Las desaparecidas puertas mudéjares de la Catedral de Jaén

Jaén Retro

Puerta ubicada actualmente en el Museo  Arqueológico Nacional.
Puerta ubicada actualmente en el Museo Arqueológico Nacional.

Jaén/El término "𝗺𝘂𝗱é𝗷𝗮𝗿" procede de la palabra árabe "𝗺𝘂𝗱𝗮𝘆𝘆𝗮𝗻" que puede traducirse como "𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹 𝗮 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝗹𝗲 𝗲𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗶𝘁𝗶𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗿𝘀𝗲". Así es como se les define a los musulmanes españoles que vivieron en el territorio conquistado por los cristianos durante toda la Reconquista a lo largo de la Edad Media en la Península Ibérica.

A estos musulmanes que convivieron con cristianos y judíos en la España del siglo XV se les permitió seguir practicando su religión, utilizar su lengua y mantener sus costumbres, llegando incluso a compartir su cultura para acabar influyendo en la decoración de muchos de los templos católicos existentes repartidos por toda España.

Un pequeño ejemplo de esa influencia artística la teníamos en la Catedral de Jaén. Allí se ubicaban tres puertas de estilo mudéjar compuestas por dos batientes cada una, conservándose actualmente solo una, la reubicada en la Santa Capilla de San Andrés, que anteriormente se ubicaba en la sacristía de la Catedral.

La antigua revista 𝗗𝗼𝗻 𝗟𝗼𝗽𝗲 𝗱𝗲 𝗦𝗼𝘀𝗮 (núm.65 de mayo del año 1918) recoge un artículo que habla de la existencia de una segunda puerta de tracería mudéjar, muy parecida a la anterior; esta se hallaba situada en el Archivo Alto de la Catedral de Jaén, lugar no accesible para el público en general, por lo que no era tan conocida.

Puerta ya reubicada en la Santa Capilla de San Andrés, única puerta que se conserva en nuestra ciudad de las tres que existieron en la Catedral de Jaén.
Puerta ya reubicada en la Santa Capilla de San Andrés, única puerta que se conserva en nuestra ciudad de las tres que existieron en la Catedral de Jaén.

Pero en el año 1925, y con motivo de la difícil situación económica que atravesaba el obispado de Jaén, el obispo 𝗠𝗮𝗻𝘂𝗲𝗹 𝗕𝗮𝘀𝘂𝗹𝘁𝗼 𝗝𝗶𝗺é𝗻𝗲𝘇 (asesinado 11 años después por los republicanos durante la guerra civil en su traslado en tren junto con otros reclusos a la cárcel de Alcalá de Henares), decide vender algunas de sus piezas (entre ellas, una de las puertas) adquiriéndola una conocida tienda londinense de antigüedades llamada "𝗠.𝗛𝗮𝗿𝗿𝗶𝘀 & 𝗦𝗼𝗻", marchándose para Inglaterra perdiendo así la pista de su paradero.

Vehículo de la tienda de antigüedades de la firma londinense.
Vehículo de la tienda de antigüedades de la firma londinense.

Años más tarde, el hijo de Inocente Fe (alcalde de Jaén entre 1922 y 1924), en un viaje visitando un museo de Nueva York, reconoce la puerta y por mediación del director del Instituto de España en Londres contactan con "𝗠.𝗛𝗮𝗿𝗿𝗶𝘀 & 𝗦𝗼𝗻" (que seguían siendo sus propietarios) y deciden ofrecérsela en venta al Estado español. Tras largas negociaciones, la tienda de antigüedades decide donar finalmente la puerta a nuestro país, pero en vez de regresar a su lugar de origen, el gobierno todavía franquista decide cederla al 𝗠𝘂𝘀𝗲𝗼 𝗔𝗿𝗾𝘂𝗲𝗼𝗹ó𝗴𝗶𝗰𝗼 𝗡𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 de Madrid, lugar donde se encuentra actualmente desde julio de 1952, convirtiéndose en patrimonio perdido de nuestra ciudad.

Columnillas platerescas talladas por Andrés de Vandelvira del Siglo XVI de la Catedral de Jaén.
Columnillas platerescas talladas por Andrés de Vandelvira del Siglo XVI de la Catedral de Jaén.

La tercera puerta, que también se encuentra en el 𝗠𝘂𝘀𝗲𝗼 𝗔𝗿𝗾𝘂𝗲𝗼𝗹ó𝗴𝗶𝗰𝗼 𝗡𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹, pertenecía también a la Catedral de la Asunción de la Virgen de Jaén, pero esta vez el museo la compró en 1927 a José María de Palacio y Abarzuza (tercer 𝗖𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗔𝗹𝗺𝗲𝗻𝗮𝘀). Aunque José María nació en Londres, su vida transcurre viviendo en varias localidades españolas entre ellas 𝗘𝘀𝗽𝗲𝗹𝘂𝘆. Su educación y su amor por la cultura, el arte y nuestra historia, le hicieron acaparar una gran colección de arte español. Personaje conocido por sus artimañas, que bajo la diplomacia y a través de supuestas donaciones, acababa sustrayendo y expoliando toda clase de objetos para finalmente enriquecerse con su posterior venta, como las 447 piezas de su colección personal subastadas en enero del año 1927 en la Exposición y venta en "𝗔𝗺𝗲𝗿𝗶𝗰𝗮𝗻 𝗔𝗿𝘁 𝗚𝗮𝗹𝗹𝗲𝗿𝗶𝗲𝘀" de Nueva York. Allí se vendieron y perdieron, entre muchas otras piezas, la catalogada como n°420: doce columnillas platerescas exquisitamente talladas por 𝗔𝗻𝗱𝗿é𝘀 𝗱𝗲 𝗩𝗮𝗻𝗱𝗲𝗹𝘃𝗶𝗿𝗮 del siglo XVI que formaban parte de algún retablo de la Catedral de Jaén y la n° 308: una puerta de hierro forjada del 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗕𝗮𝗿𝘁𝗼𝗹𝗼𝗺é.

Un patrimonio giennense que por culpa de la especulación de unos pocos y a consecuencia del paso de los años hemos ido perdiendo, y que sería fantástico volver a recuperar para devolverlo a su lugar de origen, nuestra ciudad.

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