacéuticos y cuatro responsables de datos de los pacientes.

A pesar de que Jaén es una provincia pequeña y con "margen de mejora" en investigación, desde que se abrió esta unidad  se ha incrementado la actividad en torno a un 30%. A día de hoy, hay unos 80 ensayos clínicos abiertos y participan en más de diez proyectos de investigación en colaboración con universidades y otros hospitales españoles e internacionales.

Curación en más del 60% de los casos

La subdirectora del Hospital, investigadora, oncóloga y presidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología, Ana Laura Ortega, explica a Jaén Hoy que tanto los ensayos clínicos, que permiten conocer el desarrollo y la eficacia y seguridad de un fármaco en algunas situaciones en las cuales hay pocas opciones de tratamiento, o en los propios tratamientos hay resultados prometedores, y aunque tal y como confiesa, a los oncólogos se atribuye de profundos optimistas, las evidencias están ahí.

"Cuando empecé la residencia justo hace ahora veinte años, yo acabo de cumplir 44, hablábamos de curación en menos del 40% de los casos y hoy en día hablamos más del 60% de los casos", expresa la doctora Ortega.

Con respecto a las investigaciones se centran principalmente en el desarrollo de marcadores que permitan identificar de una forma más precoz las enfermedades tumorales. "Estamos trabajando mucho en detectar marcadores con investigadores de diferentes centros, para ver, pues o bien en ADN circulante en sangre, o en pacientes que van a responder mejor a un tratamiento. Así como en pacientes que no tienen la enfermedad, si podemos detectar su enfermedad tumoral de una forma más precoz. Es la otra línea en la cual estamos más implicados" apunta la investigadora.

Fármacos para evitar la enfermedad

Con respecto a los fármacos, están participando en estudios no solo para su uso cuando hay metástasis, sino en prevención, cuando la enfermedad es todavía curable. Ahora mismo el principal desarrollo está en dos tipos nuevos de tratamientos que se han unido a la quimioterapia, a la radio y a las herramientas que teníamos hasta ahora habitualmente, que son la inmunoterapia y los tratamientos dirigidos. La inmunoterapia son ciertos medicamentos que lo que hacen es activar de alguna manera el sistema inmune del paciente para luchar frente a la enfermedad tumoral y reducir el riesgo de su recaída. "Es uno de los avances que estamos teniendo en los últimos dos, tres años. Ver el papel de estos nuevos medicamentos ya no solo como tratamiento para frenar la enfermedad, sino para evitarla".

En los tratamientos dirigidos mencionados anteriormente, agrupa a una serie de medicamentos que lo que hacen es que van frente a una alteración genética concreta. Aquí se implican los compañeros de Anatomía Patológica del Hospital, que han desarrollado la caracterización genética de muchos tumores, lo que permite identificar algunos tratamientos que son muy precisos. "Nos permite encontrar pacientes que antes podían vivir poquitos meses, que su enfermedad pueda controlarse durante varios años y con muy buena calidad de vida. Así se puede hacer que uno conviva con la enfermedad de una forma más llevadera y durante más tiempo", expresa Ortega.

"Lo más novedoso, en los últimos dos o tres años, que yo destacaría y que los estudios en los que estamos participando nos permiten acercar esto a nuestros pacientes, es que estamos viendo que este tipo de medicamentos no solo prolongan cuando la enfermedad cuando está en una fase más avanzada y frenan la enfermedad, sino que pueden evitar que aparezca entonces aumentando la tasa de curación, con lo cual el resultado es todavía mejor", afirma la investigadora.

Horas de investigación que merecen la pena

Detrás de todos estos avances que significan subir escalones en la cura del cáncer hay horas y horas de trabajo y de investigación representadas también por rostros jóvenes. En el Hospital de Jaén se forman en concreto cada año tres residentes cuando antes se formaba uno de vez en cuando. "Somos un equipo amplio y es realmente ilusionante participar en este tipo de estudios y en la unidad de investigación. Además de la asistencia del día a día con los cientos de pacientes en Oncología, esto es un extra que realmente nos merece la pena a todos porque se ve la recompensa, vemos los resultados", cuenta Ortega.

En cuanto a los ensayos clínicos la mayor experiencia es en cáncer de mama, en cáncer de pulmón y en tumores ginecológicos, donde se centra sobre todo la actividad en los últimos años. Gracias a estos se ha reducido enormemente la espera de un fármaco, ya que su desarrollo normalmente puede tardar hasta una década, desde que se identifica un medicamento hasta que se autoriza todo ese proceso, se ve reducido este tiempo de espera.

El hecho de disponer de estos ensayos clínicos permite que pacientes de Jaén, incluso pacientes de otras provincias, pero fundamentalmente los jiennenses, puedan tener acceso a estos medicamentos antes de su aprobación en general. "Es algo de lo que nosotros estamos muy contentos de poder ofrecer a nuestros pacientes, porque el participar en un ensayo clínico es una generosidad por parte de ellos ya que va a ayudarlos a ellos mismos, pero también a muchos otros pacientes en el futuro, aunque a ventaja fundamental de quien sufre la enfermedad, pues tiene accesible un tratamiento que todavía puede tardar unos años en estar disponible", asegura la investigadora.

A pesar de los inconvenientes que puedan ocasionar participar en esos ensayos clínicos, como realizarse muchas analíticas o acudir frecuentemente al hospital, una buena parte de los pacientes se muestran receptivos a ser parte de este proceso. Ana Laura Ortega destaca su generosidad y agradecimiento a ellos y a sus familias por el esfuerzo que realizan y la dificultad que supone al estar esta dura enfermedad. "Muchos dicen, si no me sirve a mí que le sirva a otro", añade.

Más inversión pública

Para seguir subiendo escalones en una mejor calidad de vida de los pacientes, con tratamientos más eficaces o conseguir prevenir la aparición es indispensable inversión. "La inversión en la investigación es una inversión, no es un gasto, es una inversión que redunda en el beneficio de todos", expresa Ortega.

La mayoría de los recursos que disponen para poder investigar son recursos privados, según explica la investigadora, o bien de convocatorias privadas o de industrias farmacéuticas. Por lo que el desarrollo con fondos públicos en España en general y en Andalucía en particular, está lejos de los fondos que se dedican para investigación en otros países y en otras regiones. "Hay un margen de mejora absolutamente en Jaén, sin lugar a dudas, y que venga de una parte privada es importante, pero también es necesario también una aportación pública".

"Yo nací en Jaén, soy jiennense, y aunque muchos compañeros han venido de fuera, otros muchos de nosotros somos jienenses de origen. Y lo que nos gusta es eso, que nuestra tierra puede seguir creciendo en materia de investigación como pasa en el resto de provincias de España", concluye.