Confirman la condena por asesinato al joven de 22 años tras apuñalar a otro en pub de Peal de Becerro
Tribunales
El TSJA rechaza el recurso de la familia que pretendía que se incrementara la pena de 17 a 20 años
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El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado íntegramente la sentencia de la Audiencia de Jaén dictada el pasado mes de mayo y que condenaba a 17 años de prisión a un joven de 22 años. A este joven el jurado le declaró culpable de asesinar a otro, de 29 años, en julio de 2022, en un pub de Peal de Becerro donde la víctima trabajaba como portero durante los fines de semana.
Además de los 17 años de prisión, la sentencia fijaba en concepto de responsabilidad civil que el acusado indemnizará a cada uno de los progenitores del joven fallecido en 99.900; otros 21.400 euros para cada uno de los dos hermanos, y 14.200 a la pareja de la víctima.
También como accesorias se incluía la prohibición durante cinco años de acercarse o comunicarse con la familia de la víctima y otros cinco años de prohibición de entrar, residir o permanecer en Peal de Becerro durante los cinco años posteriores al cumplimiento de la pena de prisión. A ello se le suma un año de libertad vigilada y la obligación de someterse a programas formación.
Ahora, el TSJA rechaza de plano el recurso interpuesto por la defensa y los cinco motivos esgrimidos. Es más, el alto tribunal andaluz apunta en su sentencia recogida por Europa Press" que "no tanto por su insólita extensión, sino sobre todo, por su contenido", el escrito del recurso de la defensa "roza la desconsideración a su destinatario, que es esta Sala".
También rechaza el recurso de la familia que pretendía que se incrementara la pena de 17 a 20 años. En este sentido, la sentencia del TSJA recogida por Europa Press establece que "la pena impuesta (17 años) comporta ya una elevación de dos años respecto de la que corresponde al hecho en sí de matar alevosamente a una persona, sin que apreciemos razones que debieran forzar al magistrado presidente a incrementar aún más la pena".
El jurado en su veredicto unánime emitido el 29 de abril contempló los hechos como constitutivos de un delito de asesinato con alevosía por considerar que el ataque hacia Álvaro fue "sorpresivo y sin capacidad de defensa".
El juicio
El juicio se desarrolló durante siete días en los que pasaron por la sala de vistas de la Audiencia de Jaén cerca de un centenar de testigos y una veintena de peritos. El acusado fue el último en prestar declaración este viernes porque así lo solicitó su defensa.
En el turno de los peritos, los agentes encargados del volcado de los teléfonos móviles revelaron la existencia de mensajes telefónicos en los que el acusado, la misma noche en la que ocurrieron los hechos, reconocía ante su pareja sentimental que él fue la persona que acabó con la vida de Álvaro Soto.
'He matado al vecino en el pub', recoge textualmente el mensaje enviado desde el móvil del acusado al de su pareja sentimental y que fue expuesto en la sala ante el jurado, además de otros mensajes en los que reconocía haber 'pinchado' al 'jambo', e incluso en los que hablaba de huir a Sevilla para que no lo pudieran localizar.
El acusado, que solo se prestó a responder las preguntas de su abogado, rechazó ser el autor de los mensajes y en una declaración de unos diez minutos de duración volvió a cambiar una vez más su versión de los hechos para señalar que él no tuvo participación alguna y que no vio nada porque ni tan siquiera entró en el local y además había bebido mucho.
Por su parte, los forenses determinaron que la única herida por arma blanca que recibió Álvaro fue "mortal de necesidad" ya que le alcanzó el corazón y murió prácticamente en el acto como consecuencia de un shock hipovolémico.
Asimismo, determinaron que el cuerpo del joven fallecido no tenía heridas defensivas, lo que apoya la tesis de la acusación particular y de la Fiscalía que mantienen que el ataque fue sorpresivo y sin posibilidad de reacción por parte de Álvaro.
También prestó declaración el joven de 19 años y primo del acusado, que se declaró culpable de golpear esa noche con un altavoz a la víctima y que se conformó con el pago de una multa de 600 euros como autor de un delito leve de maltrato de obra, que es lo que le pedía el Ministerio Fiscal y en lo que estuvieron de acuerdo el resto de las partes. Esta condena también quedó recogida en la correspondiente sentencia.
Este joven declaró en calidad de testigo y relató ante el jurado que tras lo ocurrido en el pub, él junto a sus tres primos se refugiaron en la casa de éstos y que fue entonces cuando le quisieron convencer de que se declarara culpable porque era el más joven y el autor del crimen iba a ser padre.
"Échate las culpas porque mi mujer está embarazada", apuntó el joven testigo para referirse a lo que le dijo el acusado para que se incriminara. Asimismo, indicó que sus primos le pidieron que se pusiera la ropa del ahora acusado que se encontraba manchada de sangre para así reforzar la versión de que había sido él el autor de la puñalada que costó la vida al joven Álvaro, a lo que él se negó.
Asimismo dijo que él vio la navaja de su primo con la que se cometió el crimen, pero que no sabía qué pasó con ella, ni quién se deshizo de la misma porque él no quiso cogerla ni tocarla. De hecho, a día de hoy, la navaja sigue sin aparecer.
Los hechos ya enjuiciados y sentenciados se remontan al 17 de julio de 2022 cuando Álvaro, de 29 años, que trabajaba durante los fines de semana de portero en un pub de Peal de Becerro, murió prácticamente en el acto por una puñalada en la parte izquierda del tórax, a la altura del corazón.
Cuando ocurrieron los hechos, Peal de Becerro se echó a la calle de forma masiva para condenar lo ocurrido. Unas 2.000 personas se manifestaron de forma pacífica, pero al término de la manifestación se produjeron incidentes cuando un grupo se dirigió a la calle del Sol, donde residen familias de etnia gitana y sin ninguna conexión con los detenidos. Fue allí donde causaron daños a varias viviendas, todas ellas deshabitadas, e incluso se registró un incendio en una casa, al parecer provocado.
Entidades como la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali o la Sociedad Gitana Española, denunciaron estos hechos, tras los que huyeron familias gitanas por temor a represalias.
La Fiscalía Superior de Andalucía abrió diligencias de investigación penal y también emprendió acciones el Defensor del Pueblo de España después de recibir una queja desde la Sociedad Gitana Española.
En septiembre de 2022, Peal de Becerro volvió a manifestarse para pedir justicia para Álvaro y lo hizo con una concentración que en esta ocasión transcurrió sin ningún tipo de incidente.
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