¿Cuáles son tradicionalmente las ciudades dormitorio de Jaén?

Jaén/Con la burbuja inmobiliaria por las nubes y los alquileres aún más altos, existe una tendencia en los últimos años por alejarse de las grandes ciudades a la hora de vivir. Y puede que Jaén no se una gran urbe al fin y al cabo, pero su capitalidad cumple exactamente los mismos requisitos que las grandes metrópolis en cuanto al precio de las viviendas. No obstante, también hay familias que abogan por la tranquilidad de un pueblo cercano para descansar al tiempo que desempeñan sus funciones laborales en la capital jiennense. De acuerdo con este razonamiento, ¿cuáles son esas llamadas "ciudades dormitorio" de la provincia?

En primer lugar, es necesario señalar que a este término se acogen aquellas localidades donde un buen número de residentes, aunque hacen vida entre sus calles, trabajan en otra. El diccionario panhispánico del español jurídico las define como "conjunto suburbano de una gran ciudad cuya población laboral se desplaza a diario a su lugar de trabajo". Con este planteamiento claro, es evidente que la actual área metropolitana de Jaén funciona en mayor o menor medida de este modo.

Residencia estival en Los Villares

Es uno de los núcleos poblacionales más cercanos a la capital, con una distancia en torno a los 10 kilómetros. Esta cercanía con la ciudad ha permitido a lo largo de las últimas décadas que numerosas familias de Jaén hayan emplazado su residencia estival en el municipio villariego. Además, no son pocos los habitantes que trabajan fuera del municipio en la actualidad, especialmente aquellos que dedican sus labores a perfiles más orientados hacia el sector terciario. Llama la atención, incluso, cómo en los últimos años ha cogido fuerza la ostensión de este título de "pueblo dormitorio" con el fin de atraer nueva población a su plano urbano.

La Guardia y sus numerosas urbanizaciones

La proliferación de nuevas zonas residenciales en el término municipal de La Guardia de Jaén han convertido a esta localidad de apenas 5.000 habitantes en un destino habitual para muchos urbanitas. Un caso paradigmático es la casi vecindad que se puede apreciar entre la urbanización La Carreta y La Manseguilla, esta última perteneciente ya al término propiamente jiennense, motivo que genera incluso más de un conflicto entre las instituciones. El precio barato de su suelo y la tranquilidad de su entorno son dos de las principales ventajas que ofrece este pueblo que, desde bien antiguo, funcionó como auténtico bastión de la provincia.

Torredelcampo, a solo 10 minutos

Es la segunda localidad más poblada de la comarca metropolitana, con cerca de 14.000 habitantes. Su rápida conexión con la capital en apenas 10 minutos a través de la autovía ha permitido un continuo crecimiento de su industria, un hecho que se demuestra en la extensión actual de sus polígonos. La oferta de servicios existente en este pueblo permite, además, que muchos matrimonios decidan instalar su vivienda en su casco urbano, si bien sus respectivos trabajos se encuentran en Jaén. También en la propia ciudadanía natal se aprecia un desplazamiento diario hasta la capital u otras grandes ciudades de esta área como Martos.

Otros casos como Martos o Mengíbar

Más allás de estos tres ejemplos expuestos, es evidente que el repertorio de poblaciones podría ser más amplio si atendemos a cifras reales de trabajadores en Jaén. El fuerte tejido empresarial de localidades como Mengíbar o Martos permiten una notable diferencia en la apreciación de su ciudadanía. Martos, sin ir más lejos, presume de ser una de las grandes ciudades del territorio jiennense al superar la barrera demográfica de los 20.000 habitantes. Si bien existe un reconocible desplazamiento a diario de sus empleados al exterior, también acoge otros tantos en su comercio e industria llegados principalmente de su comarca.

Si algún jiennense plantea mudarse a la tranquilidad de un pueblo, puede que estas opciones le interesen de alguna manera. Quizá, en el caso de los jubilados, partir en una u otra dirección plantee muchas menos dudas. Eso sí, nada indica que los ciudadanos de Jaén se encuentren a disgusto para dejar atrás su hogar, salvo si se debe a causa del trabajo.