Así se "levantó" de nuevo el centro SAFA de Andújar tras ser pasto de las llamas este verano

Andújar/El primero de agosto supuso un antes y un después para el centro educativo concertado Sagrada Familia de Andújar (SAFA). Un incendio fortuito en su complejo arrasó buena parte de su equipamiento técnico en hasta 3000 metros cuadrados, lo que puso en juego el desarrollo del presente curso a apenas un mes de iniciar las clases. La conciencia social creada entre los iliturgitanos favoreció sin duda alguna al apoyo colectivo generado para tratar de alentar los ánimos entre los docentes y propiciar a la solidaridad ciudadana.

Este lunes 16 de septiembre, prácticamente un mes y medio después de que el fuego devorase sus naves, el centro ha abierto sus puertas de nuevo como el ave fénix que renace de sus cenizas. "Hoy ha empezado la presentación del inicio de curso como si no hubiera pasado nada", señala su directora Manuela Díaz. La voluntad por arrancar septiembre con absoluta serenidad se ha visto refrendada con las cuatro aulas prefabricadas y equipadas para los cerca de 75 alumnos que serán reubicados de acuerdo con las normativas establecidas para estos casos.

"En principio acordamos cómo ibamos a impartir las clases: principalmente con teoría para, al final del trimestre, ir iniciando la parte práctica con el fin de dotar en tiempo suficiente de material a las aulas", explica. Estos espacios ya preparados cuentan con unas medidas óptimas para que los profesores puedan desempeñar su trabajo sin el menor problema, tres de ellas con un tamaño similar y una algo más reducida.

A pesar del amplio patrimonio perdido a causa del fuego: diez aulas y cuatro talleres calcinados, desde el equipo docente de este centro perteneciente a la Fundación SAFA han trabajado de manera incansable para otorgar en tiempo y forma diversos simuladores y equipos informáticos necesarios para la enseñanza del alumnado. Afortunadamente, en Andújar hoy se respira cierta tranquilidad en las calles aledañas a esta conocida escuela.

Una comunidad educativa unida

La directora del centro SAFA es contundente a la hora de valorar la situación actual con cierto optimismo: "El curso va a empezar con total normalidad". Es una realidad en la que ha sido fundamental la unión entre el profesorado y los padres de los estudiantes. En ello mismo ha jugado un importante papel la comunicación constante emitida desde la dirección: "Hemos ido informando de todo a los padres para tranquilizarlos usando nuestras redes para emitir diferentes comunicados con los que actualizar el estado del centro", apunta Díaz.

La larga trayectoria de esta institución queda de manifiesto en los cerca de 1600 alumnos matriculados con los que cuenta este centro coordinado por los jesuitas, cuyos niveles de formación pasan desde infantil hasta bachillerato y un amplio repertorio de grados y cursos de formación profesional. "Hay grupos a los que no les ha afectado nada, por suerte". De hecho, teniendo en cuenta el volumen de estudiantes del que presume el centro, en torno a un 10% podría haberse visto ligeramente afectado por esta reubicación que desde la dirección remarcan "será exclusivamente temporal".

Con estas aulas ya equipadas, a falta de determinados elementos indispensables para la parte práctica, la ilusión por aprender regresa de nuevo a su patio. Gracias a la solidaridad de numerosos colectivos, lo que pudo ser una auténtica tragedia acabará siendo tan solo una piedra difícil de sortear en el camino de esta escuela. Pero queda claro que en el templo de la enseñanza los obstáculos son más sencillos de superar.