Los embalses de Jaén se vuelven a encontrar en la misma situación de sequía anterior a las abundantes precipitaciones

Este 2024 ha sido lluvioso a partir de finales de marzo y principios de abril. Esto hizo que la situación de alerta por sequía que atravesaba Jaén durante más de dos años se relajara y los embalses comenzaran a elevar su nivel. Sin embargo, la tregua ha durado unos meses y aunque las precipitaciones han sido tímidas las sucesivas olas de calor evaporan más rápido el agua.

Esta anomalía termal sumada al anuncio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) de que este año se aumentaría la dotación de agua a los regantes, gracias precisamente a esas precipitaciones, pronosticaba que al igual que subía el nivel de los embalses también sería mayor la cantidad de hectómetros que saldrían de ellos.

En tan sólo en dos meses el nivel de los pantanos de Jaén ha disminuido más de un 14%, un total de 324 hectómetros cúbicos, por lo que ahora la media de los embalses de la provincia está a un 33,30%. Este porcentaje supone que los pantanos jiennenses vuelvan a estar en el mismo punto de llenado que a principios de marzo cuando la sequía azotaba Jaén, y las precipitaciones no estaban siendo suficientes. El 11 de marzo la media de llenado era de 31%. Además, la provincia se sitúa como la tercera en cuanto al nivel de agua de la Cuenca del Guadalquivir por detrás de Sevilla, que está al 49% y Huelva al 40%.

No obstante, este último dato de Jaén es mucho más positivo que justo hace un año cuando se encontraban al 21,37% con tan sólo 504,577 hectómetros cúbicos de media. Fue a finales de abril cuando el conjunto de los embalses de Jaén alcanzaron su nivel más alto desde 2019, rozaba el 52 por ciento de la capacidad. Desde entonces ha descendido casi un 20%.

Polémica por los desembalses

Con respecto a los desembalses, rodeados de polémica, el del Tranco de Beas en 24 horas ha sido de 76,2 metros cúbicos, con una media diaria 7,47 m³ por segundo, hace justo un año el desembalse era de 2,6 metros cúbicos en 24 horas. El de Guadalmena 24,1 metros cúbicos y el 20 de agosto de hace un año de 3,7 metros cúbicos, el de Fernandina 71,9 metros cúbicos, el de Guadalén 24,1 metros cúbicos que comparado con 2023 fue de 10,2, el de Giribaile 90,9 m³,el del Rumblar 31,9 y del Jándula 90 m³.

Destaca también el de la presa de Siles cuando en junio se encontraba al 100 % de su capacidad y los datos del 27 de agosto marcan un 73%, por lo que ha bajado 27 puntos desde entonces y el desembalse en 24 horas ha sido de 35,2 metros cúbicos. Este desembalse ha estado sujeto a conflicto entre la Alcaldía de Siles o Puente de Génave y la propia CHG.

A mediados de julio, Puente de Génave avisó a través de las redes sociales, que la dirección de la Presa de Siles decidió desembalsar alrededor de medio hectómetro cúbico diario durante las dos próximas semanas. Una decisión que no fue bien recibida en algunos municipios de esta comarca, pues la entienden innecesaria.

De hecho, el Ayuntamiento de Siles pidió formalmente a la CHG que se deshiciera la idea. "Teniendo conocimiento del estado actual de la Presa de Siles y dadas las actividades previstas para realizar en la misma durante los próximos meses y no teniendo conocimiento de que existan problemas de sequía en la Cuenca del Guadalquivir o de falta de suministro, solicitamos que tengan a bien paralizar el desembalse de la Presa de Siles como medida de prevención para, ante posibles incendios forestales, poder tener un punto de carga de agua y sobre todo para una conservación del estado de dicho embalse como mínimo hasta el mes de septiembre", rezaba el escrito desvelado por el medio Radio Sierra FM.

El que más baja: Guadalén

En este mes el que más bajada ha experimentado ha sido el Guadalén: en junio estaba a un 59,88%, y actualmente se encuentra lleno hasta el 22,34% por ciento, es decir hay de diferencia de descenso de 37 puntos. Si en junio el Tranco se situaba en un 44,9% por ciento, ahora mismo se encuentra en un 35,8% por ciento. El Rumblar se encontraba a un 75,8 y este mes está a un 64,54 de su capacidad.

Este último ha visto reducido su nivel en un 10 por ciento en apenas dos meses. El del Tranco se había llenado hasta los 242,061 hectómetros cúbicos en abril, es decir, un 47%, y ha perdido un 12 por ciento. Por otro lado, la Fernandina recogió 147,261 hectómetros cúbicos, un 59,60% y actualmente se encuentra a un 39,3 por ciento.

Uno de los que menos ha perdido agua en un mes ha sido el del Guadalmena, un 7,8 por ciento, que se situaba en junio en un 39,98% por ciento y actualmente está a un 32,18%. El que destaca por su bajísima cantidad de agua es el de Giribaile, que se encuentra a un 20,8%, aunque bien es cierto que hace un año en la época más abundante de agua no superaba el 16 por ciento, según los datos consultados de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Por último, el Jándula también ha disminuido su cantidad de agua considerablemente, un 22 por ciento en dos meses. En estos momentos se encuentra al 30,11%.

Obras de emergencia para el embalse del Rumblar

El subdelegado del Gobierno de España en Jaén, Manuel Fernández, informó este martes de que "el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Acuerdo por el que se toma razón de la declaración de emergencia para las obras de reparación de los desagües de fondo de la presa del Rumblar, ubicada en la provincia de Jaén".

"Se trata de una medida que se ha tomado tras el llenado rápido de la presa debido a los efectos de la borrasca Nelson, que ha causado daños significativos en la infraestructura, y que pone de manifiesto el compromiso del Gobierno de España en general, y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en particular, con la seguridad hídrica y la protección del entorno natural", informa en una nota de prensa la Subdelegación del Gobierno.

En la misma línea, Fernández expresó que el importe destinado a estas obras de emergencia asciende a 3.533.200 euros. "La rápida intervención, en situaciones de emergencia como esta, es crucial para garantizar la seguridad de la presa y prevenir posibles riesgos para la población y el medio ambiente", aseguró.

Finalmente, el representante del Ejecutivo destacó "la importancia de proteger las infraestructuras críticas y de ofrecer una respuesta rápida y efectiva ante situaciones de emergencia", asegurando que estas obras de emergencia para la reparación de los desagües de fondo de la presa del Rumblar "permitirán restablecer el correcto funcionamiento de la presa y asegurar su operatividad a largo plazo".