La Hermandad de Caridad y Salud presenta su guardia judía para el paso de misterio

El azahar ya hace días que comenzó a florecer en el barrio de las Fuentezuelas y su perfume invade las calles de este nuevo Jaén. A apenas siete días de su salida procesional, la Hermandad de Caridad y Salud culmina un sinfín de detalles para que su subida hasta la carrera oficial se desarrolle con absoluta normalidad, este año con importantes estrenos. Este mismo lunes eran presentadas las nuevas imágenes secundarias que se incorporarán al paso de misterio.

La escena a representar, con Jesús de la Caridad ante Caifás como protagonistas, reúne como novedad a dos guardias del Sanedrín en un proyecto de siete imágenes secundarias que conformarán un misterio de lo más atractivo. Las tallas, realizadas por Miguel Cordero Romero en Sevilla, manifiestan la evidente evolución artística de este escultor, que compagina su tarea con la enseñanza plástica en Madrid.

Ambas imágenes, completamente policromadas, se presentan con la indumentaria propia de esta armada: con un peto o coraza de láminas de cuero tachonado y el curioso casco puntiagudo con terminaciones en pan de oro. No obstante, tal y como señala la propia hermandad, ninguno de los soldados porta armas, “pues estaba prohibido dentro del palacio del sumo sacerdote”.

Se intuye ya en el conjunto escultórico una conversación entre los personajes aún inacabada, pero que ya augura una puesta en escena original para los hermanos de esta joven corporación. Cabe señalar, de hecho, que con este estreno se recupera una figura histórica que ya formó parte de la Semana Santa de la capital, pues ya procesionaron en el pasado unos curiosos guardias judíos entre las siete escuadras de la Vera Cruz.

Han pasado ya más de cinco años desde que la imagen secundaria de Caifás se sumase a este paso aún en ciernes. La cofradía trabaja despacio para poder culminar este anhelado sueño a la vez que piensan en su titular mariana, la Virgen de la Salud, que permanece en el templo a la espera de su primera salida. Mientras se integran en este lejano barrio del centro, su hazaña de recorrer más de siete kilómetros cada Lunes Santo los convierte sin lugar a dudas en una corporación valiente y con mucho camino que recorrer.